“La consigna es que se anule el proyecto que aprobaron el 30 de diciembre. Esto tiene las mismas características del Chubutazo: un rechazo a las medidas, que se vuelva para atrás”, comparó Carolina García Curilaf, de la Asamblea Por un Mar Libre de Petroleras, sobre el “Atlanticazo”, la convocatoria coordinada entre más de 20 puntos del país para repudiar la medida aprobada por el Ministerio de Ambiente y la Secretaría de Energía el anteúltimo día del año pasado, que permite avanzar con la exploración sísmica y extracción de petróleo en las costas del Mar Argentino.
“Nos pusimos en contacto con todas las asambleas ambientales del país y pudimos construir una red. Eso es importante, sabemos sus problemas ambientales, ellos saben los nuestros y nos vamos potenciando”, remarcó Curilaf, quien también integra la Ecoasamblea de Parque Camet. “En la provincia de Buenos Aires, Miramar, Villa Gesell, Necochea, Bahía Blanca, San Clemente, también desde el sur de Chubut y hasta con Tierra del Fuego se ha coordinado, porque logramos construir una red de resistencia. Sabemos que este modelo extractivista es el mismo para todo el país, son problemas comunes”. A partir de las 17, las protestas se extenderán por distintos puntos de la Costa Atlántica bonaerense.
Flavia Broffoni, politóloga, ambientalista y miembro de Extinción o Rebelión (XR), destacó que la consigna del “Atlanticazo” fue definida por las asambleas de la Costa Atlántica el mismo 30 de diciembre, cuando el Ministerio de Ambiente autorizó la exploración sísmica a la empresa Equinor, asociada con Shell. Lo destacado es que existió un proceso de audiencia pública convocada por el mismo Ministerio donde más del 90% de las exposiciones se pronunciaron en contra del proyecto, que tiene como objetivo la identificación de hidrocarburos en el lecho del Mar Argentino para instalar plataformas offshore en un contexto de crisis climática donde deberíamos estar reduciendo las emisiones de efecto invernadero”. Broffoni agregó que la medida “no solo atenta contra la atmósfera, el clima, en absoluta contradicción con el Acuerdo de París, sino que la generación de sismos produce afectación y daño irreversible en la diversidad marina”.
La especialista cuestionó que la aprobación se diera a un día del final de año. “Es lo que se hace siempre, sacar resoluciones o leyes en sesiones extraordinarias sobre temas sensibles para la ciudadanía y se aprueban sin más para que pasen desapercibidos en medio de las fiestas. Esto es lo imperdonable para (Juan) Cabandié. Por eso hay muchas organizaciones y personas pidiendo su renuncia”. Y añadió: “Una de las cosas que dijo Cabandié es que este proyecto era del gobierno anterior y había sido aprobado con (Mauricio) Macri y (Sergio) Bergman y se iba a revisar todo porque estaba siendo un negociado. Se demuestra que los proyectos de base extractivista trascienden a los espacios político partidarios”.
Voces a favor y en contra
A medida que creció el rechazo y se convocó al “Atlanticazo” de este martes, también emergieron las voces a favor de la aprobación de la exploración sísmica por parte de Equinor. Por caso, el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas difundió a través de su cuenta de Twitter algunas “aclaraciones” en torno al proyecto. “Lo primero, es que se trata de una iniciativa del Estado Nacional y no de empresas extranjeras que vienen a ‘saquear’ un recurso local”, aseguraron. Y agregaron: “Pero, además, esto no es nada nuevo. La Argentina busca hidrocarburos en su mar desde hace más de 90 años. Desde entonces, se han perforado 187 pozos en el lecho marino y se han producido algunos hallazgos de interés, sin incidentes ambientales significativos”. Detallaron que “en las costas bonaerenses, por caso, se han registrado desde 1960 unos 50.000 kilómetros de sísmica y se perforaron 18 pozos; el último en 1997, algunos de ellos relativamente cercanos a la costa. ¿Ocurrió algún desastre ecológico? La respuesta es un rotundo NO”.
Desde ese espacio destacaron que “por primera vez el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible participa en la aprobación de los estudios de impacto ambiental. Esto incluye la realización de una audiencia pública”. Sin embargo, el resultado de la audiencia fue de rechazo mayoritario a la medida, que siguió adelante.
El mismo día de la aprobación, la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas emitió un comunicado de rechazo. “En un contexto de crisis climática y ecológica, la expansión de la frontera fósil forma parte del pasado. Es una tecnología obsoleta que debe entrar en desuso cuanto antes y esos fondos ser desviados hacia la construcción de la infraestructura necesaria para una transición energética justa y popular”, plantearon. En contraposición con el IAPG, que denunció “una embestida sin precedentes en contra de los hidrocarburos, que hoy representan la mitad del consumo mundial de energía. No es cierto que en el corto plazo puedan ser reemplazados con energías renovables. Y la demanda energética va en aumento”.
Para las y los abogados ambientalistas, “desde el punto de vista ecosistémico, es necesario destacar que ante la acidificación y contaminación de nuestros mares y océanos, los proyectos de explotación de combustibles fósiles en el mar son la antesala de un auténtico ecocidio que no solo va a afectar al mar, a la ballena franca, lobos marinos, delfines y muchas otras especies, sino que también puede convertirse en una catástrofe que recaiga sobre el mar y las playas de uso público e incluso actividades productivas como la pesca”.