Diego nació en Fiorito, entre calles de tierra y sueños de potrero, donde la pelota fue su juguete, su vida, y cada gambeta, una promesa de magia. Dicen que escapó este mozo del sueño de los sin jeta, retando a los poderosos y enfrentando a los villanos, sin más armas en la mano que un diez en la camiseta. Como en el “gol del siglo” a los ingleses o la “mano de Dios” que nos puso de pie, Diego rompió barreras e inspiró a los pibes que sueñan con cambiar su vida con una pelota. No solo era su talento lo que lo hacía grande, sino su esencia de barrio, ese pibe de Fiorito que siempre llevó en el pecho el cariño de la gente.
Diego es amor al pueblo, a la familia y al fútbol. Es bandera en cada rincón del mundo, y su legado vive en aquellos que se atreven a soñar en una cancha. Dentro y fuera de ella, Maradona fue un defensor de los humildes, plantándose firme ante los poderosos. Jugaba desde el potrero, desde la pasión, y eso lo hacía invencible. Para “Pelusa», ser el mejor nunca significó alejarse de la gente; al contrario, levantaba su voz por ellos. Diego era uno más de los suyos, y jamás renunció a sus raíces ni a su orgullo de ser de Villa Fiorito.
Es esta misma esencia, la del hombre que desafió al mundo desde el barro, la que inspira al gobierno de la comunidad a rendirle homenaje. En honor a Diego, el Municipio de Lomas de Zamora presentará “Comunidad de D10S en Fiorito”: un nuevo Circuito Turístico, Deportivo y Cultural en la ciudad que vio nacer a uno de los más grandes ídolos de la historia. La cita será este 30 de octubre, cuando el «10” cumpla 64 años, a partir de las 17 hs en el Parque Diego Armando Maradona, en Recondo 1200. Habrá invitados sorpresa, música en vivo con la orquesta del Centro Cultural Fiorito y una exhibición de camisetas N°10 de los clubes de barrio, como tributo a su legado.
Fiorito, como Diego, abre sus brazos al mundo. “Comunidad de D10S” propone un recorrido histórico por los lugares que marcaron su infancia y que aún guardan la memoria de sus primeros pasos: su casa natal en Azamor 533, con su alambrado bajo y el piso de tierra intacto, la escuela donde estudió y el potrero del club Estrella Roja. Cada rincón cuenta la historia del pibe que se hizo leyenda.
Este sentido homenaje al “10” será una oportunidad para revivir la historia del ídolo que sigue en la memoria de todos y todas.
En Villa Fiorito, el barrio que lo vio crecer, su presencia es tan fuerte como un grito de gol que nunca se apaga. Murales, su casa de infancia y relatos sobre su vida son el mejor homenaje posible al mejor de los nuestros. Diego, Pelusa, el pibe de Fiorito, creció entre potreros y sueños imposibles. Con su sonrisa y su talento de otro planeta, Diego llevó al pueblo en el corazón. No es solo un ídolo, sino alguien que entendía de luchas, carencias y esperanzas compartidas.
Así fue Diego: él que nunca dejó de ser pueblo, el que desafió gigantes y jamás se rindió. Su legado sigue vivo, porque no fue solo el más grande en la cancha; fue quien, en cada gambeta, seguía siendo uno de nosotros: “El Diego”, como lo llama la gente.
Jorge Boido, impulsor de la muestra fotográfica “Un D10S Plebeyo”, reflexiona en diálogo con Tiempo Argentino: “Me llama la atención la cantidad de actividades vinculadas al cumpleaños de Diego, incluso más que en años anteriores. Surgen desde diversos sectores y por diferentes motivos. Se ve claramente una resignificación de su figura por parte de los sectores populares en esta época de crisis económica y política; los sectores del campo popular son quienes ensalzan la figura del «Pelusa”.
Este fin de semana, en honor a Diego, múltiples actividades se han realizado en la Ciudad de Buenos Aires. Boido también estará presente el miércoles en la Escuela Primaria a la que asistió el pibe de Fiorito, situada sobre las calles Campana y Plumerillo, donde se realizará la muestra fotográfica en el aula que llevará el nombre de Diego. Allí se develarán dos murales en homenaje: uno en la fachada y otro en el interior de la escuela.
La jornada se extenderá hasta el “potrero de Dios” en Larrazábal y Chivilcoy, la cancha donde Diego comenzó a escribir su leyenda y que aún conserva su cancha de tierra. Allí se brindará una merienda para los pibes y pibas del barrio, en una acción impulsada por la Fundación Argentinos Juniors, que cada día 10 del mes organiza una merienda en honor a Diego para los vecinos.
Diego sigue siendo el artífice de los sueños de Fiorito y del mundo. En cada rincón donde resuena su historia, su espíritu renace y la leyenda del pibe que desde el barro alcanzó el cielo sigue viva, alentando a cada pibe que sueña con cambiar su vida con la redonda en sus pies.