«La metodología no ha cambiado, la Provincia encontró una forma de identificar sus demoras y corregirlas, cosa que nosotros seguimos haciendo permanentemente», aseguró días atrás el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, tras conocerse la actualización de 3500 nuevas muertes por covid–19 en territorio bonaerense. Sin embargo, los números en CABA distan de estar actualizados, y crece la polémica en torno a la información oficial. Si el virus actúa igual en AMBA, Europa o EE.UU., con porcentajes de letalidad similares ¿Por qué de un lado de la General Paz habría muchos más fallecidos que del otro? ¿O el problema está en qué admite cada distrito?
Santiago Olszevicki, analista de datos, publicó que «en los últimos 15 días, CABA reportó casi 200 muertes correspondientes al mes de julio. Estamos en octubre y siguen agregando a diario fallecidos de esos días. Al momento, y solo con los agregados en estos últimos 15 días, las muertes de julio aumentaron un 22%». Y agregó: «Se carguen de a poquito o de golpe, esto revela que las muertes que a priori se escapan son muchas y en todos lados. Es fundamental desarrollar los sistemas que permitan subsanar estas demoras y olvidos para que lo que veamos sea lo más cercano a la realidad posible».
De acuerdo a lo informado de manera oficial por las autoridades sanitarias porteñas del 25 de septiembre a principios de octubre, 291 de los 552 decesos correspondieron a agosto, o a meses previos. Es decir, un 53%. De ellos se destaca julio en el que, con los números actualizados, el índice de letalidad sube a más del 3%. «CABA parece estar poniéndose al día, cargando muchos fallecidos de julio y agosto. Cargó 500 fallecidos en los últimos 8 días. Parece que es ‘esconder muertos’ cuando lo hace Buenos Aires todo junto, y no CABA cuando lo hace de a poco», apuntó el investigador del Conicet, Rodrigo Quiroga, bioinformático y docente de la Universidad Nacional de Córdoba.
La Red Argentina de Investigadoras e Investigadores en Salud (RAIIS) elaboró un documento «acerca del subregistro de las muertes ocasionadas por Covid-19», en el que se refieren al sub-registro de muertes que ocurrió en Provincia: «para les que trabajamos en este tipo de sistemas, sabemos que ante escenarios de catástrofes las dinámicas se ven alteradas. En este sentido dos cosas se vuelven importantes, por un lado, la identificación del problema, y por otro la corrección del mismo».
«La estrategia para identificar dicho problema consistió en utilizar información proveniente de distintas fuentes independientes –continúan–. Por un lado, se utilizó el Sistema de Gestión de Camas desarrollado por la Provincia. El mismo centraliza información de las camas ocupadas por pacientes. Luego, mediante un entrecruzamiento de bases de datos se logró identificar aquellos casos que se encontraban en el Sistema de Gestión de Camas y no en el SNVS, y viceversa.
Ahora bien, para poder identificar este hecho es necesario contar con un sistema paralelo al SNVS que capte información y pueda ser comparada. Aquellas Provincias que no cuentan con un Sistema de Gestión de Camas centralizado no pueden realizar dicho cruce y, por lo tanto, no detectan el problema. La corrección (y confirmación) del número de muertes fue gracias al uso de la información de las actas de defunción del Registro Provincial de las Personas (Actas Digitales del Registro Provincial de las Personas de Bs.As), digitalizadas, lo cual permitió compensar la demora en la carga de los datos en las bases de datos de estadísticas vitales».
«Según la ley Nº 14.078 la inscripción del fallecimiento se debe producir dentro de las 48 horas producido el mismo. Este sistema logra no sólo identificar los casos no reportados en el SNVS, si no también actualizar la información. Es de esperar que los sistemas de información se tensionan en tiempos de desastres o catástrofes como la que estamos viviendo. El desarrollo del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires logró identificar esta problemática y proponer una solución», completan.
¿Pero qué pasa en otras provincias? A modo de ejercicio conceptual, RAIIS proyectó la cantidad de muertes esperadas para las jurisdicciones con circulación comunitaria al 9 de septiembre. Sostienen que el porcentaje de muertes en función de los casos confirmados (diferente de la tasa de letalidad, que tiene en cuenta la totalidad de los casos) puede ser un indicador para proyectar la cantidad de muertes en las otras provincias. «Tomando como ciertos los datos en la Provincia de Buenos Aires y considerando que el porcentaje de muertes por casos confirmados es una propiedad de la enfermedad y no del territorio, realizamos la proyección del sub-registro en la Provincia. Para realizar esto asumimos que: la proporción de muertes sobre casos confirmados por edad es homogénea, la subnotificación de casos confirmados es homogénea, no asumimos diferencias por sexo».
Bajo esas consideraciones, la tabla demuestra que el subregistro en Córdoba sería del 60% (445 muertes, sobre las 178 actuales), el de Mendoza sería del 55%, Neuquén del 45%, Jujuy el 39%, Salta del 56%, Río Negro del 27%, Santa fe llegaría al 69% y CABA rondaría el 50%, con casi el doble de los 2565 fallecimientos admitidos hasta la semana pasada, que la RAIIS escribió el documento.
La Red de Investigadores de Salud concluyó: «realizando un ejercicio conceptual identificamos que existe un potencial subregistro de muertes en las provincias analizadas. Con lo antes expuesto, entendemos que dicho subregistro podría extenderse a nivel nacional. Para que esto pueda ser resuelto en tiempo y forma deben tomarse medidas en las tres principales falencias que se observan tienen las provincias. Por un lado, la falta de un sistema de información complementario al SNVS, la digitalización de los registros de defunción y la incorporación de personal capacitado para dichas cargas. Es necesario agilizar los sistemas de información para nutrir a las estadísticas públicas de datos de manera más ágil y dinámica que permitan generar información para la toma de decisiones de manera oportuna».