Un capitán y otros ocho efectivos de la policía bonaerense que fueron apresados este jueves en el marco de una investigación que comenzó en febrero pasado con el crimen de un hombre vinculado al narcotráfico. Los detenidos fueron trasladados este viernes por la mañana a la alcaidía de la fiscalía general del partido de Moreno, donde serán indagados, informaron fuentes judiciales. En medio de un fuerte operativo de seguridad llevado adelante por efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), los nueve detenidos llegaron a la sede judicial en camionetas de la fuerza y subieron a pie y esposados las escaleras de ingreso a fiscalía.
Los nueve policías por los delitos de «robo agravado por ser cometido en poblado y en banda, por el uso de arma y por ser integrantes de una fuerza de seguridad en concurso real con falsedad ideológica de documento público y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización», serán indagados por el fiscal de Moreno Rubén Vázquez, quien subroga a su colega Gabriela Urrutia, y la jueza de Garantías Adriana Julián. Los aprehendidos, a quienes se les atribuye haberse apoderado de una cantidad de cocaína que había sido secuestrada en un operativo realizado tras el crimen de un narco, son el capitán Abel Ramón Acosta, la oficial Principal Gabriela Noemí Ibarra, el sargento Leonardo Fabián Biotti, el oficial Juan Eduardo Vieira, el oficial Alexis Abel Romero, el subteniente Sebastián Eduardo Perín, el suboficial mayor Ángel Rufino Morales el oficial ayudante Claudio Sebastián Branchi y el subteniente Darío Roberto Torres. Los voceros detallaron que pertenecían a la comisaría de Francisco Álvarez y al gabinete de Drogas Ilícitas de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno.
En el caso de la detenida Ibarra, los voceros dijeron a Télam que era jefa del Gabinete de Investigación anti-drogas de la DDI y que su padre, el comisario jubilado de la policía bonaerense Alberto Daniel Ibarra, era hasta ayer subsecretario de Seguridad del Municipio de General Rodríguez, aunque renunció debido al arresto de su hija. En la dimisión que presentó ante el intendente Mauro García, a la que accedió Télam, el funcionario explicó que como su hija «se ha visto involucrada y salpicada por personal subordinados que actuaron al margen de la ley y ella no pudo detectarlo» renunciaba a su cargo.
Los arrestos de los nueve efectivos se concretaron entre la noche del miércoles y la madrugada de auer durante una serie de allanamientos realizados por personal de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal (PFA), con apoyo de policías del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de Moreno, a pedido de la jueza Julián. Los allanamientos fueron realizados en las sedes de la comisaría de Francisco Álvarez y de la Delegación Departamental de Moreno-General Rodríguez, donde se hallaban todos los policías imputados, a los que les informaron que quedaban detenidos por sospechas de estar todos involucrados en una causa de narcotráfico.
Las fuentes policiales y judiciales aseguraron a Télam que, durante los procedimientos se secuestraron más de una decena de teléfonos celulares, anotaciones y las armas reglamentarias de todos los involucrados. Según las fuentes, la causa en la que quedaron implicados comenzó el 15 de febrero pasado con el homicidio de un hombre llamado José Gutiérrez (32), quien fue asesinado en General Rodríguez de dos balazos por dos hombres que se movilizaban en una moto y que, tras concretar el crimen, huyeron sin robar nada.
El caso fue considerado por los pesquisas como un típico caso de sicariato vinculado a un ajuste de cuentas por la venta de estupefacientes en la zona. La sospecha de la Justicia es que Gutiérrez fue asesinado porque había delatado a un capo narco de la zona, y le habían jurado venganza.