El viaje partía de Río Negro y llegaba hasta España, en una aparente mudanza. Pero adentro, entre las pertenencias, había un esqueleto completo de un hadrosaurio y el fósil de la margarita más antigua del mundo, de 47 millones de años. Aunque no solo eso, en total fueron 6400 piezas fósiles con insectos conservados en ámbar como en la película Jurassic Park y huevos de dinosaurios. Así lo encontró la Dirección General de Aduana de Argentina, que en colaboración con la de España, logró recuperar el tesoro paleontológico tras un largo operativo.
“Estamos ante el mayor secuestro de bienes culturales de la historia argentina”, anunció al respecto Guillermo Michel, director general de Aduanas en el comunicado oficial emitido por la entidad.
Los videos e imágenes difundidas muestran cómo los imputados Rodolfo Pedro Corsolini (67) y su hijo Julián Corsolini (43), habían ocultado la verdadera calidad de fósiles de las piezas con dobles fondos en las cajas y contenedores así como el uso de yeso y otros materiales pegados a las piezas, a fin de que no fueran reconocibles a simple vista. Algunas provienen de otros países por lo que Rodolfo Corsolini ya las habría ingresado al país de contrabando.
Un museo extinto
El pretexto del traslado fue la supuesta mudanza a España por parte de Rodolfo Pedro Corsolini, quien había sido dueño del Museo del Lago Gutiérrez “Doctor Rosendo Pascual” de Geología y Paleontología en Villa Los Coihues, Bariloche. El museo era un emprendimiento familiar que funcionó desde 1995 hasta febrero de 2019, fecha en la que definió el cierre.
“El municipio me pide habilitarlo como comercio, pero no entienden que es un museo. Antes de que me humillen, cierro. Mañana me van a pedir habilitarlo como zoológico”, había dicho Rodolfo Corsolini a Diario Río Negro en ese momento.
En diciembre de 2019, según trascendió, Corsolini decidió mudarse a España por una invitación para realizar una muestra itinerante en Murcia y Málaga durante tres años. Ante los demás, seguía presentándose como director de un museo ya extinto. La Aduana resaltó, además, que la entidad no se encontraba registrada ante la Dirección de Bibliotecas y Museos de la Secretaría de Estado de Cultura de Río Negro.
Los detalles del operativo
El gran movimiento desplegado para trasladar y ocultar las piezas alertó a los vecinos de Corsolini, que realizaron la denuncia ante las autoridades de Río Negro. Sin embargo, según informó el comunicado, cuando el aviso llegó a la Aduana, los bienes ya habían salido del país.
Entonces, esa dirección emitió una alerta internacional y solicitó a la Aduana de España la detención e inspección exhaustiva de los contenedores. La Aduana española envió al puerto de Valencia especialistas en bienes culturales que comprobaron la presencia de las más de 6400 piezas de restos fósiles.
En ese momento, el secretario de Cultura de Río Negro, Ariel Ávalos, relató que las piezas habían sido sacadas de la ciudad en abril del 2020, en plena pandemia, durante un fin de semana largo. Rodolfo Corsolini, figura pública rionegrina, quedó en el centro del escándalo.
Cabe destacar que la exportación legal de piezas paleontológicas y arqueológicas requiere el aval del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia y el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), respectivamente, establecidos como autoridades de aplicación por la Ley N° 25.743.
En este caso, los bienes culturales carecían de certificaciones, por lo cual la maniobra indebida constituye una transgresión a los artículos 610 y 954 del Código Aduanero, además de la Ley N° 19.943, de Bienes Culturales.
Desde la Aduana relataron las diferentes maniobras y métodos a los que apelaron los contrabandistas para camuflar las piezas: había una caja de bombones con un doble fondo donde escondían algunas; otras de pequeño tamaño las metieron dentro de cajas de herramientas; había latas con clavos que tenían un doble fondo; lajas con impresiones fósiles a las que taparon con paños para hacer pasar por soportes para piedras.
Incluso encontraron ollas y pavas que en su interior guardaban más restos envueltos en trapos. Y llegaron a cubrir fósiles con yeso y pintura para hacerlos pasar como adornos. La «mudanza» también transportaba minerales que sí estaban declarados correctamente. Aunque entre ellos, metieron el esqueleto completo de un Hadrosaurio. «También había declarado algunos bultos como ‘adorno de dino’ cuando en realidad eran huesos de dinosaurio reales revestidos en yeso», acotaron en el organismo estatal.
La investigación judicial
Los imputados Rodolfo y Julián Corsolini, serán procesados por el delito de contrabando agravado (artículo 864 inciso d) que prevé las penas de 4 a 10 años de prisión. Según informó Aduana, dicha institución se constituyó como querellante en la investigación en su contra, a cargo del juez federal de Neuquén, Gustavo Villanueva -que subroga el Juzgado Federal de Bariloche- y del fiscal federal Rafael Vehils Ruiz.
Según informó La Nación, Rodolfo Corsolini declaró que la totalidad de los bienes le pertenecen como parte de las colecciones del Museo Lago Gutiérrez que tuvo en funcionamiento. Cabe mencionar que fue él quien realizó el descubrimiento del fósil de margarita y su hijo biólogo, también imputado, Julián Corsolini, del esqueleto de hadrosaurio.
No obstante, los elementos arqueológicos o paleontológicos son considerados bienes o patrimonios culturales del lugar en donde fueron hallados. De acuerdo a las leyes vigentes, alguien puede ser poseedor pero no propietario de éstos y se pueden sacar del país para una muestra, pero no de manera definitiva. Por eso la exportación definitiva de bienes arqueológicos y paleontológicos, como sería el caso de la mudanza de Corsolini, es considerado delito.
Durante su descargo, Julián Corsolini aseguró que el dueño de la carga era su padre pero que fue él quien firmó la salida del contenedor, ya que también viajaba a España. Julián, que prestaba funciones en el museo familiar, era empleado dependiente de la Secretaría de Cultura de la provincia.
Una colección devuelta a Río Negro
Según informó Aduana, las piezas fósiles devueltas fueron revisadas por profesionales del Conicet del Museo Bernardino Rivadavia y el INAPL, quienes certificaron su autenticidad. Así, se constató que en la enorme colección de más de 6.400 piezas hay ejemplares de destacado valor histórico, como por ejemplo, el fósil de la flor margarita más antiguo del mundo (de 47 millones de años). También hay huevos de dinosaurio, el esqueleto completo de un hadrosaurio, un amonite de más de 20 centímetros de diámetro y múltiples piezas de ámbar, de millones de años, con insectos preservados en su interior.
La colección fue entregada a la provincia de Río Negro, origen de la mayoría de las piezas, en un acto realizado en el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia. Durante el acto de entrega, Michel, director general de Aduanas, afirmó: “Es un orgullo poder devolver nuestro patrimonio a su lugar de origen. Agradezco enormemente la colaboración del Museo, el INAPL y la aduana española, que han sido determinantes en la recuperación de las piezas”.
Luis Cappozzo, director del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, resaltó el accionar de las diferentes esferas del Estado y “el aporte, cuidado e investigación del equipo de científicos y científicas del Museo en la restitución de este material totalmente valioso”.
Carolina Ragazzon
15 November 2023 - 16:17
y el destino ahora?? saldrá para Chile? cómo se hizo de tantas piezas?