La entrega de los Konex fue esta tarde la caja de resonancia de un clima de época en que no sólo se recortan derechos, también se celebra ese recorte y hasta se lo premia. El llamado “acto culminatorio” de los prestigiosos galardones, que este año reconocieron a personas y entidades en 20 categorías del rubro “Instituciones, Comunidad y Empresa”, se llevó a cabo en el salón de actos de la Facultar de Derecho (por la noche lo transmitirá TN en diferido) y entregó un par de sugestivas distinciones.
El premio de la categoría “Dirigentes, Organizaciones e Iniciativas Sindicales” fue otorgado al Convenio de Productividad de Vaca Muerta, firmado en febrero de 2017, con el auspicio del gobierno nacional, entre las autoridades neuquinas, los gremios petroleros y las empresas YPF, Pan American Energy y Total Austral.
Con la promesa de atraer inversiones y mejorar la productividad, y con la intención de replicarlo en otras actividades, el acuerdo agrega un anexo al convenio colectivo de los petroleros que extraigan recursos no convencionales, con modificaciones –jubilaciones anticipadas, reubicaciones temporales o permanentes, controles de ausentismo más estrictos, eliminación de horas-taxi, menos trabajadores de pozo y continuidad de las tareas con viento en superficie y en altura, entre otras– que, de acuerdo al cálculo de las propias empresas, podrían recortar el costo laboral hasta un 40 por ciento. Un Konex de Platino, por lo tanto, que premia la flexibilidad laboral.
Hubo más galardones. El Hospital Garrahan obtuvo el Konex como “entidad de salud”, y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, como “entidades de la sociedad civil”. Alguna polémica despiertan los entregados al dirigente radical Ernesto Sanz, uno de los fundadores de la alianza Cambiemos, como el legislador más destacado de la última década, a Graciela Fernández Meijide en la categoría “dirigente social”, y a Marcos Galperín, cofundador y CEO de Mercado Libre, como “empresario de la banca, el comercio y los servicios”.
El premio máximo, el Konex de Brillante, fue compartido. Uno de los ganadores fue Luis Pagani, el presidente del grupo Arcor, que en 2008 ya había recibido el de Platino por su trayectoria como empresario de la industria.
El otro fue el INVAP, la empresa de alta tecnología Investigaciones Aplicadas Sociedad del Estado que hace apenas cuatro meses figuró dentro del plan de reducción del déficit fiscal del gobierno. El rechazo de la comunidad científica obligó entonces a la casa Rosada a dar marcha atrás con el ajuste y ratificar los 15 contratos que tiene el Estado nacional con la firma, además de empezar a pagarle montos adeudados que en julio ascendían a 700 millones de pesos.
Para la Fundación Konex, la institución más destacada de la última década es la que, según palabras del presidente Mauricio Macri en su última visita a Bariloche, tenía contratos con el Estado que “eran de la época de la magia, y la plata no está”.
Entre los ganadores de “Instituciones, Comunidad y Empresa” –los Konex repiten rubro cada diez años–, el Konex de Brillante había sido en 1988 para Amalia Lacroze de Fortabat; en 1998 para Roberto Rocca (presidente de Techint, padre de Paolo); y en 2008 para el juez Carlos Fayt.