Otra vez, una enfermedad zoonótica –que puede transmitirse entre animales y humanos- causa preocupación. Ya son 324 los casos confirmados de encefalomielitis equina y están distribuidos en siete provincias, según el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Mientras se busca acelerar el acceso a las vacunas, especialistas apuntan a la suspensión de la obligatoriedad de la vacunación en 2016, bajo el gobierno de Mauricio Macri.

El nuevo brote se registró en la provincia de Formosa, donde se obtuvieron resultados positivos de encefalomielitis equina del Oeste. La tasa de letalidad de esta patología está entre el 20 y 30 por ciento. Para las otras variantes – encefalomielitis del Este y encefalomielitis venezolana- esa tasa puede llegar al 90 por ciento.

Antes de Formosa se habían confirmado casos en Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, con muestras procesadas por el Instituto Vanella de la Universidad Nacional de Córdoba ante la aparición de equinos con síntomas nerviosos y mortandad.

Se trata de una enfermedad viral que se transmite de las aves a los mosquitos, y éstos infectan a equinos y seres humanos. El período de incubación -desde la infección hasta que aparecen los signos clínicos- es de 5 a 14 días.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en las personas el tipo de encefalitis que se detectó en la Argentina (la variante del Oeste) puede provocar dolor de cabeza, decaimiento, escalofríos, fiebre, mialgias y malestar general. Los síntomas se pueden acentuar luego con vómitos, somnolencia, confusión y postración. De todos modos, el organismo aclara que “los brotes incluyen generalmente pocos casos humanos con síntomas moderados y la mayoría de las infecciones son inaparentes”.

La vacuna era obligatoria hasta 2016

“Es una enfermedad vieja y muy bien estudiada. El problema fue que en 2016 algunas de las decisiones que tomó Macri fue desactivar muchos de los organismos de control, entre ellos achicar el Senasa y que esta vacunación -que es la única forma de controlar la enfermedad en equinos- deje de ser obligatoria”, cuestionó Leandro Montti, médico veterinario, docente rural y concejal del Partido Justicialista en Goya, Corrientes, donde la situación es “grave”.

La obligatoriedad de la vacuna se había establecido en 2005. “Se hacía con una vacuna polivalente, contra la enfermedad del Este, del Oeste, influenza y tétanos. Era obligatoria cada seis meses y se dejó de hacer”, lamentó Montti. “Como todo lo que no es obligatorio y depende de sociedades rurales, lo primero que dicen es que si no es obligatorio no se hace. Ahora, cuando vamos a los laboratorios, casi no tienen disponibles. Porque la fabricaban poco, para animales de mucho valor para exportación. Hoy no tenemos disponibilidad. Y esa vacuna es a virus atenuado, no es de principio sintético que se hace más rápido”, explicó.

“Estamos con la aplicación de repelentes para equinos, eso sí podemos conseguir en veterinarias. Es un paliativo”, dijo Montti, y resaltó que las medidas de prevención que pueden tomarse son similares a las que conlleva el dengue. “El vector, que es lo preocupante, es el mosquito común. Es el que está en el patio de todas las casas. Por eso los métodos de prevención son como los del dengue: descacharrar, cortar el pasto, mantener zanjas limpias”.

Sobre el panorama en Corrientes, el concejal dijo que hay “una mortandad importante, murieron muchos animales en Goya, Esquina, Sauce, Mercedes. Aquí el caballo es una herramienta de trabajo, los campos se recorren acaballo, el 99% de la ganadería se recorre a caballo. Para el poblador rural es una herramienta más. Hay mucha gente empleada por día en estancias o por semana y generalmente trabajan a caballo, que se muera uno o dos animales los toca en su economía diaria”.

Un cóctel explosivo

“¿Por qué recién ahora se dio el brote si se dejó de vacunar en 2016? –pregunta Montti, y responde- Veníamos en una seca muy importante. En Corrientes, de tener casi 60% de superficie con agua pasamos a 12%. Entonces, no había mosquitos. Había muy poco traslado del agente. Pero hoy que se recuperó y las lagunas crecieron y los esteros volvieron a estar llenos de agua, más el calor, fue una reproducción impresionante del mosquito. Y la población equina está baja de defensas por la no vacunación. Fue un coctel explosivo”.

Para el chacarero y expresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) Pedro Peretti, el brote de encefalomielitis equina representa “una metáfora perfecta de los últimos ocho años de Argentina: Macri sacando la obligatoriedad y nosotros en cuatro años que no hicimos nada”.

“Lo que hizo Macri no lo supimos resolver. Y también está discusión con los anti-vacunas, está todo en este evento”, analizó. “Durante la época de Macri hubo un ataque a todas las regulaciones y se le sacaron competencias al Senasa, no se lo dejaba revisar bodegas de barcos, había que hacer todo rápido y evitar trámites. La rapidez es un instrumento que usa siempre la derecha para bajar controles, pero las cosas hay que hacerlas como corresponde. En aras de esa rapidez, de achicar costos, dejaron de vacunar y dijeron ‘viva la libertad’”, lanzó Peretti en alusión al lema del presidente electo Javier Milei, quien entre sus propuestas de achicar el Estado a fuerza de motosierra también contempla el achique de organismos de control.

El chacarero señaló que el brote y la prohibición de trasladar caballos no sólo tiene impacto en las economías rurales, sino que también frenó otro sector “que nunca se lo tiene demasiado en cuenta, pero genera mucho laburo: a nivel comercial frenó el turf, las carreras, está todo frenado y es una industria que genera muchos puestos de trabajo y mueve millones”.

Qué pasará con las vacunas

Mario Iturria, Jefe del Programa de Equinos de Senasa, dijo a la prensa que desde el organismo están “trabajando con los laboratorios tanto importadores como nacionales que producen y envasan la vacuna”.

Se analiza la vuelta a la obligatoriedad, pero eso no pasaría en lo inmediato: “Por el momento lo que queremos es trabajar con la vacuna en las zonas que están más afectadas, y después veremos si establecemos la obligatoriedad. Hoy por hoy la necesitamos como herramienta de contención y de control”.

Por lo pronto, sí se estableció obligatoriedad para equinos que participen en eventos.

Ante cambios de conducta o comportamientos poco habituales en equinos, cualquier persona puede notificarlo al Senasa a través de las siguientes vías de comunicación: concurriendo a la oficina más cercana; enviando un Whatsapp al 11 5700 5704; a través de la App para dispositivos móviles “Notificaciones Senasa”, disponible en Play Store; escribiendo un correo electrónico a: [email protected] o a través del apartado Avisá al Senasa de la página web del Organismo.

En tanto, Senasa publicó en las últimas horas un cuadro de actualización constante para reflejar la forma en que esta afección se entiende por el territorio nacional.