«Estamos en el momento más difícil de la pandemia, que supera ampliamente el pico de internaciones del año pasado», aseguró este martes el ministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo. El funcionario habla por el gobernador Juan Schiaretti, que mantiene un sugestivo silencio mientras la provincia explota de contagios de coronavirus.
Con el sistema sanitario al límite, colapsado ya en algunas ciudades, fue el mismo ministro el que mantuvo una reunión con los intendentes de la provincia mediterránea para comunicarles la necesidad “imperiosa” de tomar mayores medidas restrictivas, decisión que algunos jefes comunales consideran demasiado tardía.
Si bien el gobierno cordobés no precisó aún cuándo comenzarán a estar vigentes esas medidas ni adelantaron cuáles serán, fuentes cercanas al propio gobernador aseguraron que se pondrían en marcha este mismo viernes por la tarde, «a más tardar el lunes».
«Hoy tenemos casi 2.500 internados, que es un número muy importante y preocupante», manifestó el ministro de Salud a Canal 12 de Córdoba, como si fuera un mero cronista de la dramática situación. Su discurso es muy similar al de Fernán Quirós en la ciudad de Buenos Aires: asegura que son las actividades y conductas sociales las que representan mayor transmisibilidad del virus, y pone el énfasis en la necesidad de bajar la circulación y aplicar mayores controles.
Desde la Casa Rosada siguen con atención el “caso Córdoba”. Santiago Cafiero, sin dar nombres concretos, pidió hoy que «las autoridades de los lugares con alarma epidemiológica deberían marcar el ejemplo» y cumplir con las medidas de cuidado dictadas por el gobierno nacional para frenar el crecimiento exponencial de casos. Se sabe que el mensaje del Jefe de Gabinete apunta directo a la Ciudad de Buenos Aires, pero también a Córdoba y Santa Fe, que se mostraron siempre poco dispuestas a cumplir las recomendaciones sanitarias impuestas por Alberto Fernández.
De hecho, las escuelas abiertas y el consecuente conflicto con los docentes que Larreta generó en la Ciudad, es muy similar al que mantiene Schiaretti en Córdoba. ¿Dará ahora marcha atrás el gobernador peronista? Por ahora son solo versiones. Mientras tanto, su ministro de Salud sigue repitiendo la misma frase de siempre: «si hay algo que queremos defender es la educación de nuestros niños».