Impulsado por distintas organizaciones sociales, el Acampe Feminista se plantó esta tarde frente a la Plaza de los Dos Congresos, con la lectura de un documento consensuado en el cual se denunció fuertemente la inacción del Estado: “No se le puede hacer frente a la violencia hacia las mujeres con $ 11 por mujer”.
Además de la presencia de la actriz argentina Thelma Fardín, de la mesa de apertura participaron Marlene Wayar, periodista y activista trans; Jésica Azcurraire, coordinadora de La Casa de las Mujeres y las Disidencias de La Poderosa en la Villa 21; Jaqueline Flores, referente de CTEP y MTE; Natalia Molina, de La Dignidad; Flavia Romero, del Frente Popular Darío Santillán; y María Claudia Albornoz, de La Poderosa Barrio Chalet.
En la presentación, resonó la voz de Fardín: “Lo que está pasando con este Acampe Feminista excede cualquier cosa que pueda llegar articular con mis palabras. ¡Y faltan dos días todavía para el 8M! No me quiero imaginar lo que va a ser esto”. Y también hizo mención a la visita que realizó a La Casa de Las Mujeres y las Disidencias de La Poderosa, en la Villa 31: “Lo que viví en el barrio con las chicas, recibir su apoyo y su abrazo, me da fuerzas. Nos quieren separar, pero nos tienen acá juntas y siendo cada vez más. Ya no hay vuelta atrás”.
La periodista y activista trans Marlene Wayar expresó: “Nuestro colectivo es tan pequeño y frágil que agradezco que La Poderosa abrace a las travas de los barrios, a quienes yo no puedo abrazar de manera completa. Eso me da una paz enorme. Complejizar por qué paramos, nos cuesta. Pero seguiremos exigiendo el deber de extirparnos al patriarcado, porque fuimos educadas en este sistema”.
Jésica Azcurraire, vecina de la Villa 21, aseguró: “Estamos hartas de hacer el trabajo del Estado y que el nuestro ni siquiera sea considerado como tal. Por eso, este viernes paramos, aunque esto implique perder el sueldo del día, perder la ganancia de la venta ambulante, del negocio en el barrio, de la cooperativa que no produce. Nosotras dependemos de nosotras mismas pero paramos también para visibilizar nuestro trabajo”.
Por su parte, Jaqueline Flores afirmó: “Esta rebeldía no la vamos a entregar, la de este feminismo popular que nos hace gritar que no somos mano de obra barata de ningún gobierno ni de ningún opresor. Las mujeres en su conjunto tenemos derechos no cumplidos como el de la emergencia habitacional”. Y prosiguió: “Lo que construimos en los barrios se llama amor, y ellos no lo tienen. Por eso, que nadie, nunca, nos haga creer que por ser mujeres no valemos nada”.