El fuerte operativo policial que se desplegó para reprimir la manifestación de cientos de personas frente a la Legislatura de Jujuy durante la mañana del 20 de junio, mientras se juró de forma intempestiva la constitución provincial con una reforma ampliamente resistida, alcanzó a los trabajadores de prensa que se encontraban en las inmediaciones.
La jura se encontraba programada para las 18.30 horas y, dado que cientos de columnas de sindicatos, comunidades indígenas, estudiantes y docentes de diferentes puntos de la provincia se dirigían al recinto legislativo en su repudio, el gobernador Gerardo Morales decidió adelantarla. La jura se produjo alrededor de las 11 AM, lo cual provocó el enojo de los manifestantes que ya habían llegado a la zona. Algunos de ellos forzaron el ingreso al edificio legislativo y comenzó, por parte de la Policía de Jujuy, una represión indiscriminada.
Es el caso de Marcos Sierras, artífice de una de las fotos del día, del manifestante tirado en el piso, con la sangre desparramándose por el piso. Persona que sigue en estado crítico. En ese contexto, el propio reportero sufrió agresiones.
“La cámara me cubrió de que no me pegara en el ojo”
En conversación con Tiempo, el fotoperiodista freelance, Marcos Sierras, contó que “a poco de comenzar la represión y habiendo tirado las vallas los manifestantes, se formó un cordón policial hacia mitad de cuadra donde estaba la Legislatura jujeña, empiezo a sacar fotos para registrar eso y lo que veo es que empiezan a caer piedras muy cerca de mí, piedras chiquitas y no tanto”.
En ese momento, Sierras comenzó a fotografiar el cordón de infantería y logró sacarle fotos a policías “que estaban con gomeras, apuntándole a los fotógrafos y a los cámaras, nos apuntaban y nos tiraban”, aseguró. A pesar de que creyó que no le apuntarían, debido a la distancia en que se encontraba, un policía le lanzó “con la gomera una piedra y me pega en el costado del lente, entre el lente y los controles de la cámara, por suerte no me hizo nada, el golpe iba a la altura de mi ojo izquierdo, la cámara me cubrió de que no me pegara en el ojo”, expresó.
“Si me hubiese agarrado, me hubiese literalmente vaciado el ojo”, aseguró. Asimismo, dio cuenta de que, en ese contexto, supuestos manifestantes empezaron a sacar gomeras y a a tirar piedras en contra de los manifestantes que cruzaban. “Se hacían pasar por fotógrafos o por periodistas y después la gente los reconocía y les decía ´vos me habías dicho que eras periodista o que eras fotógrafo´ y estaban tirando con la gomera al lado del policía con una escopeta”, detalló Sierras. “La hostilidad fue terrible, la mayoría de los cámaras y fotógrafos hemos recibido algún perdigón de bala de goma en las piernas pero nada de gravedad”, manifestó.
“Dos policías me dispararon dos veces”
En la mima línea, el corresponsal gráfico Eduardo Castilla, dijo a La Izquierda Diario que las fuerzas de seguridad “están disparando balas de goma y la misma Policía está tirando piedras, incluso con gomeras. Le están disparando a la prensa, a mí directamente dos policías me dispararon dos veces, de manera directa al cuerpo, una me pegó y la otra no”. Asimismo, detalló que llevaba chaleco con la inscripción “Prensa” y que le dispararon a pesar de que estoy identificado como periodista. “La represión es violentísima y es la única forma que tiene Gerardo Morales de acallar una protesta que tiene una enorme legitimidad”, aseveró
Daniel Bello, de Télam, y movileros de TN, fueron también agredidos. Este domingo, la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) y el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) exigieron la “inmediata liberación de los periodistas detenidos en Jujuy”, en referencia a dos corresponsales que se encontraban realizando una cobertura en las zonas de movilizaciones: Luciano Aguilar y Camilo Galli.