Hay una pregunta que se repite entre los pasajeros de la Ciudad y que se multiplica a medida que se acerca el comienzo del G20 en Buenos Aires: ¿por dónde van a circular los colectivos del micro y macrocentro afectados por el cordón de seguridad organizado de la cumbre entre el jueves por la tarde y el domingo a las 22 horas? No hay chófer que esté en condiciones de responderla porque hasta ahora se desconoce el recorrido alternativo que tendrán las más de 40 líneas que transitan por el perímetro comprendido entre las avenidas Córdoba, Independencia, Ingeniero Huergo y Callao.
Ninguna de las más de 10 líneas consultadas por Tiempo pudo precisar la ruta que recorrerán mientras se desarrolle la actividad de los presidentes de las principales potencias del mundo. Solo hacen algunas especulaciones en base a la zona que ya se sabe que estará cerrada al transporte público. A falta de una semana para el encuentro, todas las líneas están a la espera del boletín que debe redactar y difundir la secretaría de Transporte de la Ciudad en base a las restricciones resueltas por el Ministerio de Seguridad de Nación. “Ya hay mucha gente que sube al colectivo y pregunta por dónde vamos a pasar”, cuenta Andrés, de control del 10 que va desde Wilde hasta Palermo. “Van a empezar a llamar y no estoy notificado del recorrido”, agrega Daniel, de la línea 67, impedida de pasar por el Metrobús de 9 de julio que estará cortado al igual que el del bajo.
Desde Transporte aseguran que el diagrama se va a comunicar apenas esté resuelto y que la prioridad es diseñarlo junto a las cámaras de transporte como lo hacen en cada gran evento. El último, por caso, fue la organización de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Para eso se reunieron este viernes. “Imaginate que hay que definir el trayecto de cada línea y son un montón”, dicen desde una de las cámaras para describir el trabajo. Saben, además, que hay dos elementos que pueden modificar cualquier planificación: las disposiciones que defina Seguridad mientras transcurra el G20 y las distintas manifestaciones en contra de la cumbre.
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“Es un quilombo. Cada día que pasa es peor. Las marchas también nos van a sumar problemas porque no sabés por dónde pueden aparecer”, resume Oscar, encargado de control del 64, sobre el tránsito público durante los días del foro internacional que, hasta ahora, solo sabe de restricciones.
