Un día como hoy a Tehuel De La Torre lo vieron vivo por última vez. A lo largo de casi un año -porque la desaparición del joven trans recién se hizo pública unos días después y los medios masivos tardaron en hacerse eco- la pregunta «¿Dónde está Tehuel?» recorrió las calles de la Argentina.
Su cara sigue presente en cada marcha, en cada reclamo, en tantas plazas de todo el país. Pero al día de hoy no hay respuestas, a pesar de que es una de las personas más buscadas del país.
Qué se pudo reconstruir hasta ahora
Tehuel salió el 11 de marzo alrededor de las siete de la tarde de la casa donde vivía con su mamá, su pareja, Luciana, y el hijito de ella en San Vicente. Dijo que iba a entrevistarse con un tipo que le había hablado de un trabajo. En el camino, cuando estaba por llegar, se cruzó con una de sus hermanas, Verónica. Se encontraron de casualidad, en la calle, a las 19:30. Tehuel acababa de bajarse del colectivo en Asamblea y la avenida Presidente Perón. Muy cerca de la casa del tipo que le había ofrecido trabajo: Luis Ramos, hoy uno de los dos detenidos y procesados.
Verónica estuvo con su mamá en varios de los rastrillajes. En los primeros meses de búsqueda hizo declaraciones. «Queremos abrazarlo o llorarlo. El silencio de Tehuel es el grito de Justicia«, dijo en diálogo con Presentes hace varios meses. En los últimos tiempos prefirió el silencio.
Cómo está la investigación y cuándo será el juicio
El cargo que se les imputa a Luis Alberto Montes y a Oscar Ramos es homicidio agravado por odio a la identidad de género.
De acuerdo a los tiempos previstos por la Fiscalía que investiga en el caso de Tehuel, este año tendrá lugar la elevación a juicio. Pero no hay certezas en de que el mismo comience en este 2022, informaron fuentes vinculadas a la causa.
Tehuel vivía con su mamá y con Luciana, su pareja, aunque había vivido casi toda su vida con su papá. Hasta el día de hoy a él le cuesta reconocer la identidad de género de su hijo. Ahora su padre Andrés, está pidiendo que la causa retome la posibilidad de que se trate de un caso de trata de personas. En su momento, esa fue una posibilidad que investigó la Justicia, pero la hipótesis fue perdiendo fuerza con el correr de los meses.
Las pruebas
Aún hay pruebas pendientes de resolución, pero hasta ahora se logró comprobar la presencia de ADN –en el domicilio de uno de los detenidos– coincidente con las muestras de sangre realizadas a la familia del joven trans. También prendas de ropa y su celular casi destruidos por el fuego en cercanías del mismo domicilio.
La causa acumula también registros de telefonía celular –principalmente de uno de los imputados–, una foto de Tehuel tomada el mismo día de su desaparición junto a quienes luego fueron detenidos. Y hay un extenso aporte testimonial de personas que sumaron datos a la investigación.
Desde la Fiscalía destacaron esa participación de quienes aportaron información, así como también la colaboración del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, de distintas organizaciones vinculadas al colectivo, del Centro de Estudios Legales y Sociales, y fuerzas provinciales y federales que apoyaron la búsqueda.
En cuanto a los detenidos, si bien declararon –luego de mantenerse casi 8 meses en silencio– al momento de la imputación por parte de la Fiscalía, no aportaron información de valor en relación a la búsqueda.
Uno de los aspectos más complejos de la investigación es justamente éste: que no haya rastros del cuerpo de Tehuel es algo que hoy beneficia a los procesados.
La búsqueda
A Tehuel se lo buscó mediante allanamientos a distintas viviendas, rastrillajes (que se dieron principalmente en áreas de tratamiento de residuos y chancherías), relevamientos institucionales en hospitales y otras dependencias, cámaras de seguridad y operativos aéreos.
Su búsqueda se inició sin perspectiva de género –luego se amplió, tal como lo indica el cargo imputado: homicidio agravado por odio a la identidad de género.–, aunque cumpliendo con las instancias previstas en el protocolo ante la desaparición de personas.
En noviembre de 2021 el ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad presentó un escrito en la fiscalía para pedir “que se investigue con perspectiva de género y diversidad, incorporando los protocolos y estándares internacionales en la materia”.
“Las investigaciones judiciales no adoptan la perspectiva específica que da cuenta del contexto histórico, social y jurídico donde se inscribe la violencia hacia las personas LGBTI+ y, en especial, hacia las personas travestis y trans”, dijo a Presentes, Greta Pena, Subsecretaria de Políticas de Diversidad el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
“Los estándares internacionales, además, indican que deben extremarse los esfuerzos para esclarecer y no dejar impunes estos tipos de crímenes. Nuestro país ha hecho enormes avances, pero el fenómeno es estructural y global. Por ello hay que profundizar políticas públicas que derriben las barreras para el acceso a derechos, recordemos que Tehuel desaparece en ocasión de ir en búsqueda de un trabajo. El cupo laboral es fundamental, también lo es abonar a un cambio cultural”.
El ministerio de Seguridad informó hoy que aumentó a 5 millones de pesos la recompensa para quienes puedan brindar datos que ayuden a encontrarlo.
La movilización y el reclamo: Dónde está Tehuel
Las organizaciones mantienen vivo el reclamo desde que se conoció la noticia. Los medios masivos tardaron en visibilizar la búsqueda de Tehuel.
El modo en que desapareció –yendo a una entrevista para un trabajo precario–, el hecho de no haber podido terminar los estudios secundarios ni acceder a un trabajo fijo– hablan de su identidad de género y de otras intersecciones.
Las organizaciones LGBT+ insisten en el pedido de justicia, en que se lo siga buscando, y en la necesidad de visibilizar y saldar las situaciones de vulnerabilidad del colectivo trans. En este caso, de las masculinidades trans.
“Debemos seguir alzando nuestras voces para decir basta de crímenes de odio por nuestra identidad y exigir justicia para Tehuel y les miles de compañeres que todavía somos víctimas de odio causado por el estigma y la discriminación”, dijo Nadir Cardozo, referente trans de ATTTA CABA y Fundación Huésped. “Es un gran dolor para nuestra comunidad, causada por la incertidumbre de no saber qué le pasó o dónde está”. En ese sentido, al referirse al caso, destacó que visibiliza el odio que todavía sufren las personas trans.
A poco de celebrar los 10 años de sanción de la ley de Identidad de Género “Todavía nos encontramos con discursos cargados de odio y barreras a accesos a nuestros derechos básicos. El Estado debe garantizar nuestra seguridad y una mejor calidad de vida, ya que todavía son cosas pendientes para nosotres”.
El pedido surge casi como una súplica. Que el reclamo por la aparición de Tehuel no se apague en la sociedad y que no quede limitado una bandera de las distintas entidades que representan al colectivo LGBT+. No estamos todes. Nos falta Tehuel.