El brasileño Fernando Andrés Sabag Montiel, de 35 años, fue decidido a matar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Las imágenes que captaron el momento dan cuenta que gatilló a centímetros del rostro. Dos veces. Ahora, el equipo de investigación desandará los pasos y reconstruirá el hecho. Pero, ¿qué pudo haber pasado técnicamente anoche para que no saliera la bala? Florencia Adorante, periodista, licenciada en criminalística y perito en mecánica de armas, brinda a Tiempo algunas de las posibles razones.
La especialista aclara que el arma que habría sido utilizada por Sabag Montiel es “una pistola semiautomática, Bersa Lusber 84, de fabricación argentina. Debatiendo con colegas me comentaban que justo ese modelo fue hecho con fines de exportación. No era muy utilizada acá. Es de uso civil”.
Respecto a las razones de por qué no salió la bala, Adorante indica que “por ahora se maneja la hipótesis de que se debió a un error humano. El atacante no accionó la corredera hacia atrás antes de disparar. Por ende, había cinco municiones en lo que es el cargador pero ninguno estaba en la recámara alineado en lo que es la aguja percutora para poder ser impactado y que salga el proyectil”.
“Por el momento, fue un error humano –insiste la mujer–. Ahora va a haber cierta cantidad de peritajes. Se van a analizar los mecanismos de la pistola, de la munición, si era apta para el disparo, la pólvora, si era recarga, un montón de peritajes”. Además, se espera la realización de un “revenido químico para internar recuperar la numeración y poder dar con la identificación del arma, de dónde provino, quién fue el dueño, si fue adquirida en el mercado ilegal. Esta persona no estaba registrada en la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) que regula las armas en nuestro país”.
Adorante reconoce que “puede ser que se trabe el arma, que salga mal la munición, que esté mal puesto el cargador, son muchísimas las opciones. Por ahora, lo que trascendió es que por una inexperiencia del atacante, por nerviosismo o por cualquier otra situación, no accionó la corredera hacia atrás”.
Sobre la posibilidad de que la pistola haya sido gatillada en dos oportunidades, la especialista menciona que “sin tener la corredera hacia atrás, puede gatillar todas las veces que quiera porque el disparo no va a salir”.
Por otra parte, Adorante graficó que “a la altura que le estaba apuntando probablemente se trataba de un disparo mortal. Más allá de que haya gente que sobrevive a un impacto a la cabeza, porque la bala entra de forma tangencial o cualquier otra situación. Un disparo en el rostro lo más probable es que sea mortal. La verdad es que no se puede presumir qué hubiese pasado porque por suerte no pasó”.
El atacante buscaba un arma
Varias personas que tuvieron contacto con el sospechoso declararon en los medios que estaba obsesionado en conseguir un arma desde hacía mucho tiempo. De hecho, tiene antecedentes penales en ese sentido y se encontraron cien balas en su casa. “Ahora se va a empezar a perfilar a este sujeto. Las entrevistas que le hicieron en Crónica y todo lo que se pueda reconstruir va a ser clave. Incluso para establecer si es imputable o inimputable.
Para que se aplique el Artículo 34 del Código Penal y se lo declare inimputable significa que no tuvo que entender la criminalidad del acto o si tiene algún trastorno de la personalidad. Aparentemente, sabía muy bien lo que hacía”, concluye la perito.