Fue un hecho único. Nunca antes y nunca después una fuerza de seguridad reprimió a pacientes y trabajadores de la salud en un ámbito hospitalario. Pasó el 26 de abril de 2013, hace nueve años, cuando la Policía Metropolitana disparó con balas de goma y dejó medio centenar de heridos en el Hospital Borda. Un festival con olla popular, muestra fotográfica, arte y música recordó aquella fecha emblemática, visibilizó que el reclamo de justicia sigue vigente y advirtió que las políticas neoliberales en la Ciudad siguen priorizando los negociados inmobiliarios por sobre los derechos en materia de salud mental.

“Fue una represión brutal. Se hizo con la intención de armar un centro cívico dentro del terreno del hospital. Algo que el conjunto de trabajadores y trabajadoras se negaron a aceptar. A partir de ahí hubo una arremetida del Gobierno de la Ciudad en esa época, con Mauricio Macri como jefe de Gobierno, para meterse en el hospital de cualquier forma. Era un gran negocio inmobiliario. Eso significó la irrupción de la Metropolitana a la madrugada en el hospital y la convocatoria de ATE para resistir. Hubo una balacera contra pacientes, periodistas, trabajadores, con más de 50 personas heridas”, recordó Juan Carlos Ibarra, delegado del sector e histórico dirigente de ATE.

Desde el festival, contó que hace nueve años “hubo que improvisar una especie de hospital de campaña en los servicios de clínica y cirugía para atener a la gente afectada, sobre todo con balas de goma”. Y lamentó que si bien “no lograron el centro cívico, sí tiraron abajo algo emblemático como el Taller 19 donde los pacientes hacían rehabilitación. Hay planteos de esa época y posterior para que se reinstale”.

“Es una fecha importante para recordar, para tener vigente lo que es la política neoliberal en salud: vaciamiento, violencia y represión contra los sectores más vulnerables de la población”, dijo Gustavo Ferro, delegado general de la junta interna de ATE Capital. Describió que “fue un hecho único. Salvo en momentos de guerra en que se bombardearon hospitales, en un estado democrático no hubo otro hecho como el del 26 de abril de 2013”.

Ferró señaló que “más allá de lo que pasó ese día, hay una continuidad en el recorte presupuestario, en la falta de un plan integral de salud mental. Cuando quieren cerrar algo primero dicen que no sirve y lo vacían. Después lo cierran. Ahora están con eso, que quieren hacer parques en los terrenos del hospital”, alertó Ferro. “El avance del negocio inmobiliario es algo que persiste –coincidió Ibarra- Tiran rumores a ver si prenden y qué reacción hay. Lo último que está corriendo es que quieren quedarse con parte del terreno del Moyano y una franja del Borda con la excusa de parquetizar. Estamos atentos a eso, porque sabemos que en cualquier momento van a intentar meterse de nuevo”.

Para dar cuenta de la importancia de los talleres protegidos y su vínculo con el GCBA, Ferro contó: “En los talleres estuvimos haciendo barbijos en la pandemia, cuando no había insumos proveíamos a los hospitales de salud mental. Estuvimos entregando muebles para lugares de aislamiento, todo con presupuesto nuestro. La ciudad no nos dio un peso más. La situación sigue siendo complicada”.

Casi una década sin justicia

“A nivel justicia tenemos 6 compañeros procesados, detenidos el día de la represión. Uno de ellos es de nuestros talleres. ATE es el único querellante que queda contra los dos representantes de la Policía Metropolitana de entonces. La causa sigue su curso, pero está parada. Y la parte política fue sobreseida”, cuestionó Ferro.

En febrero de 2015, la Cámara del Crimen confirmó los sobreseimientos de Macri y de su vicejefa, María Eugenia Vidal, entre otros funcionarios como los ministros de Seguridad y Justicia, Guillermo Montenegro, y de Salud, Graciela Reybaud. “Todos los años conmemoramos y recordamos lo que pasó y denunciamos a los responsables políticos: Macri, Vidal, Montenegro, Reybaud, exigiendo que la justicia esté a favor de los damnificados. Hasta ahora fue todo lo contrario: fueron todos sobreseidos a excepción del policía que disparaba con su itaca a la vista de todos. Fue el chivo expiatorio. El resto zafó”, denunció Ibarra.

Salud y derechos

El acto por el noveno aniversario de la represión a pacientes y profesionales de la salud mental se dio un día después del anuncio presidencial sobre la implementación plena de la Ley 26.657, que apunta a la desmanicomialización. Después del acto y con años de trabajo en el área, Ibarra opinó al respecto: “Nos parece interesante. Es algo necesario pero tiene que ser bien articulado para que haya acceso rápido. Es evidente que la pandemia trajo muchos trastornos mentales en la mayoría de la población y eso es algo que debe tratarse de alguna forma. Nuestros hospitales están abarrotados, hay pocos profesionales y siempre peleamos por más consultas externas y menos internaciones. No es que queremos llenar los hospitales, todo lo contrario. Pensamos que el paciente en condiciones tiene que ser dado de alta, pero que tenga une espacio en el afuera que lo contenga y trabajo digno”.

A nivel local, Ibarra recordó que la “Ley 448 en la Ciudad nunca se puso en práctica porque nunca interesó la salud mental. Lo de ahora es interesante pero depende de cómo se organice para que llegue a todos. La iniciativa es buena, depende de cómo se implemente”.