El viernes junto a organizaciones sociales y referentes políticos, la mamá de Johana Ramallo realizó una conferencia de prensa junto al abogado de la causa, Víctor Hortel que hoy está cargo del juez Adolfo Ziulu.
“Estoy acá para responder. En algún momento quisieron que salgamos a hablar enseguida de las terribles noticias que recibimos el 30 de abril. Dejenme decirles compañeras y compañeros que atrás mío hay un dolor inmenso y no era quién daba la noticia, quién salía a contar y quién se callaba la boca. Yo necesitaba hacer mi proceso, yo necesito hacer mi duelo con mi familia, abrazar a mi nieta, abrazarnos juntas para pedir justicia verdad y memoria para todas nuestras Johana que el poder patriarcal y machistas no deja volver a sus casas.”, expresó Marta al iniciar la conferencia.
Por su parte, el abogado explicó que la causa pasó de ser un caso provincial a un caso federal. “La Justicia Federal puso mucho empeño pero todavía no tiene la capacidad de buscar a chicas. Hay un déficit del sistema contra el que nosotros luchamos. Acá quiero hacer una referencia, porque en la causa no sólo está Marta, hay una fiscalía, hay una dirección de trata, un PROTEX hay un montón de organismos. No es que se nos pasó a nosotros, no lo vio un montón de la estructura del Estado. Y el Estado es el responsable de la búsqueda y el hallazgo de Johana. No tuvimos la suerte ni la urgencia ni el resultado que nosotros esperábamos por lo cual hay una lógica que nos cambia, vamos a seguir peleando en tribunales para tratar de que aparezcan los responsables y tengan el castigo que se merecen”.
“Me pude reunir con el nuevo juez muy amablemente pero no les creo porque la reclamé durante 21 meses todos los días que investiguen la zona, que investiguen cada uno que está nombrado en la causa, no hubo juez ni fiscal que me haya escuchado que Johana no estaba perdida si no que había desaparecido. El 30 en la audiencia me confirmó que los restos encontrados en agosto en Palo Blanco son de Johana, y mi vida se derrumbó otra vez”.
Y siguió relatando, “cuando escuché al juez sólo quise correr, salir, gritar que los restos no son de Johana, sólo le pedí que encuentre a los responsables porque Johana no desapareció, la desaparecieron, Johana no murió a Johana la mataron, Johana no fue sola y se descuartizó en un descampado, a ella la descuartizaron y la tiraron al lado de un arroyo, le pido que encuentren a cada uno de los culpables”.
También indicó que no se detendrá “hasta ver que pagan con la sangre de sus hijos los culpables del femicidio, porque los maldigo una y otra vez, porque Johana no merecía que la secuestren en una red de trata durante un año y después me la descuarticen. Mi nieta no merece criarse a los 8 años sin el abrazo de su mamá, mi hija no merecía nada de lo que le hicieron”.
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Por su parte, el abogado Hortel confirmó que los expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) peritarán en los próximos días los restos de Johana, con el fin de determinar si es posible la mecánica del crimen y la fecha aproximada de su muerte.
Hortel expresó que el juez Ziulu hizo lugar al pedido de la familia de dar intervención al EAAF y “dispuso que las pericias se realicen en los primeros días de junio”.
Johana Ramallo fue vista por última vez cuando salió de su casa en La Plata el 26 de julio de 2017 a las 17 y le dijo a su mamá, Marta Ramallo, que volvería “entre las 20.30 y las 21”, pero nunca regresó.
La última imagen que se tiene suya fue tomada por la cámara de seguridad de una estación de servicio situada en las calles 1 y 63 de La Plata, en la que se la ve entrando a un baño ese mismo día, poco después de salir de su casa.
En agosto de 2018, los pesquisas hallaron restos humanos en la zona de Palo Blanco, en la ciudad de Berisso, y un análisis realizado por peritos del Servicio Huella Genética de la Universidad de Buenos Aires sobre esos restos arrojó este año que los mismos pertenecían a Johana.