Mucha balada, mucho baile, mucho todo. Así define Javiera Mena a su quinto disco Nocturna. También dice que así será el concierto del domingo en Niceto Club, parte de la gira Nocturna Tour, su quinto disco.
Cantante pop, estrella electro pop y referente en ese mundo de la comunidad LGBT, la chilena es uno de los grandes valores que dio la movida musical latina en los últimos tiempos. En noviembre, Javiera estuvo en el Primavera Sound, en la misma fecha de Julieta Venegas y Björk y sintió que el público argentino quedó con ganas. Por eso, ahora vuelve para un recital propio.
Javiera Mena es hoy un icono electro-pop queer. Sus composiciones, sencillas y sensibles abrieron un nuevo horizonte para lxs artistxs latinoamericanxs que buscan un rumbo en el mundo de las canciones. Su quinto disco tiene once temas, entre ellos “Debilidad”, “La isla de Lesbos”, “Culpa”, Dunas” y “Corazón Astral”. Según dice, es su disco más colectivo porque gracias a otros colegas logró encontrar qué comunicar.
“Argentina fue el primer país que me editó un disco. Ir para allá es como una maravilla”, dice a Tiempo Argentino, Javiera a través de la pantalla del Zoom. Desde Chile, cuenta que tiene expectativas con el concierto de estos días en Córdoba el sábado 11 y en Buenos Aires el domingo 12. “Venimos a presentar ahora una larga duración con ‘Nocturna tour’ que venimos masticando por España y por Chile. Llevo mi banda que tiene saxofón, batería, guitarra, bajo. Quiero presentar mis canciones de Nocturna y de toda mi historia”, agrega.
Este año llegó justo a la Argentina el día del 8M. En otros años participó de las manifestaciones, este año no pudo. «Llegué directamente a grabar con Lara 91K y fue simbólico porque somos dos chicas lesbianas estuvimos en algo súper militante porque hicimos un temazo que habla del amor entre chicas, cambios de paradigmas y estuvimos presentes desde nuestro estudio generando arte para nosotras, las mujeres», cuenta Javiera.
-Venís a presentar Nocturna Tour, la gira de tu quinto disco, ¿qué implicó este trabajo discográfico en tu carrera?
-Fue para mí como un redescubrimiento de mi parte creativa. Fue como volver a las canchas en un disco que hice un poco en pandemia. Es un disco full, como empapado en ese momento, pero no por eso es un disco denso, al contrario, es con esas ganas de liviandad que te genera un mundo tan caótico o con tanta incertidumbre. Nocturna es un disco de mucho goce, de mucho enamoramiento, de mucho erotismo. Por eso mismo, también fue reencontrarme como mujer, como mujer libre, dentro de un contexto tan denso como lo pueden ser las guerras y la pandemia. Incluso en mi propio país, con un estallido social, con mucho caos. Pero no por eso es un disco de caos. Al contrario, es como querer salir de ese caos a través del arte y la música.
-Estallido social y pandemia, qué difícil llegar a una situación creativa con todo ese entorno y esa intensidad que excede lo personal ¿cómo fue la elaboración?
-Sí, al principio de hecho, en los primeros meses no tenía muchas ganas de crear. El estallido social sí me dio mucha energía, pero la pandemia me dio mucha incertidumbre. También por ser artista, se habían acabado los conciertos, que eran una fuente de trabajo muy importante para mí. En ese momento yo no pude crear, recién en el séptimo mes de la pandemia puede dedicarme. Pero el estallido sí me dio como mucho fuego. El mismo fuego de la pasión de la gente en las calles, el mismo fuego de la pasión cuando uno se enamora. Entonces, en ese sentido, me siento como muy inyectada de ese fuego en este disco.
-Chile es un país con muchas musicalidades dentro de la música popular, ¿qué encontraste en el pop para elegirlo como tu ritmo de expresión?
-Es que yo me crié con el pop y es mi lugar, es mi navecita. Lo que me hace vibrar a mí es Madonna, los Pet Shop boys, y el pop latino también, Maná, Juan Gabriel. Me gustan las canciones con esta estructura: AB AB. Es lo que me hace vibrar y es lo que a mí me llegó desde mi infancia en los años 80, 90. Me gusta hacer esa música porque me siento cómoda ahí. A pesar de que se han añadido muchos otros ritmos últimamente, yo me siento cómoda en el pop. Soy una defensora de la música pop, sobre todo la música pop con influencia de los 80. Soy nostálgica de esa época, de las películas, de ese futurismo de entonces, de los sintetizadores. Es como mi lugar seguro. Pero quién sabe si después me pongo con otras cosas. Sí sé que soy de la canción. Ahí está lo mío.
