El domingo 12 de septiembre finalmente se realizarán las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que definirán quiénes serán los y las candidatas en las elecciones generales del 14 de noviembre. A nivel nacional se renovará la mitad de la Cámara de Diputados (127 de 257 bancas) y un tercio de la Cámara de Senadores (24 de 72 bancas). En este sentido, todas las provincias elegirán diputados/as, pero sólo ocho, senadores/as.
En cuanto a la representatividad, vale mencionar que desde 2017 nuestro país cuenta con la Ley 27.412 de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política, que establece que las listas de candidatos/as a ocupar una banca en el Congreso Nacional o de parlamentarios/as del Mercosur “deben integrarse ubicando de manera intercalada a mujeres y varones desde el/la primer/a candidato/a titular hasta el/la último/a candidato/a suplente”.
Si bien esta legislación representa un avance fundamental para la participación de las mujeres en la política, es posible preguntarse qué lugar tienen las personas trans y no binarias en las listas, entendiendo que la diversidad de miradas en los espacios de decisión puede traducirse en políticas públicas más efectivas.
El enfoque en la diversidad
Ante el interrogante mencionado, Grow realizó un relevamiento para conocer si existe diversidad en la composición de las listas. Así, se identificó que en las PASO solo se presentarán 6 candidatxs trans a nivel nacional, y que, aunque sus espacios logren obtener el 1,5% de los votos necesarios para competir en noviembre, es muy poco probable que accedan a una banca. Esta proyección tiene que ver con el lugar que ocupan en las listas. Un caso concreto permite graficar la situación.
Daniela Castro, es precandidata a diputada del Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires, uno de los espacios con mayor intención de voto. Sin embargo, ocupa el lugar 21 en la lista que integra, mientras que los cargos que se disputan en el distrito son 35. Esto significa que si bien es muy probable que sea candidata en las elecciones generales de noviembre, es mucho menos probable que logre ingresar al Congreso.
En otros casos, los espacios en los que compiten las personas trans no tienen posibilidades concretas de superar la instancia de las PASO. Por ejemplo, en Santa Fe, el partido Proyecto Joven lleva como cabeza de lista para ambas cámaras a mujeres trans. Tahizna Marrone es primera candidata a senadora, y Reina Ibáñez primera candidata a diputada. Si bien la posición que ocupan en la lista es favorable, hay 15 frentes distintos que aspiran a llegar al Congreso, tres de los cuales (Frente de Todos, Frente Amplio Progresista, Juntos por el Cambio) concentran un 80% de la intención de votos.
Hacia un nuevo Congreso
En Argentina la agenda de género se actualiza a un ritmo vertiginoso. En este contexto, la Ley de Paridad es necesaria pero parece insuficiente. Por este motivo, se presentó en la legislatura bonaerense un proyecto de ley para incluir a las personas no binarias en el armado de las listas a cargos electivos, teniendo en cuenta el decreto presidencial N°476/21 que habilita el DNI no binario bajo la nomenclatura “X”.
Según la información relevada, hasta que el Estado no establezca mecanismos que garanticen la participación política de todas las identidades de género, la diversidad se irá perdiendo en el camino hacia el Congreso.