Seis víctimas fatales, 313 infectados y un primer indicio de que la enfermedad ya empieza a extenderse por el mundo. El coronavirus de Wuhan, así llamado por la ciudad china en la que se detectó el primer brote, preocupa a las autoridades sanitarias a nivel global y ya tiene un primer caso en los Estados Unidos, un viajero chino cuyo diagnóstico dio positivo en Seattle.
Mientras desde la Comisión de Sanidad de China aseguraron que la “neumonía de Wuhan” se transmite entre humanos, pues se confirmó que dos de los contagios en la provincia de Cantón, al sur del país, se produjeron de ese modo, las principales autoridades de la Organización Mundial de la Salud se reunirán en Ginebra este miércoles para discutir la peligrosidad de esta nueva cepa de coronavirus, el 2019-nCoV, y si realmente constituye una “emergencia de salud pública de alcance internacional”.
El ciudadano chino hospitalizado en Seattle la semana pasada había viajado recientemente a Wuhan, capital de la provincia de Hubei, según informó el portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE UU, Benjamin Haynes. Así, el país norteamericano se suma a otros tres fuera de China donde se reportaron casos: Corea del Sur, Tailandia y Japón. También hay sospechas sobre personas que enfermaron en Filipinas y Australia, aún sin confirmación. Dentro de China, ya hay afectados por el coronavirus en Beijing, Shanghai y otras 13 ciudades.
La progresión de los contagios parece crecer. Hace apenas cuatro días, sólo se habían identificado casos positivos en Wuhan.
La transmisión por contacto humano estaba todavía en discusión, dado que la primera hipótesis respecto del brote inicial apuntaba a un mercado de pescados y mariscos de Wuhan, una de las grandes ciudades chinas, con 11 millones de habitantes. La propia OMS había indicado como “lo más probable” que la fuente primaria del nuevo brote de coronavirus fuera una “fuente animal”. Consecuentemente, el afectado en Seattle aseguró que no estuvo en ese ni en ningún otro mercado.
En 2003, también China había sido el origen de la última epidemia de un coronavirus, el Síndrome Agudo Respiratorio Grave (SARS), que provocó más de 900 muertes a nivel mundial, 646 de ellas en China.
La mala noticia es la proximidad del Año Nuevo Chino, que incluye un período vacacional para los chinos que comienza este viernes, y que provoca cada temporada el más grande proceso migratorio del mundo, interno y también hacia otros países.
Los coronavirus son una familia muy extendida de virus, que se propagan por el aire al toser o estornudar y por el contacto físico entre personas, y que están vinculadas a enfermedades del tracto respiratorio superior y son responsables, por ejemplo, de los resfríos comunes. Sin embargo, virus como el SARS pueden resultar altamente letales. Según la OMS, en la última epidemia falleció entre el 14% y el 15% de los infectados.