Un informe de una organización en defensa de los derechos del consumidor y la calidad alimentaria alertó que tres reconocidos productos de chocolate contienen sustancias potencialmente cancerígenas en sus envoltorios. La empresa Foodwatch, integrada por Alemania, Francia y Holanda, realizó pruebas de laboratorio en 20 productos diferentes y publicó el relevamiento en el que encontró niveles peligrosos de hidrocarburos aromáticos derivados de aceites minerales en los paquetes de las barras Kinder, los Fioretto Nougat Minis y Sun Rice Classic Schoko Happen.
Según el informe en el que denuncian a las empresas Ferrero, Lindt y Rübezahl, los hidrocarburos aromáticos derivados de aceites minerales encontrados en los envoltorios son obtenidos a través de la refinación de petróleo y en contacto con los alimentos pueden ser altamente cancerígenos. Una y otra vez se detectan en pruebas de laboratorio aceites minerales peligrosos en los alimentos. Y una y otra vez los fabricantes reaccionan con excusas, aseguraron desde la empresa denunciante en un comunicado. El productor es culpable de una negligencia grave. En vez de quitar los chocolates del mercado y advertir a los consumidores sobre el riesgo, en Ferrero -por ejemplo-sostienen que todo se ha hecho de forma legal, agregaron.
Desde Ferrero, empresa que hacen las barritas Kinder, sostienen que hicieron todo en forma legal. El organismo denunciante también critica también a la Federación Alemana de la Industria de Golosinas, asociación a la que Ferrero, Lindt y Rübezahl pertenecen. Las empresas productoras comunicaron oficialmente que el consumo de chocolate contaminado con aceites minerales aromáticos es «inofensivo». Las barritas Kinder, una de las golosinas más comercializadas en todo el mundo, fueron el dulce con peores resultados. El producto obtuvo los niveles más altos tanto en la prueba de aceites minerales saturados (MOSH), así como en los valores de los aceites minerales aromáticos (MOAH).
A pesar de la denuncia, desde la asociación que nuclea a todos los productores de dulces en Alemania aseguraron que «no existe ninguna razón para que la población entre en pánico ni motivo suficiente como para retirar los productos del mercado» y basan su defensa en el hecho de que los aceites están presentes en el envoltorio y no en el chocolate en sí mismo.