Un paso acaso pequeño pero sustancial hacia la pospandemia se dará este viernes, cuando quede sin efecto una restricción que, a juzgar por lo que se observa en las calles de Buenos Aires, para muchas personas ya había quedado atrás. El uso del barbijo ya no será obligatorio al aire libre, siempre y cuando no haya otras personas en contacto cercano que no pertenezcan a una misma burbuja.
Primera y más íntima barrera contra el contagio de coronavirus, el tapabocas seguirá siendo obligatorio en lugares cerrados: cines y teatros, aulas educativas, ámbitos de trabajo, transporte público y cualquier espectáculo o evento masivo.
La implementación de esta nueva disposición del Ministerio de Salud de la Nación, anunciada días atrás por el nuevo jefe de gabinete Juan Manzur y la ministra Carla Vizzotti, queda, como muchas otras respecto de la pandemia, sujeta a la decisión de cada jurisdicción, en función de su situación epidemiológica y la circulación de variantes.
La Ciudad de Buenos Aires ya anunció que no acatará la recomendación hasta tanto no haya vacunado al 70% de la población con las dos dosis. Con lo cual se dará en el espacio público porteño una curiosa situación: todos los comensales de un restaurante, en un espacio cerrado, podrán estar sin barbijo, pero su uso será obligatorio para quien pasara, solitario, caminando frente a la vidriera.
El anuncio generó la semana pasada una absurda polémica. Los medios alineados con la oposición eligieron omitir que la flexibilización se refería al no uso del barbijo en espacios abiertos en condiciones de no aglomeración, una práctica que de hecho se ha vuelto habitual hace tiempo entre los transeúntes en calles y lugares poco concurridos.
La nueva normativa, que se da en un contexto de más de 17 semanas consecutivas de baja de los contagios. comenzará a regir en coincidencia con el vencimiento del último DNU presidencial respecto de las medidas de cuidado ante la pandemia de Covid-19. El nuevo decreto se conocería recién durante el viernes.
Los datos, en todo caso, siguen siendo alentadores. Los fallecimientos, que habían llegado a un promedio máximo de 602 por día en la segunda semana de junio, descendieron casi en un 90% desde entonces, hasta los 64 decesos cada 24 horas que se registran hoy.
La situación de las terapias intensivas permite imaginar que esa luctuosa cifra seguirá bajando. Por ejemplo, la provincia de Buenos Aires informó que en 234 de los 345 centros de salud que tienen unidades de terapia intensiva (un 68%), ya no hay pacientes ingresados por Covid-19. Y en los últimos 15 días, 91 de los 135 municipios bonaerenses no registraron fallecimientos por esta patología.
Para evitar confusiones, desde el Ministerio de Salud se puntualizó en qué situaciones al aire libre el uso del tapabocas seguirá siendo obligatorio: en parques públicos con mucha afluencia de gente, juegos infantiles o eventos masivos, o cuando haya contacto cercano con otra persona, como los puestos de diarios o de comida, o en las filas para ingresar a un comercio.