Desde que fueron creadas, las Comunas nunca llegaron a tener participación real en las decisiones de lo que sucede en cada barrio, pero hoy su rol parece estar finiquitado. El gobierno porteño las reemplazó por una web llamada BA Elige, un programa que comenzó a funcionar sin ninguna aprobación de la Legislatura o decreto que lo oficialice. El sitio insta a que ingrese cualquier usuario anónimo (sea o no de tal o cual Comuna) y sugiera algún proyecto, desde yoga en las plazas hasta el arreglo de escuelas. El resto de los usuarios vota. Así quedaron 230 propuestas ganadoras, fuera de la órbita de los Consejos Consultivos de las 15 Comunas, basados, por el contrario, en una participación presencial y el debate colectivo. Doce años después de la Ley Nº 1777 que las creó, las Comunas agonizan.

Las 230 ideas seleccionadas serán financiadas con 500 millones de pesos, presupuesto que iba a ir a las Comunas y que en este caso no fue asignado a ninguna secretaría. Seis consejos consultivos (de las Comunas 2, 3, 5, 10, 13 y 15) presentaron un amparo por la «ilegalidad» del programa, pero la justicia porteña lo denegó, aduciendo que «sólo el presidente de cada Comuna puede reclamar». Todas están gobernadas por representantes del macrismo.

Según el gobierno porteño, se recibieron 26.473 iniciativas, que sumaron 140.995 votos. «Teniendo en cuenta los resultados de capitales como Madrid, París o Lisboa, podemos decir que los porteños son los vecinos más participativos del mundo. El año que viene vamos a lanzar la segunda edición, con más presupuesto e incorporando nuevas categorías», afirmó Federico Di Benedetto, subsecretario de Comunicación, al diario Clarín, que usa el PRO para difundir sus iniciativas.

Más de un tercio de las propuestas correspondieron a tránsito y movilidad. Algunas parecen hechas a la medida de futuros contratos millonarios y no corresponden a pedidos de vecinos para su Comuna en particular. En este sentido, el usuario «Pancho M.» pidió la señalización electrónica en paradas de colectivos en toda la ciudad. Y se lo aceptaron. Con un costo presupuestado de 5 millones de pesos por Comuna, demandará un total de 75 millones. Otro usuario («Pancho Pepe») le responde con sensatez: «No hace falta poner carteles electrónicos en cada parada. Es muy costoso y sería blanco de vandalismo. En su lugar se pueden poner GPS en cada colectivo y articularlo con aplicaciones de celular. Así también el GCBA podría (y nunca lo hace) controlar la frecuencia de las líneas, multando a las que no cumplen». Veintidós proyectos tienen relación con bicicletas y coinciden en sus objetivos: «lugares para dejarla» (500 mil pesos), «mayor cantidad de puntos de ecobicis” ($ 1,6 millones), «estacionamiento público para bicis» (500 mil), «campaña de concientización para los ciclistas de Recoleta» (un millón), ciclovía en Balvanera ($ 3,5 millones).

Otras propuestas aceptadas ya forman parte de programas actuales del gobierno porteño. Ocurre con la colocación de semáforos o las «redes de wifi en Plazas y Parques», solicitado por «Adriank812» en la Comuna 9, a un costo de 560 mil pesos, cuando en realidad la Ciudad ya cuenta con el programa de wifi en espacios verdes que, según la propia web oficial, aporta el servicio gratuito a 40 sitios, entre ellos el Parque Santojanni, precisamente en la Comuna 9.

El mayor ejemplo de redundancia son los colegios. Pintar la Escuela Nº 24 de Mataderos costará 817 mil pesos; «pintar y arreglar el Colegio Nº 14 de la Comuna 3», unos 2 millones; y la «renovación de pupitres» en el Normal 5 de Barracas, otro $ 1,6 millones, cuando se supone que eso es tarea de la Dirección General de Infraestructura del Ministerio de Educación porteño, que en el primer semestre de este año ejecutó apenas el 34% de su presupuesto: 372 sobre 1079 millones disponibles.

«Nunca se respetó a las Comunas, nunca se votó a sus representantes de manera diferenciada, la gente no sabe de qué se tratan», se lamenta María Rosa Olano, del Consejo Consultivo de la Comuna 3. Y se refiere a BA Elige: «No depende de ninguna secretaría, cualquiera puede elegir lo que se le cante, sin que ni siquiera te pregunten si vivís en esa comuna. Es un globo amarillo de 500 millones de pesos». En su comuna, el Consejo propuso un WhatsApp para canalizar las quejas de la población hacia las autoridades. No lograron concretarlo. En cambio, en BA Elige se eligieron «murales en todas las persianas de Once», por un millón, y «carteles que informen las consecuencias de arrojar la basura en la calle», que costarán 3.570.000 pesos.

En el Parque Tres de Febrero se eligió hacer –por 2,5 millones de pesos– un Parque de Mascotas «cerrado con juegos exclusivos para perros». Sobre yoga en espacios verdes, hay 12 propuestas diferentes aceptadas, redundantes en sus objetivos, desde «yoga para todos» y «yoga en los parques» hasta «clases de yoga gratuitas en las plazas», «yoga en los barrios» y «clases de yoga para Plaza Boedo». En cada caso, los costos mínimos superan los 50 mil pesos. En la Comuna 13, aprobaron 100 mil pesos para «kung fu en parques».