-Siempre se dice que el pop es un género para divertirse y listo, ¿qué opinás de ese prejuicio?
– Creo que hay un pop profundo y súper sencillo, con ideas sencillas que te generan mensajes súper profundos. Por ejemplo, estaba viendo un documental de Madonna de la canción “Holidays”, y el compositor de la canción cuenta que era un tiempo de guerra y que la canción expresa “¡qué ganas de que todo el mundo se pudiera ir todo un día de vacaciones!”, y eso es muy político si lo pensás. Lo que me gusta del pop es que tiene un mensaje liviano, que cala muy hondo, y la gente no se da ni cuenta. Eso me gusta el pop y creo que no es evidente. Y que esa liviandad que mucha gente critica hace muy bien. Y si tú tienes un proyecto que realmente quiere aportar a esta sociedad de alguna manera y quiere hacer letras livianas, creo que es muy difícil hacerlo y no lo veo como algo superficial. Lo veo como algo que parece superficial pero que es súper profundo.
-Tus composiciones confirman tu postura respecto al pop, has construido un discurso quemo es superficial
– Sí, a mí me gusta eso. Como mezclar la liviandad con la profundidad, el amor también, el romance puede ser algo súper profundo que te conecta contigo mismo. Cuando uno se enamora está el objeto del deseo, pero está uno ahí, como conectándose con sus miedos, con esa transformación que te produce el otro, la otra, el otre. Siento que es por ahí la cosa y por ahí va mi apuesta, como por el Eros, por realzarlo, como lo han hecho muchos otros, pero a mi modo. Y también veo un pop hecho por una lesbiana -siempre he dicho que soy lesbiana- y eso también es súper político. Yo siento aún, lamentablemente, pero aún es muy político hablar abiertamente de amor entre dos mujeres.
-Hoy también sos una referente para la comunidad LGBT, ¿cómo se construyó esa representación y cómo lo vivís?
– Siempre lo dije abiertamente. Nunca estuve en el clóset. Desde muy pequeñita a la primera entrevista ya me preguntaban si tenía novio y yo decía siempre que tenía novia. Eso se transformó en una militancia consciente-inconsciente y de ahí la gente me fue coronando de ícono queer, de icono lésbico porque había pocos referentes. Sé que faltan todavía más referentes lesbianas. Las nuevas generaciones vienen ya con otro paradigma, pero sí, eso fue lo que me pasó y me hice cargo. A mí lo que me apasiona es hacer música, hacer letras, hacer poesía. Pero claro, viene este añadido que son letras románticas y habla de amor de mujeres. Entonces eso se transforma en un discurso, inevitablemente por el momento que estamos. Fue algo muy positivo para mí sanar a las personas que están a mi alrededor, que me han agradecido, sobre todo, mujeres de 50 años que no podían hablar de su sexualidad. Entonces, sin quererlo, sin buscarlo, al ser visible, me transformé en un referente para muchas mujeres lesbianas en Latinoamérica que han tenido una vida muy difícil por amar a mujeres.
-Vivís entre Chile y Madrid, ¿hay alguna diferencia entre lo que pasa en España y lo que sucede en América latina en términos de diversidad sexual? ¿Allá también te preguntan por su sexualidad?
– ¡Sí! ¡Allá también me preguntan! Allá hubo avances, pero más de los varones. La lesbiana siempre se ha mantenido en un lugar no muy visible. Madrid es una ciudad súper gay, pero siempre en los 80, 90 siempre es más desde el lado masculino. A las lesbianas mundialmente nos ha costado tener un sitio, y tener también un sitio en el pop. O sea, ahora las cosas están cambiando y todo el mundo quiere poner una lesbiana en su película o los videoclips porque es muy atractivo. Incluso se puso de moda también entre los heterosexuales y entre el statu quo. Pero siento que faltan lugares para las lesbianas, en Madrid soy como una defensora de esto. Siempre que he ido a charlas acá en Chile y también en Madrid. No estamos tan lejos, las mujeres lesbianas peor está claro que nos falta. La diferencia que sí encuentro con Latinoamérica es que acá hay muchos más crímenes de odio hacia las lesbianas. Allá no hay tantos asesinatos y golpizas, cosas que sí pasan aquí.
