Bajo el lema “Un balde no es un baño”, la organización Modulo Sanitario visibilizó un problema que en la Argentina afecta a más de seis millones de personas que no cuentan con un baño. En el marco del Día Mundial del Inodoro, pusieren de relieve la situación con un enorme inodoro en las escalinatas de la facultad de Derecho de la UBA.
«La falta de baño afecta principalmente en la salud, pero también en el desarrollo integral de las personas», explicó Matías Nicolini, uno de los impulsores de la campana. Se estima que la mitad de la población mundial (3.600 millones de personas) no cuenta con servicios de saneamientos seguros, según un relevamiento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Al lado de las escalinatas de la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), ubicada en la avenida Presidente Figueroa Alcorta 2263, en Recoleta, los integrantes de la organización instalaron un enorme inodoro para visibilizar esta situación.
El objetivo también es invitar a los visitantes a que acompañen y se sumen a la causa, incluso a través de las redes sociales, con el lema #UnBaldeNoEsUnBaño.
«Para las mujeres y niñas esta situación es más grave ya que las expone a riesgos de acoso o hasta abuso cuando deben salir de sus hogares en búsqueda de un baño o utilizar letrinas de estructuras precarias por donde las pueden espiar», agregó Nicolini.
Tener acceso a servicios de saneamiento gestionados de forma segura, en combinación con servicios de agua potable y buenas instalaciones donde mantener los hábitos de higiene, son base de la salud pública, establece un documento difundido por la Ong.
Con la intención de sacar el velo a los tabúes acerca de los inodoros y convertir el saneamiento en una prioridad de desarrollo mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 19 de noviembre el Día Mundial del Retrete.
La resolución fue aprobada el 24 de julio de 2013 y pide a los Estados Miembros «promover cambios de conducta y la implementación de políticas que aumenten el acceso al saneamiento entre los grupos más desfavorecidos, así como un llamamiento a finalizar la práctica de la defecación al aire libre, extremamente peligrosa para la salud pública», según informa el sitio de ONU.
Según datos de la Organización mundial de la Salud (OMS), en 2019, cada día «más de 800 niños y niñas menores de cinco años, mueren en el mundo por diarreas relacionadas con el consumo de agua insalubre, un saneamiento inseguro y una higiene deficiente».
Desde Módulo insisten en que «la desnutrición y enfermedades diarreicas se vinculan a la falta de higiene, producto de la inaccesibilidad a espacios donde realizar estos hábitos».