Los proyectos para recreación son uno de los fetiches de la política comunal del PRO. Por fuera del BA Elige, gastarán 17 millones para una pista de running con sensores en la plaza Rubén Darío, de Recoleta. Entre las 230 iniciativas aprobadas en la web, varias apuntan a lo mismo: el «circuito running y creación de posta aeróbica en Agronomía» demandará 3 millones de pesos; el «circuito aeróbico Parque Avellaneda»,  11 millones; la «pista de atletismo en la rotonda de Escalada y Castañares», $ 32,6 millones. «No sólo no fueron pensadas por sus comunas, que tienen otras prioridades para ese dinero, sino que además transformarán los parques de acuerdo a lo sugerido por usuarios anónimos que quizás ni siquiera viven en Capital», indicaron desde los consejos consultivos litigantes.

Patrocinados por el Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), solicitaron «la interrupción o el cese del programa BA Elige por resultar violatorio de los derechos de los vecinos». Fue la primera vez que los Consejos Consultivos Comunales acudieron a la justicia en defensa de sus derechos, pero en el Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario N°12, a cargo de Alejandra Petrella, no les aceptaron el amparo. Jonatan Baldivieso, abogado del ODC, explica: «Por ley, las decisiones deben tomarse en cada Comuna de manera colectiva y presencial, para que los vecinos puedan debatir cara a cara las prioridades y cuánto dinero necesitan. En lugar de eso, proponen una web con participación anónima. BA Elige es un programa sin sustento legal».

En el Consejo Consultivo de la Comuna Nº5 indicaron a Tiempo: «Según la ley, cada comuna debería recibir como mínimo para 2017, 530 millones de pesos. En lugar de descentralizar, el Ejecutivo ha concentrado el presupuesto cada vez más y no da un mango». Las comunas cada vez tienen menos fondos. Y no todas reciben el mismo dinero. Este año, la Comuna 3 (Balvanera, San Cristóbal) cuenta con apenas 54 millones; y la 5 (Almagro, Boedo), con 57 millones. Mientras que la 12 (Villa Urquiza, Saavedra, Coghlan) ostenta 127 millones; la 13 (Belgrano, Núñez, Colegiales) unos 121 millones; y la comuna 14 (Palermo), 122 millones de pesos.

¿Espacio verde o megashopping?

En la Comuna 6 resultó ganador el proyecto del usuario «Javier» para crear un «espacio verde en Caballito al lado del club Ferro», por $ 22 millones. Lo curioso es que el Ejecutivo impulsa una ley que permitiría a IRSA construir allí el shopping más grande de la Ciudad, de al menos 122 mil metros cuadrados

Otra contradicción: se aprobaron 3,5 millones para «limpieza de los contenedores», y otros 4 millones para «más contenedores y campañas para reciclables». Esa función debería cumplirla la encargada del servicio de higiene urbana, cuya concesión le cuesta a la Ciudad unos 8500 millones por año.

Mucho amor a la misma plaza

En la Comuna 4 aprobaron la «renovación de la Plaza Guillermo y Alfredo Barbieri», propuesta por Jorge Omar Volpe Stessens para «embellecer ese espacio abandonado y solitario en el corazón de Parque Patricios y transformarlo en la plaza del Humor Gráfico y la Historia del Tango». Demandará $ 14.842.005. En junio de 2016, el vicejefe de gobierno, Diego Santilli, estuvo en ese mismo lugar (conocido como Plaza Luna) lanzando el programa «Yo Amo Mi Barrio» cuyo fin es «la puesta en valor y cuidado de espacios públicos», entre ellos ese.

Antiestrés y antipopó

Más allá de BA Elige, el Gobierno de la Ciudad viene eligiendo proyectos para las Comunas sin la participación de los Consejos Consultivos. Y algunos de ellos han despertado críticas por lo insólito de las propuestas. Un ejemplo es la cabina «antiestrés» que comenzó a verse en la plaza Armenia, en el barrio de Palermo, aunque tienen pautado extenderla a otros seis espacios verdes. Se trata de un cubículo de plástico vidriado con pasto sintético de 2,40 metros de ancho por seis de largo, donde una persona puede permanecer 15 minutos sentada en un puff escuchando música y acariciando mascotas, como una forma de terapia antiestrés.

La idea forma parte de «una campaña de concientización sobre sanidad y tenencia responsable de mascotas» de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad. La licitación se hizo en mayo de 2017, por $ 2,4 millones, y consta también de unas 40 intervenciones en el espacio público recorriendo las 15 comunas, «entregando material educativo y realizando concientización a los vecinos», junto con una estructura inflable «con forma de heces caninas (símil «poop emoji») de cinco metros de altura y tres de ancho», y un «cacómetro», para medir “la cantidad de heces recolectadas y figuras ruteadas que simulen la materia fecal». «