El 22 de abril se conmemora el Día Internacional de las Niñas en TICs ¿Por qué es importante esta fecha? De diversas maneras, desde edades tempranas las mujeres reciben mensajes que las desalientan a seguir carreras vinculadas a la tecnología.
Así, se va construyendo un discurso que las alejan de algunas disciplinas. Desde Grow – género y trabajo analizamos este fenómeno, y reflexionamos por qué es importante promover una educación sin estereotipos de género.
Escuelas técnicas: Una cuestión de percepciones
“Las chicas no son buenas en matemáticas”, “¿por qué no seguís algo más fácil?”, “¿estás segura que vas a seguir esa carrera? Mirá que son todos varones”. Esas son algunas frases que las niñas, adolescentes y jóvenes probablemente escuchen. Son discursos que acompañan a las alumnas desde la escuela primaria y que se van naturalizando.
Según un estudio que desde Grow – género y trabajo realizamos junto a Chicos.Net y Aula Abierta (2019), el 45% de los y las docentes de nivel primario considera que existe una diferencia de rendimiento en áreas de tecnología según el género, y el 81% que esa diferencia favorece a los varones.
“Las chicas creen que alcanzan resultados porque se esfuerzan, los varones porque es natural. Esto tiene que ver con las personas adultas, se genera rechazo a intentarlo”, afirma Georgina Sticco, co-fundadora y directora de Grow-género y trabajo.
Tuberías rotas
Esto ya tiene implicancias concretas en la matrícula de las escuelas técnicas: en el país, solo un tercio de quienes estudian en estos establecimientos son mujeres (Inet), cifra que se mantiene estable desde hace tiempo. Y en los estudios superiores, se termina de cristalizar. Pese a que las mujeres significan alrededor del 60% de la población universitaria del país, los varones las duplican en las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), y esta diferencia se potencia cuando vemos lo que sucede en programación: de cada 5 estudiantes, solo 1 es una mujer (Chicas en tecnología, 2022).
Así se cierra el círculo que comienza en las infancias, y se va naturalizando que las mujeres no deben interesarse por determinadas disciplinas. Este fenómeno es el que se conoce con la metáfora de las tuberías rotas. Es de a poco, y a lo largo de las distintas etapas de la vida, que cada vez son menos las mujeres que participan de este sector.
En tiempos en los que los avances vinculados a las tecnologías están en primer plano, ver que la participación de las mujeres sea tan minoritaria en una de los sectores más dinámicos de la economía es una nueva demostración de las desigualdades de género presentes en nuestra sociedad.
Desde Grow-género y trabajo nos sumamos a la conmemoración de esta fecha. Resulta imprescindible promover una educación sin sesgos. Una educación en la que toda persona, más allá de su género, pueda desarrollar sus habilidades e intereses en libertad, sin condicionamientos. Una educación que garantice igualdad de oportunidades para todas las personas.