Un deporte profesionalizado. Con eso sueña Nadia Bronn Balbis cuando piensa en el karate, la disciplina a la que se acercó hace algunos años para mejorar su salud y hoy es para ella no sólo una ocupación cotidiana, si no su pasión.
Nadia es profesora profesional de kick boxing en Japón, como parte del staff de Shin Nihon Kickboxing Association. Además, es estudiante de la licenciatura de actividad física y deportes en Avellaneda y actualmente se desempeña como secretaria de la Asociación Argentina de Artes Marciales, Deporte de contacto y Fitness. En mayo fue a Uruguay para una pelea y allí se enteró que en ese país ya se habían realizado dos encuentros. “¿qué pasa si lo organizamos en Argentina?”, pensó, y lo organizó.
“Es el segundo encuentro de la región y el primero de Argentina. Cuando estuvo en Uruguay me contaron que allí se había realizado en dos ocasiones y que reunieron 70 competidoras. Pensé y analicé si era factible hacerlo acá para tratar de que crezca el karate”, cuenta Nadia Bronn Balbis a Tiempo Argentino.
El encuentro que se realizó en Quilmes el 22 de julio se dividió en dos partes. Primero se hizo toda la parte del entrenamiento en el Polideportivo de Quilmes y luego una charla en la dependencia de la Asociación Argentina de Artes Marciales Deporte de Contacto y fitness de Quilmes.
Un espacio para todas
La convocatoria fue lanzada por Nadia a través de las redes sociales. Tuvo muchas consultas de chicas que se dedican al deporte de otras provincias, pero no pudieron concretar el viaje por cuestiones económicas. “Este es un deporte amateur y cada uno se costea sus gastos. Las chicas que vinieron se fueron super motivadas y con más ganas de entrenar con ganas de competir. Un poco ése era el objetivo”.
“Ahí conversamos tuvimos presencia de Mari Masuyama una deportista japonesa campeona en más de una ocasión. También estuvo la uruguaya Abril Romero, multicampeona sudamericana y organizadora del evento en Uruguay; Florencia Greco, de Argentina, campeona del mundo de Muay Thai en Egipto y Nahimid Cirelli, especialiste en género y organizaciones sociales. Fue muy tanto en los entrenamientos como toda la parte de la charla”, cuenta Nadia.
La participación de las mujeres es, afirma Nadia, escasa. “Son poquitas las chicas por dojos (espacios donde se realizan las artes marciales), entonces, también son poquitas las chicas en competición. Eso hace que el nivel nacional no sea muy alto. Si vos ya estás en un nivel alto a nivel nacional, o sea, tenés que empezar a viajar afuera y empieza a pasar que faltan los recursos para viajar y por lo tanto no podés seguir subiendo de nivel”, explica.
El encuentro tuvo como eje la idea de gestar nuevas competidoras. “Queremos generar muchas competidoras acá y que estas competidoras generen experiencia y se vaya subiendo el nivel nacional. Que las chicas que de repente no pueden viajar afuera puedan hacer experiencia y puedan seguir aumentando su nivel dentro de la Argentina”, agrega la karateca.
Cuenta Nadia que cuando ella comenzó era la única chica en su dojo. “Eran todos varones pesados y grandotes. Yo soy pequeña, mido 1,55 y peso 50 kilos. Pero es un deporte que se entre a conciencia y en mi caso, fueron todos muy generosos con su conocimiento. Ahora acá en el gimnasio hay cuatro chicas, entrenando karate así que es un poco más fácil. A mí me toca pelear con todos hombres pesados y es muy difícil sostener el entrenamiento. Una cosa es pelear con alguien que más o menos tiene en tu tamaño, pero peleás con uno que pesa el doble que vos y se te hace un poco complicado a nivel psicológico”,
Un encuentro con todas
El intercambio entre chicas que no se conocían fue una de las cosas más significativas durante el encuentro. “Lo más significativo que hubo fue el intercambio entre chicas que no se conocían. Cada dojo tiene una manera según la doctrina del sensei, algunos son más de entrenamiento, otros de combates. Acá vinieron chicas diferentes dojos y planteamos un sparring (lucha libre) y estaban contentas porque hacer pudieron hacer sparring con chicas que no conocían, si no siempre hacés con las mismas que son las con las cuatro o cinco que están en tu gimnasio”, detalló Nadia.
La mayoría de las chicas, cuenta se fueron enriquecidas desde lo práctico. “La mayoría que vino fueron cinturones bajos, o sea que son chicas que tienen poca experiencia y que en muchos casos no viajaron nunca al exterior. Algunas ni siquiera tienen combates acá en Argentina. Entonces fue interesante para ellas”.
Durante estos años, Nadia observó que muchas de las limitaciones llegan por prejuicio. “Para el entrenador del dojo donde voy, podés ser un hombre un dinosaurio o un perro, le da igual mientras entrenes. No hay discriminación y todos hacen lo mismo de acuerdo a sus capacidades”, detalla Nadia que además es la primera mujer no japonesa en pertenecer a la Liga Profesional de Kickboxing.
“Acá en la Argentina muchas chicas no se animan a entrenar y las que entrenan no se animan a competir. Por un lado, porque se sienten incapaces y por otro todavía está este prejuicio de que sos mujer, cómo te vas a dedicar a esto. No es algo que se dé en los dojos, no te rechazan porque sos mujer ni te dicen que sos incapaz de hacerlo porque sos mujer. Pero percibo que las pocas chicas, que por ahí se acercan se acercan con ese prejuicio”.
Por eso, este encuentro para Nadia y las competidoras argentinas fue importante. “Hay que trabajar estos prejuicios y hay que trabajarlos culturalmente para que el deporte crezca”.
Entre las ideas para promocionar el deporte, hay entrenamientos una vez por mes en las plazas, cerca de los dojos, un aporte a la visibilidad del deporte y su práctica.
El valor del karate
“Si el karate hizo todo esto por mí, ¿qué puedo hacer yo por el karate?”, se preguntó Nadia. Así nació esta inquietud por difundir y aportar en el crecimiento del deporte.
“Mejoré mucho mi vida personal, mi autoestima mi forma de ver la vida a través del karate. Entonces, si el karate hizo todo esto por mí, ¿qué puedo hacer yo por el karate? Y bueno esta estas cosas estas acciones están dando respuesta a esa pregunta que me hice. Organizar este encuentro fue una de las respuestas”, afirma. Y la otra es invitar a amigas, compañeras, vecinas para que se acerquen al deporte.
El encuentro fue posible gracias al diputado Federico Fagioli, miembro de la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados y a Nicolas Mellino, Lucas Tundis y Paola Villar del Municipio de Quilmes.
Nadia dará un nuevo paso profesional: el 8 octubre en Miyazaki, karate de contacto en el Mundial y el 15 de octubre peleo kick boxing profesional en el Tokio Dom de Japón.