En tono electoral, los precandidatos del PRO a la presidencia y a la gobernación de la provincia de Buenos Aires, Patricia Bullrich y Néstor Grindetti, presentaron junto al secretario de Seguridad y actual intendente interino de Lanús, Diego Kravetz (hasta que Grindetti vuelva de su papel como presidente de Independiente) un nuevo programa: «Armas no letales».
Con ellas dotarán a los agentes de la Policía Municipal que recorran las calles de este partido del sur del Gran Buenos Aires. Lanús da un paso más allá de la discusión de las Taser y se convierte así en el primer municipio en incorporar este tipo de armamento para los integrantes de los equipos de Seguridad Ciudadana y PRI, sin necesidad de que sean aprobadas por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC).
Los efectivos estarán provistos de pistolas Bersa de aire comprimido, denominadas «Byrna» que disparan proyectiles cinéticos o químicos calibre 68. Dicho de otra manera, postas de goma y gas pimienta.
Según se informó, estas armas son de producción nacional y resultan efectivas a una distancia de hasta 18 metros. Tienen un cargador de cinco municiones y se venden en armerías, evitando así el registro del organismo encargado de controlar toda actividad vinculada con armas de fuego, explosivos y otros materiales controlados.
«Empezamos a conversar con Bersa. Probamos tanto armas cortas como largas en la lógica de tener un equipamiento distinto que nos permite intervenir en situaciones que hoy se resuelven de forma equivocada o no se resuelven«, explicó esta semana a los medios Kravetz. «Hoy ante un conflicto con un cuchillo, el agente no tiene otra opción que sacar su arma reglamentaria y disparar. Esto da otras opciones», acotó.
El director de Justicia y Seguridad del CELS, Manuel Tufró, remarcó a Tiempo: «se hacen estos anuncios en un contexto electoral sin dar a conocer ningún tipo de protocolo de cómo se las va a usar ni cuál es el objetivo. Porque si la idea fuera reducir la letalidad policial tendrían que remplazar las armas de fuego con estas armas en determinados escenarios. Sino más que reducir la letalidad, lo que hacen es ampliar la gama de situaciones en las que la policía usa armas. Y eso no está bueno. Es un poco lo mismo que ocurría con las Taser: mientras no haya un protocolo y no se sepa para qué las van a usar, todo es como un anuncio muy rimbombante pero muy poco serio».
La presentación de las armas se realizó en la Escuela de la Policía Local, en Gerli, donde se capacitará a los agentes en el uso de las mismas, según informó Kravetz, sin dar más detalles. Aun así, recalcaron que las primeras unidades se empiezan a usar ya. «Esta clase de armas no requiere autorización de ANMaC ni de ninguna otra autoridad. Cuando quisimos comprar las Taser, la Provincia de Buenos Aires no nos dejó. Esto no requiere de la autorización de ningún organismo distinto a la Municipalidad«, se atajó Kravetz.
«Son unas armas símil a una pistola de puño, pero funciona por gas comprimido –continuó el mandatario–. La idea es tenerlas para repeler cierto tipo de agresiones que nos permita no usar la escopeta, que es la que más se usa en el Conurbano. Esto nos da un diferencial importante». Sin embargo, todavía no informaron cuáles serían esas agresiones. Ni el protocolo a efectuar.
Esta iniciativa del Municipio de Lanús se da en medio de un contexto de discursos punitivistas, en el que las políticas de seguridad se configuran como una de las banderas de batalla predilectas de la derecha. Sobre todo en la Provincia, donde a pesar de que la tasa de homicidios está a la baja en los últimos años, los delitos violentos no cesan.
Lanzado a la campaña, Grindetti adelantó que «esta tecnología de prevención tiene que extenderse a todos los municipios del Conurbano, hay que dejar de lado los falsos debates anacrónicos y entender que la seguridad tiene que ser una política de Estado del próximo gobernador con convicción, conocimiento del territorio y coraje». «
Baja de homicidios en Provincia
La Procuración de la provincia, a cargo del macrista Julio Conte Grand, informó los datos delictivos del 2022. Se destaca que los homicidios dolosos (asesinatos cometidos con intención de matar) se redujeron un 10% en un año: de 797 asesinatos en 2021 a 716. Respecto al 2018, bajó un 27,1%. Lo que también cayó fue el porcentaje de homicidios en ocasión de robo (40,5% en un año). Y nuevamente los «conflictos interpersonales» representaron el mayor motivo de asesinato, más que los robos. En mujeres, los femicidios son el 63% de los asesinatos, y por robos solo el 10%. En la provincia lo que sí aumentó fueron los delitos contra la propiedad.