Una niña de siete años toma un libro antes de dormir en sus manos, observa su tapa y exclama: Pero qué título tan largo. Todavía sentada, Camila lo abre sin bostezo, sigue por las solapas, y después de la primera página pide que le alcancen una birome. Lee en voz alta una placa dibujada: Este libro pertenece a . Escribe su nombre y apellido completos, incluso agrega su segundo nombre: Inés. La niña lo examina tomándose unos minutos. Lejos de dormirse, permanece con atención en el primer relato dibujado. Después, acepta la propuesta de un juego literario: abrir el libro al azar y leer la historia que toque, al estilo del juego de dados, pero en este caso, sacar una página y tirar sobre la cama. Unos minutos más tarde, ella dirá: Tirá otra vez, y así en distintas partidas.
Ella y yo estamos frente a una originalidad literaria gráfica destinada a integrantas e integrantes del mundo infantil (y adulto), que logrará sacudir las charlas, dotando a quien lo lea de un imaginario de mujeres con dominio del talento, ¿equilibradas? y de puesto prominente. Directoras de orquestas, reinas guerreras, activistas, nadadoras, informáticas, atletas, astrónomas, escritoras, biólogas, juezas, científicas, espías. Pertenecerán al mundo de la música, genética, prensa, danza, política, medicina, deportes y un larguísimo y sorprendente etcétera. ¿Y quién inventó el vestidito negro? ¿Quién fue la dama de la lámpara? ¿Qué mujer se atrevió a formar el club de las bananas?
Este libro ha sido reconocido como uno de los mejores ejemplares ilustrados de 2017 y propone una comunidad de niñas (y extensible a niños y niñxs) rebeldes (Rebels Girls), que observarán cómo una mujer puede ser influyente, predecir la paz y reemplazar la violencia circundante. Cómo una mujer crece emocionalmente, surte la vida desarmando máquinas, pirateando el océano, rescatando personas o restaurando ruinas. Durante los días, las tardes o cuando ya todo oscureció: Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes (Planeta) exhibe la esencia igualitaria de las mujeres en el espacio público, en donde las imágenes de lo femenino se enmarcan en retratos de poder extraordinario, ejercen atracción a través de frases seleccionadas y exorbitan los remates con el especial cuidado de las autoras.
Las historias de mujeres extraordinarias cuentan con la dirección editorial y dirección de arte de Francesca Cavallo y Elena Favilli, innovadoras y flamantes creadoras de obras literarias para medios de comunicación infantiles, bajo la marca de laboratorio Timbuktu Labs. Este ejemplar, traducido a docenas de idiomas y financiado en primera instancia de modo colectivo, lleva la participación infalible de docenas de artistas e ilustradoras de todo el mundo, con una lista abultada de dibujantas personalísimas. Del italiano a nuestro idioma tradujo Adriadna Molinari Tato y adaptó Lucero Elizabeth Váquez Téllez.
Claro que sí, había una vez cien historias de mujeres apasionadas, estudiosas, deseantes, observadoras, conductoras, bailarinas, escritoras, ansiosas de saber, tenaces y muy sorprendentes. También encantadas por los libros, valientes, soñantes y, sobre todo, arriesgadas. De todas las épocas y espacios. ¿De espíritu rebelde? Sin duda, fuertes.
Viajeras del tiempo y del espacio, las biografías narradas en formato de cuentos breves ilustrados configuran una sala artística sin fronteras para visitar ilustraciones tan singulares como distinguidas. Basta con abrir el ejemplar y leer – ver el cuadro que se presenta para advertir que a pesar de las amenazas, desvalorizaciones, ejecutores de poder provenientes de dictadores, padres, faraones, amigos, tiranos, hombres expertos, emperadores, poetas famosos, cada mujer extraordinaria, gracias a su lucha, resistencia y talento ha logrado cambiar su vida para siempre, o la de ellas mismas y la de todos, algunas como lideresas de los países de los que provienen.
En muchas de las vidas exhibidas, el punto de partida que se extrae del centenar pone de manifiesto que todas ellas afrontaron situaciones borrascosas ligadas a la infelicidad, miedo, adversidad, complicaciones. En casos, han sido sujetas de duda, prohibidas o reprobadas. Sin embargo, solas o acompañadas, pequeñas, jóvenes o adultas, han logrado ser traducidas, premiadas, doctoradas, gobernantes, voceras de mensajes democráticos y pacíficos. También escaladoras emocionadas alcanzaron la cima a su propio modo.
Al pasar por Ada Lovelace, Cora Coralina, Maria Montessori y otras, cierro el libro cuando la niña está por dormirse. Después de unos días, al preguntarle su opinión sobre este libro que leímos y «con título largo», ella lo valora así: Es muy interesante y muy genial porque te cuenta todo lo de antes, lo de las mujeres y es muy lindo ese libro. Muy divertido, querría decir. ¿Y las conocías? Ella responde: «A unas las conocía, Frida Kahlo por la Liga de Antiprincesas. Otras no las conozco como la supermodelo, la Mamma África y la que no la dejaban conducir un auto, la de Fórmula 1.
Del libro, se desprenderán más imaginarios, músicas y recorridos nuevos off the book. Después de todo, ella se sincera y pregunta directamente: ¿Me lo puedo quedar? Afirmo. Y como proponen las últimas páginas: Escribe tu propia historia y dibuja tu retrato.