Glúteos grandes. Con ese nombre y apellido identificó Coto a una clienta en el ticket de envío a domicilio tras haber efectuado la compra. Ahora, la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Rosario confirmó la condena contra ese supermercado, que deberá resarcirla económicamente.
La damnificada es una docente santafesina de 43 años que hace tres años realizó una compra por mil pesos con envío a domicilio, en la sucursal ubicada en el shopping Alto Rosario. Tres días después descubrió que en el ticket del controlador fiscal un empleado había colocado en el espacio para el nombre la palabra «glúteos» y en el apellido, «grandes».
La mujer consideró que fue discriminada por ser obesa, se asesoró y entonces decidió iniciar una demanda judicial por ser víctima de una discriminación «injusta, arbitraria y lesiva». La Ley de Defensa del Consumidor señala que los proveedores no deberán desplegar conductas que coloquen a los consumidores en situaciones vergonzantes, vejatorias o intimidatorias.
En su momento, el abogado de la mujer, Oscar Pandiani, sostuvo que el caso carece de antecedentes en el país tanto «por la modalidad de comisión del hecho, como por el monto resarcitorio». Ella reclamó 500 mil pesos. Hubo una mediación extrajudicial, pero no llegaron a un acuerdo. Hasta que la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de los tribunales provinciales de Rosario confirmó la resolución de primera instancia que había condenado a Coto. Ahora la cadena de supermercados deberá pagarle a la señora la suma de 40.000 pesos, entre capital e intereses.