La lluvia golpea con furia y el viento da vuelta los paraguas, pero nadie corre a buscar refugio. En la imagen aérea de las inmediaciones del Congreso no se ve el pavimento de las calles. Desde arriba son puntos de colores que se mueven lentamente y banderas que ocupan el espacio adonde habitualmente hay autos y colectivos. Un cartel se transforma en techo para frenar la caída intempestiva de agua y alcanza a leerse un mensaje borroneado: “La educación no es un privilegio, es un derecho”.
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Unas 300 mil personas participaron este jueves de la Marcha Nacional Universitaria en reclamo contra las políticas de vaciamiento de la educación pública implementadas por el gobierno nacional. La movilización unió al Congreso con la Casa Rosada en un claro mensaje de exigencia hacia el poder político del que se espera una respuesta urgente que revierta el desfinanciamiento que hoy sufre la educación superior y que tiene en paro desde hace cuatro semanas a 57 universidades nacionales. La protesta culminó con un acto en la Plaza de Mayo.
La columna que encabeza la #MarchaNacionalUniversitaria se acerca a la Plaza de Mayo. pic.twitter.com/N8wuVyg6pa
— Tiempo Argentino (@tiempoarg) 30 de agosto de 2018
Hoy como ayer
Son las cinco de la tarde y la plaza del Congreso ya está colmada. A pesar de eso la gente sigue llegando por todas las calles que desembocan en Rivadavia. “Otra vez la lluvia y el frío”, protesta una joven de guardapolvo conversando con su compañero. De su mochila cuelga un pañuelo verde de la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito. Como hace veinte días, las condiciones meteorológicas amenazan con mermar la convocatoria a una jornada de reclamo por derechos. Pero como aquella vez también, lo único que hace es agregarle épica.
“Mi mamá me dijo que no venga, pero yo le respondí que con ese pensamiento no vamos a lograr nada. Y esto es importante”, explica Lucila Maglione, que lleva un cartel colgado con la frase “docente ad-honorem” arriba del guardapolvo. Tiene 21 años y ejerce como docente sin sueldo en la materia de Histología de la Facultad de Medicina de la UBA. “A pesar de que estoy mojada de los pies a la cabeza, ver tanta gente me motiva a quedarme”, explica a Tiempo. Cuenta que vino con un grupo de 20 ad-honorem, pero que hay cátedras que tienen más de 200 ayudantes en esa condición. “No se si el gobierno va a dar vuelta esto. Pero espero que se fije y se de cuenta de que la educación es prioritaria. Esto es una vergüenza”, cierra.
Apenas deja de hablar el cielo se ilumina. Un par de segundos después se escucha un trueno más potente que las bombas de estruendo. Acto seguido la gente a su alrededor salta y comienza a cantar: “Mauricio Macri la puta que te parió”. Es el canto que más se va a repetir a lo largo de la marcha. A veces de manera colectiva, otras como reacción de un grupo menor. Las alusiones al presidente también se leen en varios carteles que repiten “yo no caí en la educación pública”, recordando una triste declaración del mandatario de marzo de 2017 en la que explicaba que la inequidad educativa tenía que ver con los que podían ir a a una escuela privada “versus aquel que tiene que caer en la educación pública”.
Para mayor inquina, el día anterior había arrancado con un mensaje público del presidente pidiendo confianza a los mercados y un nuevo esfuerzo a los ciudadanos. La respuesta fue una devaluación del 23% del peso en relación al dólar en 48 horas.
Lucila no lo relaciona, pero entre tanta evocación a la crisis un compañero con más años se envalentona y comenta que en marzo de 2001 una masiva marcha universitaria en la que también llovía logró la renuncia de Ricardo López Murphy como Ministro de Economía. Días antes había anunciado un recorte de 1130 millones al sector educativo.
