El 13 de febrero, en la víspera de San Valentín –la fecha comercial por excelencia para celebrar el amor– se conmemora el Día Internacional del Preservativo como eje de una estrategia pensada por las organizaciones que bregan por la concientización y la prevención de las infecciones de transmisión sexual y los embarazos no deseados con algo tan simple, pero no por eso menos importante, como el uso del profiláctico en las relaciones íntimas. Y las fechas siempre sirven también para trazar una fotografía del escenario actual, marcar las alertas y plantearse qué hacer para mejorar la situación.
El porcentaje de personas que utiliza el preservativo varía según la fuente consultada, sobre todo por los universos contemplados en las encuestas. “Un relevamiento que hicimos en 2018, de una muestra bastante grande de 30 mil personas, nos arrojó que solo el 14,5% utilizaba siempre el preservativo. El resto, algunas veces o nunca”, explica a Tiempo Natalia Haag, directora de testeo y prevención de VIH en AHF (AIDS Healthcare Foundation) Argentina. Un 65% aseguró usarlo de vez en cuando mientras que el 20,5% indicó que nunca se lo pone.
“Para que la protección sea plena hay que usarlo siempre, en todas las relaciones, del principio a fin. No basta solo en algunas ocasiones. El resultado fue de mucho impacto, porque daba cuenta de que el preservativo, que es el método más barato y efectivo para prevenir el VIH y otras enfermedades, no se estaba utilizando”, añade la referenta de AHF, que aborda a nivel mundial la problemática, brindando asistencia a pacientes de VIH desde 1987.
Como contrapunto, la secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de la Nación, Sandra Tirado, relató a este diario que en base a la Tercera Encuesta Mundial de Salud Escolar, también realizada en 2018, se estableció que “el 78% de los estudiantes argentinos de entre 13 y 17 años que mantuvo relaciones sexuales usó preservativo”.
“De acuerdo con esa referencia, el preservativo se está utilizando. También notamos que los jóvenes y las chicas retiran los condones de los más de 5000 Centros de Atención Primaria donde el Ministerio los distribuye. La dispensa está garantizada. Solo desde la Secretaría de Acceso a la Salud, el año pasado entregamos 24 millones, cuando los años anteriores fueron 10 millones”, precisó Tirado, quien recordó que durante el macrismo «hubo una disminución en las entregas en general del Botiquín Remediar y, en particular, de algunos métodos anticonceptivos y de preservativos”.
Luciana Spadaccini, de Fundación Huésped, coincide con Haag en que el uso del preservativo está a la baja. “En los últimos años notamos una tendencia en aumento de la mayoría de las infecciones de transmisión sexual. Hasta 2019 se registró un incremento de casos de sífilis y gonorrea, entre otras enfermedades, y esto se debe a que hubo un cambio en la conducta sexual de las personas, fundamentalmente al dejar de utilizar profilácticos”, detalló.
La médica especialista describió que, “en general, estas infecciones frecuentemente afectan a los más jóvenes, que tienen actividad sexual en edades más tempranas; algunos de ellos incluso utilizan drogas de diseño para facilitar las relaciones, y por otro lado sabemos ya desde hace muchos años que las personas que viven con VIH que están en tratamiento y no llegan a desarrollar el sida dejan de trasmitir el VIH a través de las relaciones sexuales. Todo ese combo generó que hubiese como una relajación en el uso del preservativo”.
Los costos de la pandemia
Se calcula que en Argentina unas 140 mil personas tienen VIH, de las cuales el 17% no conoce su diagnóstico. Las y los especialistas, en tanto, ponen el foco en el avance de las enfermedades de transmisión sexual como la sífilis, que desde 2010 registra un crecimiento sostenido, alcanzando un pico en 2019 de 56 personas infectadas cada 100 mil habitantes. Si bien los registros oficiales indicaron que en 2020 hubo una baja de un 59,3% de los casos, se la atribuye a la excepcionalidad de la pandemia, cuando confluyeron meses de aislamiento con centros de salud abocados en gran parte a atender lo relacionado al Covid.
Para la AHF, en la cuarentena el 61,5% de las personas que habitualmente se abastecía de los preservativos gratuitos entregados por el Estado no accedió a ellos ya sea por las restricciones en la circulación o por falta de disponibilidad en los establecimientos.
