La Cámara Federal de Casación Penal confirmó las condenas para los hermanos Martín y Christian Lanatta y para Víctor Schilaci por uno de los tramos de la triple fuga que protagonizaron entre fines de 2015 y enero de 2016, cuando huyeron de una cárcel de máxima seguridad en la que cumplían sendas prisiones perpetuas por el denominado Triple Crimen de General Rodríguez.
La Sala Segunda del máximo tribunal penal del país ratificó la pena de 10 años de prisión para Martín Lanatta y de ocho para su hermano Christian y Víctor Schillaci, por los delitos de “atentado y resistencia a la autoridad agravado por el uso de armas, lesiones agravadas por haberse perpetrado para procurar su impunidad y la de otros y contra un miembro de las fuerzas de seguridad pública, robo agravado y daño agravado”.
Las condenas habían sido dictadas en noviembre del año pasado por el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, integrado por los jueces María Ivón Vella, Luciano Lauría y José María Escobar Cello. Se trata del tramo de la finalmente frustrada fuga que tuvo lugar en esa provincia.
Por la triple fuga también fueron condenados por el Tribunal Oral en lo Criminal número uno de La Plata a siete años y medio de prisión, por el tramo ocurrido en territorio bonaerense, donde se inició el espectacular raid que se extendió por nueve días.
Sobre los tres pesa, además, una tercera condena, también en Santa Fe: Siete años y medio para Martín Lanatta y ocho y medio para Christian y Schillaci.
Aún resta un cuarto proceso, en territorio bonaerense, por haber baleado y herido de gravedad, con secuelas que aún perduran, a dos policías bonaerenses durante un control en cercanías de la localidad de Ranchos.
Ahora, la Casación rechazó los argumentos –esencialmente técnicos, de calificación de los delitos- presentados por los tres acusados y concluyó que “el órgano de juicio contó con pruebas suficientes para pronunciar la sentencia condenatoria y para establecer las responsabilidades”.
“Los elementos probatorios no fueron considerados en la sentencia en forma aislada, sino que forman parte de un complejo entramado, donde el resultado final se construye a partir de una visión de conjunto, con una adecuada correlación de los testimonios oídos en juicio y los restantes elementos incorporados en forma regular”, añadieron los camaristas Alejandro Slokar, Angela Ledesma y Guillermo Yacobucci.
Martín Lanatta recibió la condena más alta porque hirió con un disparo de fusil en el brazo derecho al comandante de Gendarmería José María Valdez en un campo de la provincia de Santa Fe, donde fueron sorprendidos los prófugos cuando intentaban ocultarse de los múltiples operativos de búsqueda.
En ese contexto, cometieron los delitos de resistencia y atentado contra otros efectivos de Gendarmería que participaban de la búsqueda, robaron una camioneta Citroën Berlingo, radios policiales, chalecos antibala y pistolas reglamentarias de los uniformados. Además, dañaron una camioneta Volkswagen Amarok, con el objetivo de evitar que fuera utilizada en la persecución.
La triple fuga ocurrió el 27 de diciembre de 2015, cuando los Lanatta y Schilacci huyeron en circunstancias nunca debidamente explicadas del penal bonaerense de General Alvear a bordo de un Fiat 128, con un guardiacárcel como rehén, quien fue liberado ileso a poco de iniciado el cinematográfico escape.
El 9 de enero de 2016, después de 13 días prófugos, los tres fueron recapturados en la localidad santafesina de Cayastá.