Ocho expolicías acusados de participar de la represión que causó la muerte del docente Carlos Fuentealba, durante una protesta en Neuquén en 2007, comenzarán a ser juzgados este miércoles en la causa conocida como Fuentealba II.
«Es muy importante que se produzca este juicio porque tiene que sentar el antecedente de que la policía jamás puede actuar de esa forma», manifestó hoy en declaraciones radiales la viuda de Fuentealba, Sandra Rodríguez, y agregó que «lograr una condena es parte de la defensa de la democracia».
Asimismo, recordó que el entonces gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, no fue imputado en la causa y expresó que «tiene una gran condena social, hoy vamos a juzgar a los funcionarios de su gobierno que estaban al mando de él».
El exjefe de la policía de Neuquén Carlos Zalazar, el exsubjefe Moisés Soto, el exsuperintendente de Seguridad Metropolitana Adolfo Soto, el exjefe del Departamento de Seguridad Metropolitana Jorge Garrido y el exdirector de Seguridad Mario Rinzafri están imputados por abuso de autoridad y encubrimiento, y serán acusados por la querella que representa a Rodríguez y a sus dos hijas.
También serán acusados solo por la querella, integrada por los abogados Marcelo Medrano y Ricardo Mendaña, los policías Aquiles González y Julio César Lincoleo que se encuentran imputados por encubrimiento agravado.
En tanto, el policía Benito Matus (imputado por abuso de armas y lesiones leves), será acusado por la querella y por el fiscal jefe Maximiliano Breide Obeid de la Unidad de Delitos Ambientales y Leyes Especiales del Ministerio Público Fiscal de Neuquén.
El tribunal, integrado por los jueces Raúl Aufranc, Luis Giorgetti y Diego Chavarría Ruiz, dará inicio mañana a las 8.30 a las audiencias que se extenderán hasta el 14 de marzo.
La Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) realizará este miércoles un paro por 24 horas y se movilizará a las 8 hasta las puertas de la Ciudad Judicial, ubicada en Leloir y Entre Ríos de la capital neuquina, para acompañar a Sandra Rodríguez.
El maestro Carlos Fuentealba murió por el impacto en la cabeza de una granada de gas lacrimógeno disparada por el cabo de la policía neuquina Darío Poblete el 4 de abril de 2007, durante una manifestación del gremio docente en la ruta nacional 22, en cercanías del paraje Arroyito.
Por el hecho, Poblete fue condenado a prisión perpetua por ser responsable del delito de homicidio calificado con alevosía.