Mariana Gómez, joven lesbiana agredida por un policía el 2 de octubre de 2017 mientras besaba a su esposa, fue declarada culpable y condenada a un año de prisión en suspenso por la jueza Marta Yungano del Tribunal Oral en lo Criminal nro. 26 de la Ciudad de Buenos Aires. Gómez había sido procesada por la jueza de instrucción María Dolores Fontbona de Pombo por “resistencia a la autoridad y lesiones”. Mientras escuchaba el veredicto junto a su esposa Rocío Girat, activistas feministas y de la diversidad sexual acompañaban en las calles desde las 9 de la mañana.
El miércoles 5 de junio a las 8 y media de la mañana comenzó el juicio oral Mariana. En esa primera audiencia Mariana pudo declarar y contar lo que vivieron el 2 de octubre de 2017. Al terminar agradeció que la jueza la haya escuchado: “Me violaron durante 16 años y nunca logré que me escuchara una jueza. Ahora una jueza me escucha pero como acusada. Voy por la absolución”, dijo a Presentes ese día mientras afuera organizaciones de la diversidad acompañaban y exigían justicia por Gómez, #ProcesadaPorBesar, por lesbiana.
Rocío y Mariana están casadas y ambas pasaron por la experiencia de ser abusadas sexualmente por familiares. En el caso de Rocío fue su padre, el suboficial de la Armada Marcelo Girat, y en el de Mariana su padrastro y el padre de éste. Los dos casos se hicieron públicos en 2014 y fue en ese contexto cuando se conocieron.
“Las dos conocemos la revictimización desde nuestras situaciones de abuso sexual y luego de abuso judicial. Ahora estamos tratando de difundir lo máximo posible porque pueden entrar a nuestra casa en cualquier momento. Tenemos miedo. De que nos golpeen, que nos hagan cualquier cosa como ya nos hicieron, pero no nos vamos a callar”.
Presa por besar
El 2 de octubre pasado, Mariana fue a acompañar a Rocío a tomar el colectivo a la estación Constitución, en el centro de Buenos Aires. Justo en ese momento empezó una tormenta de lluvia y piedras. Entonces, las jóvenes decidieron resguardarse en el ingreso de la terminal de subtes.
No estaban solas: había decenas de personas haciendo lo mismo. También había alguna otra pareja que, como ellas, se reía, se tocaba, o se besaba. Muchas estaban fumando también, como Mariana. “Pero de las que fumaban o se besaban, las únicas lesbianas éramos nosotras”, contó Mariana en su momento.
La obligaron a colocar su cara contra la vereda, “en una actitud de violencia inusitada, pues Mariana nunca se resistió ni ejerció violencia para con los efectivos policiales”. Esto dice la presentación judicial, junto con tres videos que documentan el abuso policial. Mariana fue detenida y quedó en libertad después de las nueve de la noche. La jueza Dolores Fontbona de Pombo dijo en la sentencia que Mariana había dado “golpes” de pecho al oficial Jonatan Rojo.
“Para su fallo, la jueza ignoró buena parte de la parte de la prueba: ofrecimos el testimonio de Rocío, la esposa de Mariana y algunas filmaciones y no les dio importancia. Sólo se basó en el testimonio de los dos policías y del empelado de Metrovías y enfocan todo el hecho en que fue por fumar en un lugar prohibido y que la resistencia a la autoridad fue consecuencia de tratar de impedir eso”, dijo Teszkiewicz a Presentes.