Sin demasiados anuncios ni celebraciones, la Legislatura porteña aprobó este jueves un proyecto de ley remitido por el oficialismo porteño para que la decisión sobre la modificación de las calzadas o la realización de Calles de Convivencia deje de pertenecer a la Legislatura y sea una atribución discrecional del Poder Ejecutivo.
La iniciativa se enmarca en un contexto de rechazo de numerosos grupos de vecinas y vecinos a proyectos denunciados como “inconsultos” como las “Calles Verdes”, “Calles compartidas” o el Parque Lineal Honorio Pueyrredón (foto). Ahora, la gestión de Horacio Rodríguez Larreta (y sus sucesoras)
“El proyecto del GCBA busca legalizar una metodología autoritaria que Rodríguez Larreta intentó llevar adelante en proyectos como ‘Parque Lineales’, ‘Calles Verdes’, ‘Calles Compartidas’ y que la Justicia rechazó al considerar que decisiones de esas características tienen que pasar por la Legislatura, tal como indicaba la Constitución y el Código de Tránsito y Transporte”, plantearon María Eva Koutsovitis, Jonatan Baldiviezo y Alejandro Volkind del Observatorio del Derecho a la Ciudad.
La Ley N° 4026 del 2011 incorporó la definición de Calles de Convivencia en el Código de Tránsito y Transporte como “calle o tramo de la misma destinada preferentemente a la circulación peatonal, donde se admite la circulación restringida de vehículos. La velocidad máxima en ellas es de 20km/h”.
Sólo pueden circular por las calles de convivencia vehículos cuyo peso máximo sea de 3,5 toneladas. Quedan exceptuados los vehículos de emergencia, de transporte postal, de valores bancarios, los que presten servicios o realicen tareas de abastecimiento a establecimientos ubicados en una calle de convivencia. El carácter de calle de convivencia a una arteria o tramo de la misma debía “disponerse por Ley”. Un ejemplo fue la calle Uspallata entre Iguazú y Atuel, en sentido a la calle Monteagudo.
Cuando se promulgue y se reglamente la ley N° 1364 votada ayer, el Ejecutivo podrá tomar decisiones sobre ellas a través de “Actos Administrativos” (desde “intervenciones peatonales” hasta rotondas, estrechamientos de calzada, dársenas de estacionamiento, mobiliario urbano o superficie cementada) que luego informará a los legisladores como un acto puramente formal, a pesar de que la Constitución de la Ciudad en su artículo 80.2 dispone que la Legislatura legisla en materia de “obras y servicios públicos, cementerios y tránsito y transporte”.
«La constitución dice que eso es potestad indelegable de la Legislatura. Este proyecto busca que las ‘Calles de Convivencia’ ya no se voten por ley y darle esa potestad al Ejecutivo de manera definitiva», advirtió el legislador porteño Juan Modarelli (FdT). Todo el bloque que votó en contra.
Y completó: «Hace tiempo que dicen que la Legislatura es la escribanía de Larreta pero con esto pasamos a ser su mesa de entradas, le damos la potestad de que haga lo que le parece».