Poco más de 3 kilómetros separa a la sede del gobierno porteño de la Escuela N° 11 DE 5 “República de Haití”. Pero la distancia entre el barrio de Barracas y Parque Patricios no puede medirse sólo en kilómetros cuando en el medio existen otras ‘distancias’ vinculadas a la desidia, a la falta de empatía y a la nula contención social. Las últimas horas de éste 22 de agosto serán recordadas en el tiempo: Un reclamo de justicia sostenido a viva voz, entremezclado con lágrimas, abrazos y puños en alto en memoria de M, la menor de 11 años que estudiaba en la escuela de Barracas y que falleció la semana pasada. Esta tarde se movilizaron miles de personas de la comunidad educativa y otros sectores para repudiar la ausencia del Estado porteño que desencadenó en esta muerte. “Queremos justicia por nuestra estudiante”, exclamaron sus maestras que durante todos estos años acompañaron la formación, el crecimiento y estuvieron al lado de la familia en los momentos más difíciles.
La concentración comenzó pasadas las 17 en las puertas de la escuela en Osvaldo Cruz y Lafayette. Más de siete cuadras de bicicletas, autos, y miles de personas de a pie, entre amigos, amigas, docentes, referentes educativos y sociales, que acompañaron el reclamo de toda la comunidad educativa. “El gobierno porteño tuvo tiempo de sobra para brindar contención social. La situación de M la conocían incluso desde antes de que ella ingresara a nuestra escuela por la situación de vulnerabilidad en la que se encontraban su hermana y hermano más grandes, que ya estudiaban en nuestra escuela”, revela a Tiempo la docente Alejandra Giusti, minutos antes del arranque de la movilización encabezada por una bandera de arrastre con la leyenda «NI UNX PIBX MENOS. NIÑECES DIGNAS».
La interminable fila de manifestantes avanzó hacía su primera parada, la Escuela de Educación Media N° 6 del Polo Educativo de la Villa 21-24, donde se sumaron cientos de personas más. “La responsabilidad del gobierno de la Ciudad es evidente. Durante todos estos años no quiso intervenir en esta situación de vulnerabilidad extrema que estaba atravesando esta familia”, remata Alejandra. Las consignas históricas de la comunidad educativa porteña acompañaron la marcha: “Más presupuesto para educación”, “Vacantes para todos los pibes”, y “Con hambre no se puede estudiar”, entre otras tantas.
“Yo no recuerdo en estos últimos años una movilización tan importante y sentida como esta”, reflexiona en diálogo con Tiempo Mariana Scayola, secretaria general del gremio docente Ademys. A medida que avanzaba la caravana se iban sumando más vecinos y organizaciones del barrio que a diario militan en la zona para mejorar la calidad de vida de las y los vecinos. “La escuela estuvo siempre al lado de M y su familia, pero la escuela sola no puede, como dicen las maestras que encabezan la marcha desde arriba de la camioneta. Lo que ha pasado con esta nena sabemos que podría pasar con muchas de nuestras chicas y chicos sobre todo de los barrios de la zona sur”, agrega Scayola. “Es por eso el reclamo que se gestó por M que nos estremece, pero que tiene responsables: la ministra Acuña y el jefe de gobierno Rodríguez Larreta que en ningún momento salieron a dar una respuesta pública. Lo que estamos exigiendo es un plan de emergencia integral para estas escuelas”.
La segunda parada fue la Primaria Común N° 10 “Deán Diego Estanislao de Zavaleta”, situada en Iriarte e Iguazú. Allí se sumaron a la caravana cientos de personas de esa comunidad educativa al grito de “justicia por M”. Ailén Galante, docente de la Escuela 11, puntualizó sobre las falencias del distrito 5 en cuanto a cantidad de profesionales que se encuentran en el Equipo de Orientación Escolar (EOE) y en el restos de los organismos del Estado para brindar apoyo y asistencia social: “El vaciamiento del Estado es en todos los sectores. En el EOE hay siete personas a la mañana y siete a la tarde, que asisten a más de 1050 niños y niñas y que en cada escuela del distrito aterrizan una vez cada dos semanas. Verdaderamente no dan abasto”.
Desde la comunidad educativa también pusieron en discusión la Ley 114 de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires que no tiene recursos destinados a hacerla cumplir. Además, reclaman el accionar inmediato del Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes que “es un organismo que sí cuenta con recursos y no entendemos como no actúa como corresponde”, agrega Galante.
La última parada previa a la llegada a la sede de gobierno porteño, fue en la Escuela Infantil N° 11, en la esquina de Monteagudo y Los Patos. “Las escuelas venimos padeciendo este vaciamiento y esto tiene un correlato en el día a día que tiene que ver con la precarización laboral de las áreas de la niñez, que son los organismos con los que nosotros nos vinculamos para abordar las problemática de las niñas y niños”, explica a Tiempo Pablo Francisco, titular de la Comisión de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT) de UTE.
Al llegar a Uspallata al 3100 donde se encuentra la sede del gobierno porteño, colocaron cientos de grullas de papel en las inmediaciones. “La grulla para la comunidad educativa de la escuela 11 DE 5, y de la villa 21-24, surgió como un símbolo a partir de la muerte de una de nuestras niñas, en diciembre de 2014”, explican en un comunicado. Es “por la llamada ‘bala perdida’, en 4to grado quedó una silla vacía en nuestra escuela. Pero en ese momento, como ahora, salimos a denunciar que el Estado fue el responsable. En esa ocasión, porque la gendarmería liberó la zona, porque la ambulancia no llegó a tiempo, porque las condiciones básicas de nuestres niñes son derechos vulnerados”, agregan
El cierre del acto contó con la lectura de un documento redactado por la comunidad educativa de la escuela 11: “Pasaron siete días desde que tenemos una silla vacía en nuestra escuela. Siete días de mucha angustia, bronca y dolor, porque el abandono y la desidia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se cobró la vida de nuestra estudiante”, arrancó. “Sobre todo porque se podría haber evitado, con políticas públicas que garanticen los derechos de nuestras niñeces, porque la escuela sola no alcanza. Hoy nos toca como comunidad de la villa 21 -24 / Zavaleta afrontar esta pérdida, pero somos conscientes de que esta situación podría pasar en cualquier otra villa o barrio vulnerado porque vemos la injusta realidad que atraviesan les niñes de la zona sur de esta ciudad.”, suma.
El documento hizo un recorrido por los diferentes sectores del Estado vacíos de profesionales y de presupuesto. “Por todo esto responsabilizamos al gobierno porteño que con sus políticas de abandono, de vaciamiento, de desfinanciación y subejecución de presupuestos permitió que esto ocurriera (…) ¡Hoy denunciamos: Soledad Acuña cómplice, Rodríguez Larreta responsable! ¡El sur de la ciudad también existe!¡Nunca más una silla vacía en nuestras escuelas!”