Sólo con los votos de los 34 diputados macristas, y con el rechazo de toda la comunidad educativa, los legisladores oficialistas aprobaron este jueves el proyecto de ley que crea la Universidad de Formación Docente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (UniCABA). De esta forma se concretó la modificación educativa que impulsa el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta frente al rechazo unánime de la oposición (nueve bloques votaron en contra) y de las severas críticas que recibió la iniciativa por parte de gremios docentes, especialistas y educadores.
El proyecto plantea la creación de una universidad que tendrá como “objeto la formación inicial y continua para todos los niveles y modalidades del sistema educativo” y apuesta a que “la nueva universidad articule con los 29 profesorados que deberán pasar por un proceso de evaluación institucional”. El oficialismo modificó el proyecto inicial, que estipulaba la eliminación inmediata de los 29 institutos, sin embargo el nuevo texto no especifica taxativamente qué sucederá con esos profesorados.
Sólo se sabe que el Ejecutivo designará al rector y toda la plana directiva (por lo que la universidad nacerá sin autarquía ni autonomía), y además establecerá una Agencia Evaluadora, que examinará la viabilidad de cada profesorado. Ante esto, todos los gremios –que este jueves estuvieron de paro– hablaron de una «muerte lenta» de los institutos de formación docente públicos. Y remarcaron lo de «públicos», ya que esta Agencia sólo evaluará a los profesorados de este nivel. Los privados, fomentado por un supuesto arreglo entre la Iglesia y la Ciudad, estarán eximidos, tanto de la evaluación como de la necesidad de actualizar el sistema informático de administración, que deberá llevar a cabo cada instituto público, de acuerdo a la ley. Según el Ejecutivo, es para conocer la cantidad de alumnos y docentes que tienen los profesorados: “La matrícula está ligada a los subsidios. Buscamos que se achiquen los márgenes para que se oculte información”.
Además, el expediente faculta al Ejecutivo a “realizar las modificaciones presupuestarias necesarias, a fin de garantizar los recursos indispensables” para el funcionamiento de la UniCABA y le otorga al Gobierno de la Ciudad el poder de elegir el rector de la universidad.
En ninguno de los artículos se especifica cómo será el financiamiento de la UniCABA, dónde funcionará ni de qué manera se integrará con los profesorados ya existentes. El proyecto solamente aclara que “hasta tanto se dote a la UniCABA de presupuesto propio, los gastos necesarios para su organización y funcionamiento serán solventados por los fondos que a tal fin destine el Poder Ejecutivo”.
Desde el miércoles, diferentes sectores comenzaron un acampe en las proximidades de la Legislatura en protesta por esta medida que ahora tiene votos suficientes para su aprobación.
“Estamos acá en el contexto de repudio a la inminente votación del proyecto de UniCaba, cerrando el año con clases públicas, y nos vemos en la obligación de realizar este tipo de reclamos. Llevamos un año de conflicto, tratando de discutir la matriz de un proyecto inconsulto que no recupera las identidades de las diversas instituciones educativas”, manifestó a Tiempo Argentino, Martín Cifuentes, profesor del departamento de Historia del Instituto Joaquín V. González.
Además, advirtió irregularidades y puntos poco claros de la iniciativa de Cambiemos: “Ante este conflicto, desde el oficialismo afirman que esta normativa busca mejorar la educación pública. Como educadores estamos de acuerdo con que la enseñanza debe ser mejorada, pero tiene que ser con la voz y la participación de todos los que estamos diariamente construyendo la enseñanza: docentes, estudiantes, directivos administrativos y toda la comunidad”. Y agregó que que la matriz de fondo “es la destrucción del sistema educativo de formadores docentes frente a un proyecto de universidad que es marketinero y que no tiene en claro ningún tipo de formación concreta para la Ciudad”.
Según Cifuentes, el proyecto inicial tendía a la desintegración de los institutos por lo que no se garantizaba la fuente laboral de los docentes. Además, destacó que aún no queda claro cuál es el tipo de estructura en el ámbito de los educadores: «En el aspecto institucional, se habla de un sistema formador y evaluador. Entendemos que tiene la finalidad de cerrar la matrícula y las fuentes de trabajo».
Los alumnos también se sienten desprotegidos ante este proyecto. Facundo Karazey alumno de la carrera de profesorado de Historia del mismo establecimiento, expresó: «Este proyecto elimina las particularidades de cada institución educativa. Son 29 instituciones y cada una tiene un recorrido pedagógico que se busca derrumbar. Esta normativa dice que busca jerarquizar la educación pero claramente es una cáscara que llevará al recorte en la educación pública».
En la calle, junto al acampe ya desde el miércoles empezó a desplegarse un fuerte operativo en los alrededores de la Legislatura, con un vallado perimetral que aleja del edificio a estudiantes, docentes y militantes. A metros del lugar, en Plaza de Mayo, ya estaba estacionado un carro hidrante, que avanzó hacía la esquina de Perú y Diagonal Sur este mediodía. Mirá el video de lo que pasaba hoy.