Christian Petersen es actor, de Córdoba Capital y hace unos 13 años que vive en Buenos Aires, donde hace por lo menos cinco años que recita poemas en la Línea A del Subte, entre otras actividades artísticas. Muchos de los usuarios de ese transporte, seguramente habrán amenizado alguna vez sus viajes al escucharlo. Sin embargo, un importante grupo de pasajeros el sábado pasado le hizo sentir lo contrario. Al punto de querer bajarlo de la formación. Se trataba de participantes de la denominada movilización del 1A que no soportaron que el artista recitara a Eduardo Galeano.
En diálogo con Tiempo, el actor reconstruyó lo que le pasó apenas subió al vagón: Como siempre hago, arranco saludando a la gente y pidiéndole disculpas a quienes pudieran sentirse molestos o molestas por mi presencia. Explico que voy a recitar a Eduardo Galeano y lanzo la frase dedicatoria para quienes se van cayendo de este mundo sin hacer ruido al caer´ que engloba un poco la idea del poema Los Nadies, publicado en el Libro de Los Abrazos.
Pero esta vez, fue bastante diferente. Creo que no llegué al tercer verso que por lo bajo escuchaba a una señora que se quejaba y pedía que me detuviera. Como no lo hacía, me empezaron a gritar y decir que no podía llevar ideología al subte, continuó Christian.
Señora, lo que usted está haciendo es ideología también. Yo estoy trabajando, le dijo Christian. ¿Un trabajo? -se preguntó la mujer, a la vez que se autorespondió- Vos sos un vago.
En ese instante, varias personas que llevaban banderas argentinas comenzaron a gritarle de manera cada vez más efusiva: «¡Vos no podés traer ideología acá, vos no podés recitar a Galeano!»
Otros pasajeros, en cambio, notaron la indefensión de Christian y salieron a respaldarlo. ¡Dejalo trabajar!, le pedían al montón enbanderado. El momento más tenso del viaje, según contó el actor, fue cuando uno de los pasajeros se me venía encima para pelearme, pero otro lo detuvo.
Me sentí agredido, me quedé muy impresionado por el odio de clase que tenían. No podían siquiera escuchar que se mencionara a los pobres o a los desposeídos, sostuvo Christian, quien destacó que afortunadamente, no eran los pasajeros de siempre. Eran personas que se habían juntado y estaban exaltadas.
Se notaba -continuó el actor- que había mucha gente que tenía estas cosas guardadas por años. Eso me preocupa pero más me inquieta que ahora, al sentirse representados y avalados desde el poder, se sienten con vía libre para exteriorizarlo, como que se van soltando y demuestran el desprecio por cierto tipo de personas que van por otro carril.
Tras el violento episodio. Christian permaneció en el vagón. Confundido. Sin saber qué hacer. Dejó pasar dos estaciones, hasta que me nació no permitirles esa censura tan alevosa que estaban cometiendo. Sin pasar la gorra y mientras seguían las puteadas, arranqué de nuevo el poema y lo recité entero, sin él ímpetu que le pongo siempre, pero necesitaba hacerlo. Fue intuitivo, una reacción libertaria desesperada.
Cuando llegó a su casa, Christian escribió en su Fan Page llamada Poemas en el Subte un resumen de lo que fue la primera interrupción que sufría en sus cinco años que lleva trabajando en el Subte.
Uno de los primeros comentarios que recibió fue de Adriana Carchio, quien aseguró haber sido testigo: Estuve ahí en ese momento, creeme que se me heló la sangre, posta era un vagón de fachos de la peor calaña, envueltos en banderas argentinas, hablando de defender la democracia y censurar a Galeano y sobre todo a tu libertad de expresión, y de viajar libremente en un transporte público, expresó.