Las pocas horas como docente en enseñanza media no le alcanzaban a Solange Barroso para cubrir sus gastos y los de su hija de cinco años. Mientras pensaba alguna forma de acomodar su economía, una pareja amiga le preguntó si conocía a alguien de confianza que pudiera hacer un viaje e inmediatamente pensó “esa persona soy yo”.
Así empezó su proyecto de chofer para trasladar solamente a mujeres, al que llamó “Ubre”. Hace unas semanas, mientras se preparaba para un viaje, llegó una carta documento nada amigable de la empresa Uber que le exigía que deje de usar el nombre de su pequeño emprendimiento porque es confundible con el de ellos. Aunque el formato y el uso es completamente diferente.
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“Me parece que no es así, de ninguna manera, el servicio es otro, es completamente personalizado, me escriben a mí por WhatsApp. No hay punto de choque entre lo que ellos hacen y lo que hago yo. Además, es una palabra que existe, que tiene un significado puntual, el de ellos no significa nada. Entiendo que tengo derecho a usarlo, yo tengo mi marca registrada”, cuenta Barroso. “Hice el registro porque publiqué en mis redes sociales un flyer, cuando estaba lanzando el servicio y se compartió tres mil veces, que era un montón para lo que es el emprendimiento, me pareció entonces que era necesario registrarlo, y lo hice en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial” (INPI). Ellos recién ahora presentaron la oposición a mi marca”.
El nombre, según explicó, se debe a su amor por los animales. Además, recordó que hace un tiempo había empezado un negocio de comida vegana cuyo nombre fue “Vaca madre”, de ahí nació Ubre, el emprendimiento que comenzó Solange en febrero.
Uno de los motivos por los cuales decidió que el servicio fuera solo para mujeres tiene que ver con la cantidad de testimonios de mujeres que sufren acosos y situaciones incómodas cuando abordan taxis, remises y autos de las aplicaciones. “Siempre fui muy consciente de la situación de las mujeres, de toda la opresión, la violencia, los acosos y los abusos que sufrimos. Yo no me sentiría cómoda ni segura llevando hombres en mi auto, y también pensé que era más seguro y más cómodo para otras mujeres, por eso me pareció bárbaro ofrecer ese servicio de seguridad para nosotras mismas”.
Desde que publicó su emprendimiento, Solange recibió muchos mensajes y llamadas para realizar viajes, sobre todo en la zona en donde ella vive: La Tablada, Ciudad Evita, Casanovas. “Es que más allá de las situaciones de acosos y abusos, que hay un montón y son los casos más graves; también hay algo y que es una cuestión de género, hay otros modos violentos que a nosotras no nos hacen sentir bien, no nos sentimos respetados, no nos sentimos cuidadas. El servicio apunta a hacer algo diferente, que las pasajeras se puedan sentir bien en sus viajes, que no sea una incomodidad tener que trasladarse. Y que la persona que conduce no se esté peleando con todo el mundo, insultando, que se respeten las reglas de tránsito”.
En estos dos meses de trabajo, Solange siente satisfacción por su tarea. “He ganado amigas en esto de llevarlas una y otra vez. Vivimos también otras situaciones, por ejemplo, haciendo un viaje vimos un nenito que estaba solo en una esquina y llorando, y paramos el auto y nos acercamos a ayudarlo. En esas situaciones nos entendemos las mujeres, empatizamos y reaccionamos, ante todo”, afirma la conductora, que muchas veces también sale a hacer los viajes con su nena. “Hay chicas que llevo siempre, entonces cuando voy con ella a veces la llevo a mi nena, para ella es divertido”.
Los viajes para Ubre se pueden pedir por mensajes de WhatsApp al número personal de Solange Barroso: 11 5099-6225