Rodolfo «Ruso» José Lorhman y José «Potrillo» Maidana, prófugos desde hace 14 años por el secuestro y desaparición del joven correntino Cristian Schaerer, fueron detenidos por Interpol en la ciudad portuguesa de Aveiro luego de cometer un robo, informó este viernes el Ministerio de Seguridad argentino.
La ministra Patricia Bullrich adelantó que «desde el ministerio ya se tomó comunicación con Carlos Soto Ávila (juez federal correntino) para hacer el pedido de extradición».»Tenemos que ver si Portugal decidirá que pasen la condena por el delito que cometieron en Portugal primero allí y después los extraditan, o si los extraditan por el delito más importante que se cometió, que es el que se cometió acá en la Argentina»
La investigación para dar con ambos, que tenían alertas rojas y estaban entre los delincuentes más buscados del país, se inició a partir de un intercambio de información entre la Policía Federal con las fuerzas de Alemania y Brasil, ante la sospecha de que Lohrman (52) vivía en alguno de esos países, pero no fue localizado.
Posteriormente, se determinó que Maidana (57) residía en Portugal bajo el falso nombre de Jorge Miguel Tavares da Costa y que bajo esa filiación había efectuado envíos de dinero a su hermana a través de la empresa Western Union.
Desde entonces, se inició un intenso intercambio de datos con la Policía portuguesa hasta que se informó de un hecho que fue fundamental para el éxito de la investigación: el arresto de dos hombres por robo a mano armada en la ciudad de Aveiro, situada a unos 250 kilómetros de Lisboa.
Los sospechosos detenidos en la llamada «Venecia de Portugal», por sus canales similares a la ciudad italiana, eran un supuesto ciudadano guatemalteco de nombre José Luis Guevara Martínez y otro de origen búlgaro, llamado Nikola Petkov.
Frente a la inverosimilitud del interrogatorio al que fueron sometidos, se comprobó que los imputados evidenciaban una ostensible coincidencia fisonómica con Lohrman y Maidana, quienes tenían pedido de captura internacional por el secuestro de Schaerer y otros hechos.
Entonces, las Divisiones Dactiloscopía e Individualización Criminal de la Policía Federal llevaron a cabo las pruebas de rigor y a través de sus huellas digitales confirmaron que se trataba de ellos, por lo que se dio aviso a la Justicia correntina y a los otros juzgados de Argentina y Paraguay donde tienen procesos abiertos.
El caso más resonante que se les atribuye a Lohrman y a Maidana es haber liderado el secuestro del estudiante universitario Schaerer (21), capturado la noche del 21 de septiembre de 2003 cuando descendí¬a de su Mercedes Benz para abrir el portón del garaje de su casa del barrio Las Tejas, a 15 cuadras del microcentro correntino.
Durante la investigación se determinó que los secuestradores lo mantuvieron oculto en varios lugares: la localidad de Saladas, a 100 kilómetros de la capital provincial; la ciudad correntina de Paso de los Libres y la brasileña de Uruguayana.
Dos meses después de su captura, Pompeya Gómez, madre de Christian, pagó un rescate de 277.000 dólares en Ciudad del Este (Paraguay), pero el joven, hijo de Juan Pedro Schaerer, un ex funcionario correntino que por causas penales pendientes reside en Paraguay, nunca fue liberado.
Mientras los ahora capturados se mantuvieron en la clandestinidad, el caso tuvo dos juicios orales: en el primero recibieron condenas a 25 años de prisión los líderes de la banda, Cristian Carro Córdoba y Raúl «Caniche» Salgán; 16 años Gonzalo «Paraguita» Acosta y 12 años Claudio Cornelli Belén.
En tanto, en un segundo debate habían sido absueltos el resto de los imputados, pero la Cámara Federal de Casación Penal condenó en 2013 al policí¬a Miguel Angel Ramí¬rez (18 años) y a los hermanos Sergio y Oscar Salgán (17 años), Marí¬a Esther Sudo (17 años) y su hijo, Jorge Sudo (11 años).
Otro hecho que se les atribuye a ambos es el secuestro del empresario Claudio Stefanich (31), quien el 16 de mayo de 2002 fue capturado en su zinguerí¬a de la localidad bonaerense de Villa Adelina, cuando dos delincuentes armados lo obligaron a subir a un vehículo.
Stefanich permaneció ocho dí¬as cautivo en una casa de El Palomar con los ojos vendados, esposado y encerrado en un cuarto donde sus captores lo golpeaban y le daban poco de comer.
El secuestro terminó cuando, luego de que la familia pagara 256.000 dólares de rescate, la Policía logró interceptar en Martín Coronado al auto en el que Stefanich era trasladado y se detuvo a tres delincuentes.
Al «Ruso» y al «Potrillo» también se los acusa de tres secuestros en Paraguay: el de Cecilia Cubas, hija del ex presidente paraguayo Raúl Cubas Grau, y el de las empresarias gastronómicas María Elizeche y María Elena Vargas.
Además, están imputados por la muerte de un niño de 10 años a causa de una sobredosis de calmantes y la tentativa de homicidio del padre de Christian.