El fiscal federal de Bahía Blanca, Santiago Ulpiano Martínez, a cargo de la causa por la desaparición de Facundo Astudillo Castro, pidió que se investigue la actitud de los policías que en plena búsqueda del paradero del joven de 22 años, fueron hasta la casa de su exnovia, en Bahía Blanca, de manera “informal”. La justicia ordinaria local analizará la maniobra y las presuntas «irregularidades» que habrían cometido los agentes de la Bonaerense.
De esta manera, a instancias del fiscal federal, los fiscales Marcelo Romero Jardín y Leila Scavarda, estarán al frente de este nuevo expediente judicial que se desprende de la causa que lleva adelante Santiago Ulpiano Martínez, a pesar de haber sido recusado hace unos días atrás por la propia familia de Facundo.
Según informaron hoy a Télam desde el área de prensa de la fiscalía federal, «en concreto los hechos se circunscriben al trato dispensado a algunos integrantes de la familia de su exnovia en el marco de diligencias investigativas».
Una de las fuentes consultadas explicó que el oficio se «planteaban algunas irregularidades en el trabajo policial que denunciaron algunos testigos», a partir de lo cual ahora «habrá que ver si eso es cierto».
«Estas irregularidades habrían ocurrido cuando intervino la justicia provincial y de los testimonios que tomaron efectivos de la bonaerense», indicó el vocero y agregó que «al parecer los testigos se habrían sentido intimidados por la forma en el que les preguntaba o les hablaba la policía».
El viernes pasado, la página web del Ministerio Público Fiscal de la Nación (www.fiscales.gov.ar) puntualizó que desde la dependencia que conduce Ulpiano Martínez se informó oficialmente que tanto la exnovia como el excuñado del joven desaparecido el pasado 30 de abril, denunciaron haber sufrido «presiones y vejámenes».
«El hostigamiento narrado por los testigos, claramente delictivo, que dio lugar al pertinente requerimiento de instrucción y por el cual -en su caso- habrán de responder penalmente los numerarios, pareció más bien un accionar tendiente a despejar el manto de sospecha con el que fueron cubiertos a raíz de la desaparición de Facundo», sostuvo el informe oficial.
«Claramente expresó la exnovia que la pregunta insistente que le hacían era sobre el paradero de Astudillo; las presiones y vejámenes a las que fue sometida -junto con su hermano-, se orientaban más bien a encontrarlo», indicó el comunicado de fiscales. De esta manera, se desprende que el fiscal federal no vincula esta maniobra de la Bonaerense con la desaparición del joven, como pretende la querella en manos de los abogados Leandro Aparicio y Luciano Peretto, quienes denunciaron que la policía actuó de manera corporativa para encubrir el destino final del chico.
El fiscal federal reforzó su tesis al señalar que su análisis de la situación coincide “en lo que expresó la querella respecto a que le exigían que reconozcan la existencia de algún crimen para con Facundo», pero en el sentido de «si ellos (los testigos) le habían hecho algo, o si sabían qué le podría haber pasado».
«Su hermano incluso ´accedió´ -bajo una evidente coacción por parte de los agentes- a que ingresaran en su domicilio y registraran el inmueble en su búsqueda», concluyó el informe.
Facundo lleva 102 días desaparecido y el viernes pasado su familia recibió un nuevo revés por parte del fiscal Ulpiano Martínez, quien rechazó su pedido para detener a cuatro policías de la provincia, lo que evidenció aún más las diferencias que mantiene con la querella.
«Este fiscal es un símbolo de lo que está todo mal en la Justicia argentina, por eso pedimos nuevamente su recusación y convocamos a todos los organismos de Derechos Humanos para que nos acompañen», dijo a Télam el abogado Aparicio, que representa a la madre de Facundo, Cristina Castro.
Es que la querella había pedido la detención de los policías del destacamento de la localidad de Mayor Buratovich, Mario Gabriel Sosa y Jana Curuhinca quienes retuvieron en la ruta a Facundo cerca de las 10 del 30 de abril; del oficial del destacamento de la vecina Teniente Origone Alberto González, quien volvió a ver en la ruta al joven horas más tarde; y de la agente Siomara Flores, quien dijo haberlo llevado en su auto particular hasta un lugar cercano a Bahía Blanca.
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que el fiscal Ulpiano Martínez había pedido semanas atrás la detención de Sosa y Curuhinca pero la jueza María Gabriela Marrón las rechazó por insuficiencia de pruebas.
Además, Ulpiano Martínez relativizó el hallazgo de un amuleto que, según la madre de Facundo, pertenecía al joven, en el destacamento policial de Teniente Origone al que pertenece González, al considerar que se trata de «un dato indiciario» pero que «restan medidas pendientes que refuercen dicha tesis».
El abogado Aparicio consideró que la decisión del fiscal de no acompañar los pedidos de detención de los policías son «excusas», por lo que insistió en su reclamo de «separarlo de la causa».