El pasado viernes, hace apenas cuatro días, este diario daba cuenta de que los casos de perros que atacan personas se repiten. Pero que la novedad surge en la Justicia, donde empiezan a poner el foco en sus dueños. Hay un dato que genera alarmas a nivel social: en menos de un mes hubo dos hechos con perros que mataron niñas. En junio fueron dos pitbull que atacaron a una nena de año y medio a su abuela en Santa Fe. Y ahora, en Córdoba, dos dogos hicieron lo propio con Trinidad, una chica de 15 años.
“Pido mil perdones a la familia, no fue mi intención, no fue la intención de esta casa”. La frase pertenece al dueño de los animales, José, en diálogo con Eldoce.tv este mediodía. Aseguró que él estaba de viaje. Fue imputado por el delito de «homicidio culposo y lesiones culposas». Los animales también terminaron muertos por un vecino, cuando luego de atacar a la joven ingresaron a su domicilio a perseguir a sus mascotas.
Hay puntos en común con otros ataques anteriores de otros perros: ya tenían antecedentes de violencia. “Cuando los soltaban, nos encaraban a nosotros, nos alejábamos y volvían a atacar a la nena”, denunció una vecina que presenció el ataque a Trinidad.
La adolescente de 15 años falleció en la madrugada del lunes a raíz de las heridas provocadas por dos perros dogo argentino que se escaparon de la casa en la ciudad de Córdoba. El hecho ocurrió el domingo por la tarde en el barrio Estación Flores, en la zona sur. La adolescente fue abordada cuando había salido a pasear, en la calle Bucarest al 4800. Llegó a ser derivada en grave estado e inconsciente al Hospital de Urgencias Municipal.
Había sufrido graves heridas en la cabeza, con traumatismos de cráneo y cervical. La intervinieron quirúrgicamente, pero no sobrevivió: falleció de un paro cardio respiratorio.
Los dogos también atacaron a un hombre de 40 años, quien se encuentra fuera de peligro. Luego se metieron en la casa de otro vecino del barrio para atacar a la mascota de ese hogar, y el dueño los mató a cuchillazos.
Maximiliano, el vecino de 28 años, detalló en declaraciones radiales: “Tomé la cuchilla y les di un par de chuzazos. Debía defender a mi familia. Ese fue el coraje. ¿Y si no los paraba ahí? ¿Adónde los parábamos? A media cuadra había seis chiquitos jugando. ¿Qué es lo que hubiera pasado? Habría sido una masacre”.
Noelia Ballesteros, la tía de Trinidad, afirmó a medios locales. “Me da bronca, esta gente tenía denuncias porque los perros salían, atacaban y no hicieron nada. Tuvo que pasar esto y la que perdí fui yo. Ya no la tengo conmigo, me duele en el alma. No puedo hacer nada para que me la den de nuevo”.
Homicidio
La semana pasado en Santa Fe imputaron por el delito de «lesiones gravísimas» a un hombre de 45 años que es dueño de los dos perros raza pitbull que el 24 de junio atacaron a una niña de un año y medio y a su abuela en un barrio de la capital santafesina.
En el Tribunal añadieron la figura de dolo eventual porque «la situación violenta era previsible y al imputado no le importó». El imputado es un hombre identificado con las iniciales C.A.S. Se encuentra detenido desde el lunes acusado de «lesiones gravísimas» en el caso de la niña, que sigue en terapia intensiva del hospital de niños de Santa Fe, y de «lesiones graves» en el caso de la abuela.
El fiscal Omar De Pedro, que investiga el caso en representación del Ministerio Público de la Acusación (MPA), apeló a la figura de dolo eventual. «No estamos ante un hecho culposo, como podría ser una violación al deber de cuidado», aseguró.
Los perros «mordieron a la mujer hasta que cayó al piso y luego se abalanzaron sobre la menor”, por lo que «ambas resultaron con lesiones en diferentes partes del cuerpo», apuntó.
El ataque ocurrió el 24 de junio a las 22. Los implicados fueron dos canes de raza Pitbull, una hembra de pelaje negro y blanco y un macho marrón y blanco, “ambos tienen gran porte físico”, y contaban con antecedentes violentos.
El fiscal acotó: «Es claro que la situación violenta era previsible y al imputado no le importó; es decir, sabiendo que podía pasar lo que ocurrió, el hombre investigado fue indiferente».
Y aclaró que «de forma subsidiaria, las lesiones se endilgaron con culpa, a fin de que, si el tribunal de un futuro juicio oral considera que así fueron cometidas, el resultado no sea una absolución por no haberse planteado esa alternativa”.
En una audiencia encabezada por el juez Sebastián Szeifert, el fiscal señaló que “el imputado tenía conocimiento del alto riesgo que representaban sus canes”, debido a que “ambos contaban con antecedentes de ataques sumamente agresivos hacia otros animales y personas”.
Los perros «mordieron a la mujer hasta que cayó al piso y luego se abalanzaron sobre la menor”, por lo que «ambas resultaron con lesiones en diferentes partes del cuerpo que pusieron en serio riesgo sus vidas”. Las víctimas fueron salvadas por la intervención de vecinos del barrio que, «al advertir que el imputado observaba la situación desde la vereda, le entregaron a sus animales para que los contuviera”.