Aunque la igualdad de género se nos presenta todavía más como una meta que como una realidad, es posible y necesario destacar los avances y las transformaciones que tuvieron lugar en la última década. Desde Grow consideramos que la manera de abordar esta problemática no es la misma que tiempo atrás, y esto se debe en gran medida a los aprendizajes que nos han dejado una serie de hitos que compartimos como sociedad.
Solo por mencionar algunos, en 2015 nuestro país se convirtió en el epicentro de las movilizaciones contra los femicidios a partir de la convocatoria del colectivo Ni Una Menos, que luego se extendió a distintos países de la región y del mundo. Este salir a las calles, implicó una toma de conciencia sobre la gravedad de la violencia de género y permitió entenderla como un problema social. Además, mostró cómo las nuevas generaciones levantan la bandera por la igualdad de género y la inclusión.
Desde entonces, las movilizaciones se hicieron más frecuentes y convocantes. Algunos ejemplos: en Argentina cada Encuentro Nacional de Mujeres tiene más participantes que el anterior; y en EE.UU la Women’s March (2017) contra Donald Trump fue la más grande desde la guerra de Vietnam. A su vez, el Día Internacional de la Mujer, que se conmemora desde 1975, volvió a ser un día para visibilizar desigualdades, al punto que en 2017 fue acompañado por un Paro Internacional de Mujeres. Por su parte, el W20 permitió darle mayor relevancia a la agenda económica de género al postular que no hay desarrollo posible sin una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral.
#MiráComoNosPonemos
Hacia fines de 2018, la denuncia por violación de Thelma Fardín contra Juan Darthés fue un punto de inflexión por al menos dos motivos. Primero, porque un grupo de mujeres (Actrices Argentinas) se organizó para legitimarla públicamente. Segundo, porque abrió la puerta para hablar sobre las relaciones interpersonales en el trabajo y las instituciones adquirieron conciencia de que tenían que contar con protocolos de acción para abordar la violencia y el acoso laboral.
En línea con este último punto, en 2019 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó el Convenio 190 contra la Violencia y el Acoso Laboral, que ya fue ratificado por nuestro país. En él se plantea que la violencia sucede en múltiples ámbitos y que afecta en mayor medida a mujeres y otras identidades de género. A partir de este Convenio, las organizaciones que emplean tienen un rol activo en la eliminación de la violencia y el acoso en el trabajo.
¿Hacia dónde vamos?
La creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad representa una institucionalización de la perspectiva de género en el ámbito público y al mismo tiempo plantea el desafío de transversalizar este enfoque en cada área, sector y política pública. En contexto de pandemia, se pudo observar cómo este último punto aún está lejos de ser efectivo ya que en las decisiones de aislamiento estricto no se contempló el impacto negativo que podían tener en mujeres con alta carga de cuidado, trabajadores/as informales y hogares monoparentales, entre otros.
Si bien en la última década la igualdad de género llegó a entenderse como una meta necesaria y la violencia finalmente es considerada una problemática social y estructural, todavía falta mucho camino por recorrer. Las instituciones deben seguir trabajando para promover el desarrollo profesional de las mujeres y otras identidades de género de manera integral en todas sus prácticas, procesos y políticas. Desde Grow seguiremos acompañando a las organizaciones en este camino.