Pero no es un tema solo de quienes dependen de la entrega gratuita de preservativos. En todas los segmentos sociales se percibe. Una barrera de acceso pueden ser los precios (casi 300 pesos una caja de tres de primeras marcas). Y también un factor social y cultural. “Claramente, hay personas que tienen como conducta no utilizar preservativo. Indagamos un poco más ahí, sobre todo en quienes les dio positivo el reactivo de VIH, y lo que surgió es que facilitaría el uso del condón si lo tuvieran a mano siempre –plantea Haag–. Hay que mejorar aun más el acceso. Si bien es gratuito y el Estado lo tiene que garantizar, habría que repensar un poco y, por ejemplo, sacarlo de esos lugares solo relacionados con la salud y que sea más accesible en otros sitios, para que nadie tenga la excusa de que no lo usa porque no lo tiene”.
El 98% de quienes contrajeron VIH en los últimos años lo hicieron a través de una relación sexual. El 76% de quienes se contagiaron de sífilis eran menores de 34 años, en su mayoría hombres que tenían relaciones con otros hombres. Desde el Hospital de Clínicas, la psicóloga y sexóloga Analía Urretavizcaya manifestó que “el mensaje tiene que ser diario, en todos los ámbitos donde las personas se mueven, para generar hábitos y sostenerlo. Hay publicidad sobre pasta de dientes pero no sobre los preservativos. Educar sobre anticoncepción y la prevención de las enfermedades sexuales es parte de educar sobre el cuidado de uno mismo y se deben introducir como hábitos, desprovistos de erotismo y carga moral”.
Las fuentes consultadas coincidieron en que la Ley de Educación Sexual Integral, que ya tiene más de una década y media de vida, tiene una implementación dispar dependiendo de la zona y del establecimiento educativo. Los meses de educación virtual en pandemia también afectaron en gran parte de los colegios al dictado y práctica de la Educación Sexual. “Es muy importante hablar de salud en sexualidad. A mucha gente le da vergüenza preguntar –puntualiza Spadaccini–.Desde la Fundación hacemos muchos talleres para distintos públicos, inclusive en las facultades, como en Medicina, donde en las encuestas te encontrás con un sesgo en la información. Por ejemplo, piensan que, si no hay eyaculación, no hay riesgo. Es un dato que se adquirió de forma errónea. Hay enfermedades de transmisión sexual que pueden afectar la boca. Muchas personas se están poniendo en riesgo sin saberlo”. «
La otra problemática: embarazos no deseados
El preservativo tiene una doble función: proteger del contagio de enfermedades de transmisión sexual y evitar embarazos no deseados. Con respecto a este último punto, la secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud, Sandra Tirado, es optimista: “La tasa de fecundidad adolescente viene en disminución desde hace unos tres años, por lo menos. Lo venimos analizando con el equipo de ENIA”, explicó la funcionaria en referencia al Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia, apoyado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
“Se está trabajando puntualmente en 12 provincias donde el embarazo adolescente estaba por arriba de la media nacional y los números vienen bajando gracias a diferentes estrategias, como la implementación de la ESI, las asesorías en las escuelas y el trabajo directo con los chicos, además de un método anticonceptivo que es muy bien aceptado en la población joven que es el implante subdérmico, un anticonceptivo hormonal que tiene efecto durante tres años”, acota.
Así y todo, en promedio, en Argentina se producen diez partos de adolescentes por hora y, si bien se registró un descenso de embarazos entre las jóvenes de 15 a 19 años, la cifra permanece estable entre las chicas de 10 a 14 años que tienen hijos, según sostienen organismos como Unicef.
Analía Urretavizcaya, psicóloga y sexóloga del Hospital de Clínicas, enfatiza que “si el preservativo se emplea correctamente cada vez que se tiene una relación sexual, el riesgo de embarazo es más o menos de 3 por cada 100 veces. Sin embargo, hay un riesgo mayor de embarazo si uno no lo usa correctamente, se rompe o se rasga por el uso de forma inapropiada con lubricantes que no son al agua, como se recomienda”.
Una campaña para el #CondónEmoji
El 13 de febrero se celebra el Día Internacional del Preservativo en 31 países para incentivar el uso responsable de los métodos anticonceptivos y frenar el contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual, así como los embarazos no deseados. La ONG Aids Healthcare Foundation (AHF), una de las promotoras de este Día, lanzó una campaña para juntar firmas con el objetivo de incorporar en las redes sociales el emoji con forma de condón con la idea de seguir concientizando y visibilizando la importancia del uso del preservativo en las relaciones sexuales.
“Todo el mundo está sexteando hoy en día, entonces, ¿por qué no tener un #CondónEmoji para ayudar a hablar sobre el sexo seguro? Aunque las personas pueden acceder a más de 3000 emojis para comunicarse por mensajes de texto, el sexo (particularmente el sexo seguro) no tiene un emoji que lo represente directamente”, es uno de los mensajes que AHF propone en la plataforma change.org para invitar al público a sumarse a la iniciativa.