Aparecer. En tiempos tecnológicos en los que viajamos basándonos en mapas, páginas y búsquedas virtuales, si no aparecés pareciera que no existís. Por eso era tan esperado el catálogo que acaba de publicarse, reuniendo todos los condimentos de un turismo que florece año a año junto a la naturaleza: el turismo cooperativo, mutual y comunitario. Una flamante herramienta cuyo inmenso valor radica en visibilizar a los emprendedores sociales.

Para Federico Tonarelli, de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA) es la primera vez que existe un catálogo de este tipo y es todo un logro del movimiento cooperativo y mutualista”. Calcula en más de 120 los integrantes principales de este mundo, entre alojamientos, agencias, actividades complementarias al turismo y gastronomía. «Pero hay muchos más, lo estamos relevando con el equipo de Turismo Cooperativo Mutual y de Base Comunitaria que armamos desde la FACTA para asesorar al Ministerio de Turismo».

El catálogo se puede ver en la web de la cartera turística y está diseñado a tono con el programa Ruta Natural de la Argentina para clasificar destinos en los que se pueda disfrutar del entorno que ofrece el territorio nacional con anclaje en hospedajes (hoteles, cabañas y campings entre las principales) y servicios turísticos cooperativos, como agencias de viajes, transportes, excursiones y gastronomía.

“Todos quienes aparecen en el catálogo cuentan con un considerable desarrollo en el tiempo, lo cual permite hablar del turismo cooperativo, mutual y de base comunitaria no como un fenómeno incipiente, sino como un sector con cierta trayectoria y consolidación en el país, además de resignificar una propuesta para un Turismo Solidario y Sostenible (TSS), que valora, difunde y preserva las culturas«, resalta la presentación, que apunta a construir en un futuro «un gran sistema de reservas de los alojamientos en manos de cooperativas y mutuales en todo el país”.

Acorde con La Ruta Natural, el Catalogo de Turismo se clasifica en nueve regiones, del norte de Puna, Valles y Yungas, al sur del Fin del Mundo; de la Selva Misionera a las Sierras Centrales; de la Costa Atlántica al Litoral, Delta y Grandes Ríos. Y al oeste, los Desiertos y los Altos Andes.

Un turismo solidario y equitativo

¿Qué diferencial tiene este modelo turístico? La guía enumera: favorece el arraigo (sobre todo de las juventudes que, por lo general, migran por falta de oportunidades en el propio territorio), la generación de trabajo genuino, y la protección de la biodiversidad; la conservación y puesta en valor de los modos de vida del lugar, y la distribución equitativa de las ganancias. Pensarse dentro (y para) su comunidad. Sobre todo en un contexto como el actual, con la explosión del turismo post pandemia. Hoy el turismo ya ocupa el 9% del PBI.

A su vez, el turismo social y solidario contempla desafíos específicos para su desarrollo en el país, por ejemplo la difusión y visibilización de las propuestas, mejorar sus canales comerciales, lograr llegar a quienes demandan estas prestaciones, e incrementar la articulación interna entre los agentes cooperativos, fortaleciéndose como sector.

La iglesia de Pipinas, una de las localidades con agentes turísticos cooperativos.

Gustavo Aguilera integra la cooperativa del Hotel Tapalqué, en el centro bonaerense. Son tres hombres y siete mujeres, todos de entre 20 y 30 años. «Por cuestiones económicas tomamos la decisión de no invertir demasiado en publicidad y esta herramienta permite ser conocidos en todo el país y posibilita la integración entre hoteles y distintas experiencias turísticas cooperativas, mutuales y de base comunitaria. Estamos felices de poder ser parte de este catálogo que es el primero y esperamos que cada vez más se sumen a la experiencia del trabajo Cooperativo”, confía a Tiempo.

Aclara que son el único hotel en una pequeña ciudad que espera vivir un boom turístico en el futuro cercano con la explotación de termas, halladas en los últimos años. “Como hotel cooperativo recién empezamos, nos fue muy bien la temporada y durante la semana también tenemos ocupación”. Entre sus servicios ofrecen productos regionales como una miel «que también elabora una cooperativa local». Se sabe: lo colectivo y la solidaridad son pilares basales del cooperativismo.

Gran Chaco es la ecorregión boscosa más extensa del continente después del Amazonas y la más grande de bosques secos de América del Sur. Ahí está Posta El Paisanito, un multiespacio de turismo cultural que existe hace mas de 30 años. Cuenta con el sello de la Cámara Nacional de Comercio del Colectivo LGTBIQ+ como lugar seguro e inclusivo.

Arroyo Tapalqué en el pueblo donde el único hotel es cooperativo.

En San Rafael (Mendoza) sobresale Patios del Mediterráneo, un Apart que pertenece a la Sociedad Española de Socorros Mutuos, entidad fundada en 1910 bajo los principios mutualistas. En el Noroeste está la Red de Turismo Rural Valles de Altura que reúne a más de 30 familias. El 72% son originarias. Van desde la zona Patrimonio Mundial Qhapaq Ñan hasta las Yungas y el Parque Nacional Calilegua. Cultura y naturaleza. Ofrecen excursiones, gastronomía y artesanías.

“En tiempos de ultra concentración y cartelización de todas las actividades económicas –concluye Tonarelli–, las organizaciones de la economía social y solidaria debemos ir directamente por la disputa de la torta económica”.

Iguazú.
Foto: APN
Guías del Iguazú

Con las cataratas como telón de fondo surge la Cooperativa de trabajo Guías del Iguazú Ltda. Está compuesta por guías de turismo certificados por el Parque Nacional Iguazú y ofrece «vivencias genuinas exaltando los valores de la solidaridad, la conservación y el compañerismo». Además de las excursiones tradicionales, la cooperativa busca dar a conocer la ciudad de Iguazú y su entorno de una manera distinta, «resaltando la biodiversidad e importancia de su selva paranaense y los rasgos de su multiplicidad cultural». Tiene tres excursiones: Experiencia Mbocay, Experiencia Poilo Miranda y Experiencia Cataratas del Iguazú.

El turismo ofrece servicios sustentables, en armonía con la biodiversidad de su entorno.