La panadería «La Unión», uno de los sitios más emblemáticos de la localidad de Tolhuin, en Tierra del Fuego, será reconstruida «en tiempo récord» luego del incendio que la devastó por completo el pasado sábado, a partir de una «lluvia de donaciones y acciones solidarias» producidas en las últimas horas, según confirmó el propietario del negocio, Emilio Sáez.
El comercio ubicado a mitad de camino entre las ciudades de Ushuaia y Río Grande, fundado hace 37 años y famoso por sus visitantes ilustres y por su escultura en homenaje al cardiocirujano René Favaloro, se quemó íntegramente a raíz del cortocircuito producido en una heladera, de acuerdo a lo establecido por las primeras pericias policiales. El fuego no sólo redujo a cenizas la totalidad del establecimiento, por donde antes de la pandemia circulaban unas 5.000 personas por fin de semana, sino que dejó sin fuente laboral a 25 familias.
Sin embargo, diferentes donaciones, colectas y muestras de solidaridad animaron a Sáez a encarar la reconstrucción de «La nueva Unión» en unos pocos meses. «Es una fantasía. No tengo ni idea si podré cumplirlo. Pero me propuse reabrir el 13 de abril, que es la fecha de la muerte de mi padre. La construcción no es tan difícil. Vamos a hacer una panadería más moderna y con más comodidades», contó el comerciante ya recuperado del shock ocasionado por el incendio.
«No sé de dónde sale esta fuerza interior. Algunos dicen que estoy loco. Lo cierto es que 37 años de mi vida se consumieron en dos horas, y siento que tengo más fuerza que antes», afirmó el hombre de 67 años. Desde que la noticia del siniestro recorrió los medios de comunicación, Emilio no para de recibir muestras de apoyo, algunas inesperadas hasta para él mismo.
Un turista italiano, que viaja todos los años a la Patagonia, inició una colecta en euros. «Ya le dije que por ahora no es necesario, pero él insiste en que me tengo que dejar ayudar. Es increíble cómo vuelven las pequeñas manos que uno ha podido dar a lo largo del tiempo», señaló Sáez.
A través de su cuenta de Twitter, la churrería «El Topo», fundada en 1968 en Villa Gesell y que actualmente cuenta con sucursales en la Ciudad de Buenos Aires, Pinamar y otras localidades balnearias, inició una campaña solidaria mediante la plataforma «Cafecito», y logró reunir $386.000 en menos de 24 horas.
«Estoy muy agradecido con ellos y les he dicho que ese dinero va a ser destinado a reconstruir la escultura en tamaño real de Favaloro. Y si sobra dinero volveremos a hacer el homenaje al ARA San Juan que también podía visitarse en la panadería», confirmó Emilio.
Para ello, el comerciante dijo que ya se había comunicado con el artista plástico Fernando Pugliese, el mismo que había hecho la imagen de Favaloro sentado en una mesa, con guardapolvo y un estetoscopio, y el que también es conocido por haber diseñado el parque temático Tierra Santa y numerosas esculturas realistas dispersas por el mundo, entre ellas la de los cómicos Alberto Olmedo y Javier Portales en la porteña avenida Corrientes. Sáez ya está en contacto con una arquitecta que confeccionará los planos de la nueva panadería, y con la empresa constructora que realizará el trabajo, todo mientras dice «estar en manos» de la compañía aseguradora que lo cubría para este tipo de siniestros.
«El dueño de uno de los aserraderos más modernos de la zona me llamó para donarme todas las maderas que hagan falta. Un hombre vino solo a verme para ofrecerme 30.000 dólares, que por supuesto no acepté. Por momentos siento que estoy en otro mundo, en otra Argentina», reflexionó el comerciante.
Sáez fue catalogado en 2016 como «el mejor jefe de la Argentina», cuando trascendió a la prensa que les pagaba a sus empleados 15 días de estadía por año en su casa de Puerto Madryn. En lo alto de la panadería incendiada también funcionaba una antena con la que Emilio facilitaba el servicio de telefonía e Internet a zonas rurales. Muchos explican en ese tipo de gestos, la andanada de muestras solidarias que sobrevinieron al incendio.