Hace veinte meses que Valeria López está desaparecida. La última imagen de ella la captó una cámara del Municipio de San Fernando durante la madrugada 27 de enero de 2020, cuando iba caminando hacia un kiosco con otra mujer. Desde entonces, su familia denuncia la inacción de la justicia. “La causa no se mueve, las irregularidades y todo el tiempo que se tarda hacen que cada vez cueste más conseguir información sobre el paradero de Vale”, se queja la madre.
En su página web, el Ministerio de Seguridad describe a Valeria como una persona desaparecida / extraviada que “mide 1, 60 metros de altura, de 39 años de edad, tez blanca, pelo lacio de color negro con una longitud que pasa sus hombros, ojos de color castaño claro, de contextura física robusta, con una cicatriz en el labio del lado derecho, producto de la mordida de un perro, y tiene un tatuaje redondo en la espalda a la altura de la cadera”. También ofrece 500 mil pesos de recompensa a aquellas personas que brinden datos útiles que permitan dar con su paradero.
“Después de tanto tiempo, la causa se sigue investigando como averiguación de paradero, pero para nosotros es una desaparición forzada. Siempre dijimos que ella fue entregada por un conocido a una red de trata. La traicionó alguien que ella conocía. Y lo hicieron muy bien porque no dejaron ni una huella o, mejor dicho, lo que hacen bien es mantener callados a los que saben qué pasó con mi hija”, dice Fany Román, la madre.
El domingo 26 de enero de 2020, Valeria tenía el cumpleaños de un compañero de trabajo en el lavadero Bob Esponja, en la esquina de Sobremonte y Gandolfo, en Virreyes, donde había trabajado toda la tarde. Cerca de las once de la noche llegó y se enteró que se había suspendido. Se sabe que se quedó tomando unas cervezas con conocidos y que después caminó hasta el quiosco. Lo siguiente es un misterio que ya lleva más de un año y medio.
“La mujer que aparece con Valeria en el video nunca nos dijo que había estado con ella. Si no hubiera aparecido en la filmación seguiría mintiendo. Esto pasó en nuestro barrio, a pocas cuadras de mi casa, pero hay vecinos que no quieren decir lo que saben”, se lamenta Fany.
Lo más cercano a un avance en el expediente fue el hallazgo del cuerpo de una mujer en un pastizal de General Pacheco, en abril de este año. El 18 de agosto se le tomaron muestras de ADN y el 6 de septiembre se le realizó un estudio odontológico para confirmar o descartar que se trata de Valeria. Sin embargo, la madre sigue esperando los resultados.
En tanto, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), que acompaña el reclamo de justicia de la familia, expresó que “se cumplen 20 meses de la desaparición de Valeria López en San Fernando, uno de los municipios con más cámaras del país. El Estado que debe garantizar la búsqueda está muy preocupado por las elecciones, pero no en encontrarla”.
El próximo 2 de octubre, Valeria cumple 41 años. Sus hijos, Guido de 18 y Bruno de 24, saben que esta vez tampoco la abrazaran.
“Como Valeria –dice Fany–, hay un montón de otras chicas que están desaparecidas. Nadie habla de la droga, nadie habla de la trata, es como si no existieran. Pero las bandas siguen en los barrios. ¿La justicia? Bien, gracias”.