Avanza hacia la Plaza de Mayo la multitudinaria #MarchaNacionalUniversitaria. Seguí la cobertura especial en #TiempoArgentino: https://t.co/16sTIbucwl pic.twitter.com/uVXguTEK8c
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De todo el país
A las 17.45 las columnas comienzan a moverse por Avenida de Mayo. Al frente, una bandera con la consigna: “En defensa de la universidad pública”. La sostienen los referentes de los principales sindicatos convocantes (Conadu, Conadu Histórica, FEDUN, FAGDUT, UDA y CTERA). Detrás se desplegan banderas con siglas de universidades de todo el país: UNR, UNDAV, UNLZ, UNER, UNSAM, entre otras.
“Nosotros venimos desde Rosario. Ayer fuimos más de 30 mil personas en el Monumento Nacional a la Bandera y hoy estamos acá en defensa de la Universidad Pública”, cuenta Mónica Pipino, docente desde hace más de 10 años de Enfermería en la UNR. “No vinimos solamente por los sueldos, sino por el financiamiento de la universidad pública y gratuita”, explica respondiendo por elevación a las versiones que hizo circular el gobierno en los últimos días. Primero sus voceros buscaron reducir el reclamo a una discusión salarial. Luego lanzaron una campaña en redes sociales con estadísticas falaces para deslegitimar la movilización y el miércoles hasta el propio ministro de Educación de la Nación habló de una “alianza kirchnerotrotskista” para desinformar. Pipino ve lo contrario: “entramos en la cuarta semana de paro y recién ahora logramos romper el cerco mediático. Entiendo que la sociedad está golpeada en general por la situación económica, pero este es un problema de todos”, añade.
Un poco más atrás Nadia Ahumada encabeza una columna que lleva una bandera de la Universidad Nacional de Entre Ríos. “Soy docente de trabajo social y primera generación de mi familia que se pudo recibir en la universidad pública”, explica la también afiliada a la Asociación Gremial Docente Universitaria (AGDU) de Entre Ríos. “Llegamos esta mañana y estamos marchando con estudiantes de Educación, Trabajo Social e Ingeniería. Venimos para resistir las políticas de ajuste de este gobierno porque entendemos que esto no es solo un tema salarial, sino presupuestario y que genera la expulsión de los estudiantes. Porque este gobierno no quiere que la educación superior sea un derecho”, agrega. “En la UNER ya tenemos casi todo el presupuesto ejecutado en septiembre y los estudiantes no solo sufren los problemas de una universidad sin recursos, sino que muchos no pueden seguir sus estudios por el aumento del costo de vida. Los hijos e hijas de trabajadores no están pudiendo sostenerse en la universidad”, cierra.
Sonó el himno y se vivió un emotivo momento en la #MarchaNacionalUniversitaria.
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En la web de Tiempo, más detalles sobre la multitudinaria movilización: https://t.co/kinxzhuMYo pic.twitter.com/3d0oVXeHCz
Un reclamo que continúa
Las voces de Lucila, Mónica y Nadia ejemplifican un reclamo que se multiplica exponencialmente en las 57 universidades nacionales adonde las clases no se reiniciaron tras las vacaciones de invierno. La marcha se suma asi a un abrazo de 30 mil personas a la Universidad de Córdoba y otros de miles a la Universidad Nacional de La Plata y la de Quilmes; a la marcha de Rosario y a las tomas de la Universidad Nacional de Cuyo, de Comahue, de Córdoba y de La Pampa, entre otras.
La columna avanza y no se ve el final. En el escenario empieza a sonar el himno y los oradores se preparan para enumerar los reclamos ya conocidos de memoria por todos los presentes: un presupuesto y un sueldo que no pierda con la inflación, sostenimiento de las becas y aceleración en la ejecución presupuestaria, fin a la modificación de las incumbencias de las carreras para favorecer la privatización de las especialidades y tarifas diferenciadas para poder hacer frente a los aumentos abismales de los servicios públicos. Concluye el himno y surge el grito de “viva la patria”, con el eco ya conocido. Por esta vez, se le suma un clamor cuya respuesta es más fuerte todavía: “viva la educación pública”. ¡Viva!