Gustavo el «Oso» Pereyra, ex integrante de La Doce, la barrabrava de Boca, fue asesinado este martes en su casa. Le dieron siete balazos cuando estaba en la ducha en su departamento del Barrrio Don Orione, en Rafael Calzada. Un hombre se presentó en su casa y cuando lo atendió en una habitación para hablar en privado le disparó. Según los primeros informes, el cuerpo tenía al menos siete impactos de bala y en el cuarto se encontró la vaina de un octavo disparo.
El «Oso» compartía la casa de Rafael Calzada con su madre, que fue quien le abrió la puerta al agresor. Según sus primeras declaraciones, se trataba de un hombre que se presentó y pasó, mientras el «Oso» se estaba bañando. La mujer aseguró que su hijo lo conocía; además, ella pudo escuchar los disparos desde otra habitación e identificar al supuesto agresor ante la policía.
Según los investigadores, el asesinato no estaría vinculado a cuestiones de la barra de Boca, sino a asuntos personales o un ajuste de cuentas por otros motivos. Pereyra murió en el hospital Oñativia a donde lo habían trasladado. La autopsia se realizará en la morgue judicial de Lomas de Zamora.
Pereyra estuvo durante muchos años vinculado al mundo barrabrava. Formó parte de La Doce y hasta fue una de la mano derecha de Rafael Di Zeo, el histórico jefe de la barra xeneize, con quien estuvo procesado y compartió la cárcel en Ezeiza. Allí ambos se pelearon y, según cuentan quienes frecuentan el paravalanchas de Boca, Pereyra no regresó cuando salieron de aquel penal.
Pereyra y Di Zeo fueron condenados, junto a otros barras de Boca, por los incidentes en el amistoso que Boca disputado con Chacarita en la Bombonera, en marzo de 1999. Les dieron tres años y 10 meses de prisión y compartieron el pabellón del penal de Ezeiza.
Durante varios años, como suelen hacer los barrabravas, trabajó como «guardaespaldas» y «fuerza de choque» de algunos sindicalistas, donde estuvo involucrado en varios escándalos, como un tiroteo en una fiesta. Pero el pasado 27 de septiembre, Pereyra fue detenido junto a un barra de River, Jonathan Kresta, con quien compartía la tribuna de la cancha de Claypole. Según dijo Juan Manuel Lugones, titular del Aprevide, estaban formando una ONG pensando en viajar al Mundial de Rusia 2018.