La empresa de marketing estratégico electoral Cambdrige Analytica (CA) nació en 2013 como rama de la Strategic Communication Laboratories (SCL), firma británica dedicada proporcionar «datos, análisis y estrategias a gobiernos y organizaciones militares de todo el mundo», según su página web. Allí se jacta de que por más de 25 años hizo «programas de cambio de conducta en más de 60 países y hemos sido formalmente reconocidos por nuestro trabajo en defensa y cambio social». SCL fue creada por Nigel John Oakes, un inglés educado en el exclusivo colegio Etoncon y con estudios en Psicología en la University College London.
En CA, SCL contó con un socio de bolsillos amplios y deseos de «cambiar la conducta» en su país, Robert Mercer, aportante a las campañas de los republicanos, y sponsor de Ted Cruz en la interna y de Donald Trump para presidente. Lo llevó Steve Bannon, un ultraderechista y primer estratega en jefe de Trump.
CA creció en reputación tras el triunfo del Brexit y de Trump. En una cámara oculta del Channel 4 News del Reino Unido, su manager, Mark Trunbull, afirma que participaron en decenas de elecciones, como las de Kenia, México y Brasil (en la actualidad, aclara). Explica que se especializan en «llegar hasta el fondo del cubo» en los miedos de la gente para ver qué tan arraigados están, y desde allí operar en consecuencia. «Una campaña no se trata de hechos, sino de emociones», puntualiza. Y señala que trabajan con ¿ex? espías del MI5 y el MI6, capaces de encontrar «cualquier esqueleto en el placard» de los opositores al candidato.
El CEO, Alexander James Ashburner Nix, otro Eton College, cuenta en ese video que trabajan «en las sombras» y para no dejar huellas usan de tapadera a empresas de Gran Bretaña o Israel.
Facebook quedó expuesta por la filtración de datos personales de sus usuarios. CA fue allanada para ver qué cadáveres hay en sus despachos. Nix fue separado de su cargo y la firma dice que no actúa como Nix y Turnbull dicen que actúan. «