Mientras el coronavirus explota súbitamente en la Villa 31, con once nuevos casos para un total de 13, varios sectores de ese barrio vulnerable permanecen si agua desde el día sábado, y cientos de sus habitantes se afanan, en medio de la pandemia y con baldes por los pasillos, para encontrar algún camión cisterna que les provea un servicio esencial para mantener la higiene.
No es el único barrio vulnerable con problemas de agua. Sucede también hace varios días en la Manzana 4 del barrio Scapino, y en varios edificios del Complejo Piedrabuena.
En este contexto de precariedad sanitaria, un grupo de mujeres, referentes de distintos barrios populares de la Ciudad, acompañadas por distintas organizaciones académicas, sociales y sindicales (como la Cátedra de Ingeniería Comunitaria, el Observatorio del Derecho a la Ciudad, CTA Capital y el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas), presentaron una acción de amparo colectivo para garantizar, como condición esencial para la prevención del Covid-19 y el dengue, el acceso al agua potable segura en todos los hogares. Sin agua, explican, es imposible cumplir los protocolos de higiene mínimos, como el lavado de manos.
Advierten que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta se declara “incompetente” ante la Justicia para garantizar el agua potable en el barrio, mientras sostiene que la única responsable es la empresa AySA, desconociendo que es el gobierno porteño es el que tiene la tutela del servicio público de agua potable y saneamiento, y que la empresa es sólo la concesionaria.
Respecto del fuerte aumento de casos de Covid-19 en el barrio Mugica, desde la organización La Poderosa, su referente, Nacho Levy, explicó que aún “no existe ningún proceso de individualización sobre los grupos de riesgo que debieran ser aislados del aglomeramiento entre los pasillos estrechos e invisibilizados de la ciudad más rica del país, donde hoy se cumplen 40 días de hacinamiento barrial obligatorio”.
“Ya hay 13 casos de coronavirus en la Villa 31 y los vecinos siguen sin agua. No pueden higienizarse ni desinfectar sus casas. ¿Cómo puede ser que Larreta impida que AySA solucione el problema? Es una irresponsabilidad absoluta”, tuiteó el senador Mariano Recalde.
Los dos primeros casos de coronavirus en la Villa 31 de Retiro se habían conocido la semana pasada. Este martes, se sumaron de golpe once más, dato que hace temer por los contagios en un barrio donde la falta de agua parece complicar cualquier panorama en términos de higiene.
Las autoridades sanitarias porteñas ya detectaron que todos los casos confirmados son de personas que se vincularon entre sí por cuestiones familiares o laborales. En todos los casos, fueron derivados del Cesac 21 hasta las UFU (Unidad Febril de Urgencia) que funcionan en los hospitales porteños. Según afiman desde la Secretaría de Integracióin Social y Urbana, se está haciendo un seguimiento de los contactos estrechos que tuvieron esas personas.
Antes que en la 31, en la Villa 1-11-14 había habido una primera eclosión de casos de coronavirus. Allí, la semana pasada se detectó un bebé de seis meses con el virus, que fue internado en el Hospital Garrahan.