La familia y amigos de Hernán Andrada, el joven wichí desaparecido desde el 10 de diciembre, cuando se internó en El Impenetrable chaqueño en busca de algún animal para comer, pasó la nochebuena y la navidad en medio del monte: ese acampe en la intemperie fue la manera que encontraron para estar más cerca de Hernán y, al mismo tiempo, visibilizar el reclamo. “Les pedimos a las autoridades que nos ayuden. Las comunidades de la zona nos sentimos muy abandonadas”.
La mañana del 10 de diciembre, Hernán, un joven de 26 años y padre de tres hijos, salió de su casa en el paraje Nueva Población, en el pobrísimo norte chaqueño, para mariscar en el monte y llevar así algo de comer a su familia. Solo sus perros volvieron.
“Acá es muy difícil conseguir alimentos. Hay que ir hasta la Misión Nueva Pompeya, que queda a unos 15 kilómetros. Lo que hizo Hernán es algo común cuando no tenés para darles de comer a tus hijos. Se metió en el monte a cazar una paloma, una charata, un conejo, algo que tenga un poco de carne”, explica María Yacante, de la comunidad wichí de Nueva Población y militante de la Corriente Clasista Combativa (CCC).
Desde entonces, y organizados en grupos, la familia y los amigos de Hernán no dejaron de rastrear el monte con la esperanza de encontrar algún indicio o señal de vida. Así, lograron reconstruir que el joven llegó hasta la zona del Parque Nacional La Fidelidad, en el límite con Formosa, pero sus huellas se pierden frente al río Bermejito, lo que hace pensar que tal vez lo haya cruzado.
Desde el Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir difundieron este lunes que “en el día de hoy llegarán grupos de hermanes desde otras comunidades de la Nación Qom, y la Nación Wichí de Sauzal y Wichí el Pintado, para ayudar en la búsqueda y apoyar el corte de la Ruta Juana Azurduy ya que hasta ahora no hay novedades del hermano”.
El acceso a Misión Nueva Pompeya está bloqueado desde el 13 de diciembre para exigirle al gobierno provincial que ponga a disposición todos los recursos del Estado en el operativo de rastrillaje.
Desde el entorno del gobernador Jorge Capitanich respondieron que “la investigación es exhaustiva durante el día y la noche” e informaron que ya se activó el protocolo de búsqueda de personas establecido en la Ley provincial 6285”, sin embargo, desde las comunidades insisten en que no recibieron apoyo oficial.
“No tenemos ningún tipo de asistencia. Después del corte de la ruta, el gobierno mandó un helicóptero para volar sobre el monte, pero fueron solo tres horas. Después, nunca más nos atendieron ni nos dieron información. Queremos saber cómo están buscando a Hernán”, se queja Yacante.
En el paraje Nueva Población son unas 60 familias campesinas, entre wichís y criollos, a las que todo le cuesta mucho. Allí, Hernán trabaja como copero –por servir la copa de leche– en un comedor para chicos y adultos. Con su pareja tienen tres hijos de 10, siete y cinco años.
“Es muy triste –concluye Yacante– todo lo que estamos sufriendo los wichís. Se hace muy difícil comer en pandemia. Les pedimos a las autoridades que nos ayuden. Las comunidades de la zona nos sentimos muy abandonadas”.