Desde la mañana del sábado, los alrededores de la iglesia de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, cientos de personas ya hacían fila a la espera de que llegue el domingo, el día del Santo de la Providencia, para ingresar a la parroquia y pedir -o agradecer- por pan y trabajo. La espera para ingresar al santuario data de varios días y se fue intensificando en las últimas horas con largas filas a lo largo de la calle Byron, a un lado y al otro, que se extiende unas seis cuadras desde la Autopista Perito Moreno hasta Cuzco 150, donde se encuentra la iglesia. Algunas carpas y sillas dan cuenta de la permanencia de la gente en el lugar desde hace varios días, en tanto los puestos de comidas, baños químicos y los tradicionales stands de venta de imágenes del santo y otros artículos religiosos colman el paso de la gente que se va sumando a la vigilia.
Bajo el lema que propone la Iglesia este año -«San Cayetano necesitamos tu abrazo de amor para seguir caminando- la celebración comenzará, como en cada festividad, con el primer minuto del domingo, cuando se abran las puertas del santuario y se dé paso a los peregrinos. Será un año más intenso para San Cayetano, debido a la creciente conflictividad social, en un año en el que el desempleo creció a la par de los servicios y llegar a fin de mes se volvió una verdadera epopeya para buena parte de los argentinos. En su reciente carta al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, el papa Francisco afirmó que «seguimos viviendo momentos en los cuales los índices de desocupación son significativamente altos», y agregó, a propósito de esta celebración, que «cuando pedimos trabajo estamos pidiendo poder sentir dignidad; y en esta celebración de San Cayetano pedimos esa dignidad que nos confiere el trabajo; poder llevar el pan a casa».
Por eso, organizaciones sociales de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, con el acompañamiento de las dos CTA, gremios enrolados en la CGT y sectores vinculados a la Pastoral Social de la Iglesia Católica, acompañados por el Partido Justicialista y otros actores políticos, marcharán el domingo desde San Cayetano hasta Plaza de Mayo bajo la consigna «Pan, Trabajo, Techo y Ni un pibe menos por la droga». La celebración popular adquiere así un colorido diferente al de otros años en que los pedidos y agradecimientos tenían un carácter individual, familiar, de amigos o de núcleos parroquiales, para sumar en esta ocasión un pedido colectivo y organizado de trabajadores. La caravana saldrá de Liniers y se irá sumando gente en distintos puntos de la ciudad para confluir frente a la Casa Rosada.