El tráfico ilegal y la falta de papeles es general en casi todo el país, sobre todo en zonas fronterizas. Pero poco se sabe qué sucede con los productos que llega a secuestrar la Aduana. Algunos dan cuenta de mercados de contrabando que crecen, como el de los vinos a Brasil, que ya mueve más de 400 millones de dólares al año.
Algo de esa incógnita de qué pasa con esos objetos «recuperados» por el Estado podrá responderse este mes: durante mayo el organismo gubernamental encargado del control subastará bebidas y artículos de electrónica.
Será dos subastas públicas que involucran artículos de todo tipo, cual «shopping del contrabando recuperado» y a precios que en algunos casos, para gente que se maneje en el rubro, puede resultar beneficioso: desde vinos, fernet y cerveza hasta celulares, parlantes y consolas de audio o juegos.
Todos los materiales «fueron incautados por la Dirección General de Aduanas a raíz de irregularidades detectadas durante procedimientos de control», según declararon desde el organismo, donde ven un «auge» de público que se acerca a las subastas.
Los martes suelen llevar a cabo la venta pública de metales preciosos, piedras preciosas, obras de arte, embarcaciones, autos y motos. En los primeros cuatro meses del año con las subastas recaudaron $152.007.000, lo mismo que en todo el 2022.
Subastas, alcohol y millones
«La mercadería que ofrece la Dirección General de Aduanas a remate es toda aquella que no reviste interés para su donación, apunta a liberar el espacio en los diferentes depósitos, y permite a su vez obtener un ingreso extra para el Estado», remarcaron desde el gobierno.
Los procesos de remate se realizan en forma online, en el sitio del Banco Ciudad. Pueden participar todas las personas mayores de edad, en cualquier lugar del país. Solo deben inscribirse con una antelación mínima de 48 horas.
Las mercaderías que se subastarán durante el mes de mayo tienen como base un valor de $7.277.069,44: 491.307 en telefonía celular y electrónica; y 6.785.762,44 en bebidas alcohólicas. El cronograma puede ser consultado en https://www.afip.gob.ar/rematesySubastas/.
El 18 de mayo se subastarán lotes de celulares, consolas y distintos elementos de electrónica. Y el 23 de mayo será la siguiente subasta de bebidas alcohólicas. Hay consolas de audio profesional por 2200 pesos, cámaras por $7784, iPhones y PlayStation desde $3.000, y diferentes packs: 30 cajas de 6 botellas cada una de 700cc de Fernet Capri con precio base de $349 por botella; 10 cajas de 6 unidades de 700cc de Fernet Capri con precio base de $349 por botella; 25 cajones de cerveza Brahma de 12 botellas de 1 litro cada una a $84,50 por botella, y 4 packs de 24 unidades de 473cc de Cerveza Budweiser: precio base de $67 por lata.
Pero lo más abundante y llamativos son los vinos: literalmente, hay de todo. Desde 300 botellas DV Catena malbec a 202 mil pesos, hasta 33 botellas de la bodega mendocina Achaval Ferrer por $ 74.593.
En https://subastas.bancociudad.com.ar/ se detallan las mercaderías, el precio base de cada lote y una descripción realizada por los tasadores del Banco y la Aduana.
Según explicaron a este diario, lo subastado el 18 será «mercadería que no pueden acreditar su tenencia en los locales», con origen sobre todo en Mar del Plata. «La del 23 son mezclas de procedimientos de control en ruta junto con Gendarmería y otra parte en pasos fronterizos». Allí entra en escena un mercado que crece: el de los vinos al Brasil.
El mercado brasileño
Dos mil millones de reales. Eso fue, según información que la Policía Federal de Brasil dio a los medios en agosto del año pasado, el monto que estiman que movió el comercio ilegal de vinos en 2021. Y la cifra va en aumento. Ante esa situación, el año pasado reforzaron la presencia de seguridad en El Soberbio, pero según afirman, el contrabando se mantiene. Veja, de Brasil, afirmó que “se estima que los 90 millones de botellas incautadas en 2021 representaron sólo el 5% de lo que ingresó ilegalmente al país”.
La calidad del producto (gran parte de los vinos son cuyanos) y la devaluación son dos de los principales factores que motivaron un crecimiento del comercio ilegal. Lo que abonan aquí puede llegar a ser de 6 a 7 veces más económica que en Brasil.