-¿Cuáles son los referentes musicales y poéticos a los que siempre volvés?
-Siempre Madonna, para mí ella es muy importante cómo ha ido evolucionando en el tiempo es como una obra de estudio. Me gusta mucho la música electrónica de Giorgio Moroder; me gusta Federico Moura, ese imaginario poético y las metáforas que usa. Eso ha sido una gran inspiración para mí. Y las lecturas son muy, muy importantes. Me nutro cada vez más de lecturas de psicología y empiezo a averiguar mucho de psicología, pero al final termino haciendo letras muy sencillas, que creo que es lo más difícil. Hay una psicóloga argentina que me gusta mucho, que me inspira, se llama Laura Gutman. También Joseph Campbell, que ha investigado sobre los mitos. Soy muy lectora, casi que leo más que escucho música porque me inspira mucho para después tener ideas frescas para crear. O sea, yo no quiero una vida llena de altibajos para meterme en la mierda y así poder crear. Me inspira lo teórico, y mucho.
-¿Qué significó en su momento la nominación a los Latin Grammy?
-Yo vengo del underground, de fiestas techno, casi ilegales. Ahí tocaba las primeras veces. Y llegar a los Grammy que es un lugar tan institucional y tan como latino, me pareció loquísimo. Sobre todo porque fue sin buscarlo, sin hacer un lobby, que es como lo que todo el mundo hace. Me pareció como un premio a eso, a la frescura en ese momento. Mi disco Otra era y la versión “Otra era”, sentí que era un comienzo, como que la industria se estaba abriendo a a otro sitio, a otras diversidades. La canción fue seleccionada entre mil canciones que fueron escuchadas. Después yo estuve también como de seleccionadora y realmente la gente se junta a escuchar los temas en las primeras elecciones. Por eso, en ese momento, me pareció un premio como a la frescura.
-En la escena musical de América latina van surgiendo o conociéndose nuevos artistas, ¿cómo ves en panorama musical en Chile y en Argentina?
-Sí lo veo mucho más conectado con la tecnología, con sus personajes. Es una época en que está el músico pero también está el personaje que se tiene que mostrar. Como más teatral dentro de la tecnología. Aprendo mucho de la gente más joven y también veo que algunos han sido influenciados por mi música. No sé, he hablado con Lara 91k, por ejemplo, que hace un tiempo la fui a ver y se ilusionó mucho de verme en el público. Me gusta Zoe Gotusso, siento que hay mucha gente haciendo cosas interesantes, diferentes. Y no todo es trap, no todo es urbano, a pesar de que hay una gran corriente urbana, hay una diversidad… Bándalos chinos también me gusta mucho. Me siento como en un sitio en donde ya se me ve como un referente, y ahí hay una nueva generación que vio a mi generación cuando eran muy chiquitos y siento que nos miramos así. Yo me puedo alimentar de eso y ellos se alimentaron de mí en algún momento. A mí me encanta conocer a nuevos artistas y conocerlos en persona también, ver cómo trabajan y cómo crean, cómo producen su música.
-¿Y qué te pasa cuando advertís que de pronto ya sos vos la referente?
– Súper bien, es como hice las cosas bien. Mi primer disco, se llama Esquemas juveniles y mucha gente de 20 años en Argentina, en Chile, en Perú le encanta y lo ven como un discazo que les marcó cuando eran muy chicos y eso para mí es como el Gran Premio, más que un Grammy, más que todo. Como que tu arte envejezca bien y que le siga gustando a gente joven. Eso para mí es como el mejor premio de todos. Obviamente es normal que uno vaya envejeciendo y tú vienes con un ímpetu, con una frescura de la juventud y después, claro, empiezas como a habitar otro espacio, a entender las cosas de otra manera y eso es parte de la vida nomás. Y cuando tu obra empieza a envejecer bien y sigue vigente, eso para mí es como el mantenimiento, es lo más difícil y lo mejor. Y que la gente joven te reconozca como un referente es mejor que un Grammy.
Javiera Mena se presenta el 12 de marzo a las 20 en Niceto Club. Acá podés escuchar el disco completo.