Entonces apelan a comprar botellas en el país y las cruzan por la frontera para multiplicar por su ganancia en dólares. Cada unidad puede llegar a costar hasta un 75% más barata respecto a la ingresada por los canales oficiales.
En los últimos cuatro años la incautación de vino de contrabando por parte de la policía federal brasileña creció un 3.206%. En 2017 habían sido 1700 botellas, en 2021 superaron las 56.200.
También la Aduana argentina creció en sus secuestros. El 20 de marzo de este año se quedó con 9288 botellas de vino en Misiones (la meca del contrabando de vinos), «al detectar irregularidades en la cadena de comercialización de la mercadería y falta de documentación». La mayoría, vinos de etiquetas prestigiosas. Entre ellas había unas 148 botellas de vino chileno. «Por su precio y cantidad, la mercadería no se correspondía con el nivel de consumo propio de esos lugares», afirmaron en el organismo.
«La intención detrás de las maniobras detectadas era exportar las botellas de contrabando por pasos terrestres no autorizados, para que luego de varios viajes con pequeñas cantidades –explicaron–. Cuando los depósitos en tierra brasileña acumularan suficiente mercadería, ésta fuera transportada hacia grandes ciudades como Porto Alegre, Curitiba, Florianópolis, donde su valor puede llegar a cuadruplicarse”.
Una modalidad habitual son las embarcaciones, por ejemplo por Río Uruguay. «Las bebidas venían de Argentina por el río Uruguay y se entregaban en un puerto clandestino de Tiradentes do Sul», señaló el año pasado la policía carioca tras uno de los tantos operativos.
También apuntan a la localidad de Bernardo de Irigoyen. Del otro lado se encuentra la ciudad brasileña de Dionísio Cerqueira donde, según denuncian, operan mafias. Incluso ya se han registrado asesinatos por sicarios.
En septiembre la Aduana y la AFIP decomisaron alrededor de 1900 botellas de vino de alta gama e intervinieron más de 300 botellas por un valor que alcanzaba las decenas de millones de pesos. En ese momento, el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) Martín Hinojosa, comentó que «varias bodegas sufren el fraude en sus marcas. Hay muchas bodegas de gran prestigio a las que les utilizan sus etiquetas sobre vinos que no tienen la calidad real, es decir, se hacen maniobras fraudulentas donde se adquieren vinos de calidad inferior y son etiquetados con marcas de alta gama. Esto desprestigia a la bodega y al vino argentino» .
El mes pasado la Aduana secuestró un arma de fuego y 120 botellas de vino en la frontera con Brasil. Los procedimientos fueron realizados en el Paso Fronterizo Internacional Paso de los Libres – Uruguayana, durante el control de ingreso y egreso de vehículos. Las encontraron en un Volkswagen Gol de matrícula argentina. No tenía documentación, y la mercadería se estimó en más de 600.000 pesos.
Gran parte de eso se verá en las subastas aprovechando también precios más accesibles que los de los negocios argentinos siempre acostumbrados a remarcar. Pero se sabe: es solo una fracción de todo lo que pasa diariamente al otro lado de la frontera.
Donaciones
«En línea con el espíritu de responsabilidad social impulsado por Guillermo Michel como director general de Aduanas, el organismo concretó entregas de donaciones valuadas en nada menos que $2.371.330.953 en los períodos 2022-2023, a lo largo y ancho del país», informaron desde el organismo nacional.
Durante abril, el valor de las donaciones realizadas en el marco de la Ley 25.603 ascendió a $301.963.808. ¿Los destinatarios? Municipalidades y/o gobernaciones de las provincias de Buenos Aires, Jujuy, Salta, Santa Cruz, La Rioja y Misiones, y también entidades de alcance nacional, como Cáritas Argentina y el Ministerio de Desarrollo de la Nación.
Se entregaron barbijos, guantes y pañales descartables, 3.000 litros de aceite comestible, 11.000 unidades de bazar, 49.000 kg de granos de poroto de soja, 75.000 kg de ajos, 82.859 unidades y 5.116 kg de indumentaria y calzado, un camión con acoplado, una camioneta, drones, maquinaria y equipamiento para trabajo agrícola, herramientas e insumos para la construcción, freezers, 945 hornos eléctricos, 1.085 aires acondicionados, máquinas para fabricar pastas, 8 contenedores, 2.400 parlantes, 16 kg de juguetes, 11 grupos electrógenos, 600 motocicletas y 1.300 litros de combustible.